¿Beneficia el canto prenatal al bebé?

Dedicar tiempo en exclusiva al bebé que está en camino, sentirle, comunicarse con él y vivir el embarazo de una manera más consciente. Estos son algunos de los motivos por los que varias mujeres, que están esperando un hijo acuden una vez a la semana a una actividad musical diferente: Canto y musicoterapia prenatal. Algunas lo hacen solas y otras acuden con sus parejas.

“Es un espacio para las mamás y papás, donde pueden experimentar la vivencia de compartir el embarazo juntos a través de la música”, explica Marta Temprado, psicóloga y musicoterapeuta, que imparte estas sesiones desde su estudio en el barrio de la Magdalena.

“El objetivo es que los padres sean conscientes de lo que están viviendo y compartan un ratito con el bebé, que puedan expresarle sus emociones y recibir también los mensajes que él puede ofrecer desde el viente materno a través de una experiencia musical”, continúa Temprado.

“Nosotros venimos a sentir”, dice Alba Gallego, una joven mamá embarazada de 34 semanas. Ella acude a estas sesiones acompañada por el padre del niño, Roberto Bueno, quien añade: “Yo he tenido momentos de un conexión muy fuerte con mi hijo que nunca antes había sentido”. “Lo que más notamos es la unión con Ferrán -así se llama el pequeño que esperan- el dedicarle un tiempo a él en exclusiva, a sentirnos los tres juntos”, añade la madre.

“Por los ritmos que llevamos y la poca presencia que se da al papá en este ámbito, este es de los pocos espacios que hemos encontrado que podamos relacionarnos los tres”, dice Laura Pueyo, embarazada de 26 semanas de un niño que se llama Juriel, y que acude a estas sesiones con su pareja.

La música como vehículo comunicador

“El bebé recibe las sensaciones a través de los papás, de sus voces, de sus canciones”, explica Marta Temprado. “Hay gente que dice que el niño suele esta más movido y que en este ratito está más tranquilo, o me cuentan que siempre que cantan una determinada canción notan que se mueve más”, dice la psicóloga.

Laura Bernabé ha salido ya de cuentas. Su hija Inés puede nacer en cualquier momento. Para esta profesora de Música esta actividad es “un regalo musical, una manera de buscar un hueco durante la semana para vivir el embarazo y estar más presente con Inés”. “Está siendo muy gratificante” responde sonriente Bernabé.

Las sesiones tienen una parte inicial de meditación y otra de movimiento con estiramientos y baile “que supone la base para poder cantar de manera más relajada y abierta”, informa Marta Temprado. Tras ella se realizan algunos ejercicios de voz, se cantan canciones “con temática de maternidad y nanas” y, para terminar, se trabaja una actividad más plástica “como puede ser un dibujo o arcilla, que marque el cierre de la sesión”, explica la psicóloga.

“Nosotros estamos a la escucha, sin distractores externos o sin pensar en qué tengo que estar haciendo ahora”, dice Laura Pueyo. “Con cada instrumento ves si Juriel se relaciona de una manera más fluida, más seca o da patadas. Él escucha, siente nuestros movimientos y la vibración de nuestra voz”, concluye la futura mamá.