Los niños españoles, enganchados a internet

El 35% de los encuestados de entre 8 y 16 años no quiere vivir sin redes sociales.

Eurecat ha analizado los datos de la extinta red social Tuenti
Los niños españoles, enganchados a Internet

Internet es una revolución a nivel mundial y la razón de agrias discusiones en la intimidad de numerosos hogares. Son cientos los padres cansados de lidiar con hijos más enganchados a Internet y expuestos en las redes sociales.


Facebook, Twitter, Snapchat Instagram... Los niños invierten gran parte de su tiempo en estos y muchos otros espacios virtuales en los que son tan ágiles como vulnerables. Y es que según un reciente estudio, el 35% de los menores españoles de entre 8 y 16 años asegura que no quiere vivir sin redes sociales.


El informe 'Conectedkids', por el grupo internacional Kasperky, advierte además del peligro generado por esta conducta cada vez más inconsciente. En datos, el 66% nombra el centro en el que estudian , un 54% los lugares que visitan e incluso un 22% llega a revelar la dirección de su casa; información altamente delicada de la que muchos agresores y cibercriminales se nutren para cometer sus fechorías.Mentiras en la red

Otro de los datos preocupantes tiene que ver con las mentiras. El 33% declaró que estaría dispuesto a falsear su edad.


El profesor de la Universidad San Jorge y director de Psicología Zaragoza, Sergio Moreno, afirma que “los principales agentes educadores deberían ser los padres. Las TICs en sí mismas no son malas ni peligrosas, es el uso que se haga de ellas”. Moreño señala el error de algunos padres al dejar que sean solo los centros escolares los que eduquen a sus hijos en materia de nuevas tecnologías.


Pese a que en internet existen filtros de seguridad para restringir contenidos destinados a un público mayor de 18 años, cualquier persona puede alterar sus datos para acceder a ellos, un ejemplo es la pornografía.


Ante esto, Moreno dice que las características del desarrollo de los niños varían según la edad y otras circunstancias. Pese a ello, “ni a los 13 y mucho menos a los 8 años el niño o preadolescente está emocional o cognitivamente preparado para acceder a dichos contenidos”.


“Los contenidos pornográficos muestran de manera explícita escenas sexuales descontextualizadas y en ningún momento facilita la educación en la intimidad y la protección de la misma, a través de la autoestima. Esto podría confundir la manera de relacionarse con los demás, que podrían ser vistos como puro objetos de satisfacción de los deseos”.


El director general de Kaspersky Lab Iberia, Alfonso Ramírez, insta a los padres a evitar la exposición al peligro de sus hijos a través de una educación temprana sobre los peligros en la red y el valor de la privacidad. Ramírez ofrece además un programa especializado: el software de seguridad Kaspersky Safe Kids, que permite a los padres monitorizar los cambios de lista de amigos de sus hijos "antes de que ellos mismos se causen daños".


Pero, ¿hasta qué punto el control parental puede suponer una intromisión en la propia privacidad del hijo? La psicóloga infantil Alejandra García Puello destaca que es fundamental crear un clima de confianza de modo que los niños se sientan cómodos para contar lo que les ocurre. “Muchos padres ejercen un control excesivo al creer que así conseguirán alejar a sus hijos de situaciones dañinas, sin embargo esto puede generar el efecto contrario”.


Desde el Equipo especializado en Menores de la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) se reconoce que internet “no es más que una extensión del mundo físico en el que nos movemos a diario”, por lo que su nivel de seguridad es comparable al de nuestras calles y plazas. La cuestión es que, en el caso de los menores, el peligro está en la falta de madurez, la propensión a no pensar a largo plazo y la necesidad constante de autoafirmación y pertenencia de grupo.


“No podemos olvidar que nuestra mayor arma es la educación. Madres y padres somos un referente para los menores. Nuestras actitudes y comportamientos representan un modelo a seguir, ya sea consciente o inconscientemente por su parte”, recalcan.


Hablar con los hijos sobre sus experiencias y preocupaciones, fomentar la creatividad online de los pequeños y publicar con ellos algún post antes de que lo hagan solos, educar sobre el valor de la intimidad, establecer reglas sobre el uso de la webcam y vigilar que las cumplan así como crear un clima de confianza e invitar a los hijos a que enseñen sus habilidades con las nuevas tecnologías son algunos de los consejos que lanza Kaspersky a los padres.


“Los padres deben ser ejemplo. No podemos educar en el valor de la sinceridad y luego que nuestros hijos nos vean mentir en otras situaciones, ante todo debemos actuar con coherencia”, asevera Sergio Moreno.

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