“Si el periodista hace bien su trabajo enfadará a mucha gente”

-¿Cree que hoy sería posible que un periódico provocara la dimisión del presidente de Estados Unidos, como ocurrió con el Watergate hace más de 40 años?

-Creo que sí. Los elementos periodísticos de investigación son ahora mejores que antes porque, gracias a la tecnología, tenemos modos nuevos para investigar a la gente. Es mucho más fácil encontrar datos y varios periódicos mantienen como religión hacer investigaciones, pero es verdad que hoy hay menos periodistas empleados que entonces.

-¿Existe entonces un periodismo de doble velocidad, el que se dedica a la investigación y el que escribe minuto a minuto?

-Para las investigaciones casi siempre necesitas a alguien que se especialice en ello. Pero yo tuve un periodista que ganó el Pulitzer y era un redactor de Deportes que escribía dos ves al día. Y lo ganó porque mientras hacía su reportaje descubrió cosas increíbles que pasaban delante de su nariz.

-¿Qué periodismo se enseña en las facultades?

Lo mismo que enseñaban hace 10 años. Nosotros trabajamos mucho con las universidades que quieren saber qué tienen que enseñar. La mayoría de los profesores no están trabajando en todo este cambio digital y se especializan en el trabajo tradicional. Y es difícil para ellos cambiar, igual que lo es para los periodistas. Es un problema grande.

-¿Cómo se aborda una reconversión hacia lo digital sin un billonario detrás como Jeff Bezos, propietario de Amazon, y desde 2013 de su diario?

-Nuestro cambio de cultura pasó antes de que llegara él y fue muy lento y doloroso. Empezamos en internet en 1995 y han sido muchos años esperando, intentando cambiar. Lo que digo a los periódicos que lo están intentando es que tienen que ir mucho más deprisa, que no se puede esperar. La crisis económica en nuestra profesión es demasiado grande.

-Comenta que un seguidor puede colgar una información en su muro de Facebook solo por el titular, sin leerla. ¿No es triste?

-No creo que nadie cuelgue algo por un titular si no tiene confianza en que es algo bueno. Puede ser alguien que conoce tu periódico, tu trabajo, el tema... Tenemos que tener confianza en que cuando la gente te cuelga en su muro es porque sabe que eso va a ser bueno, lo hayan leído o no.

-¿Se sigue viendo el periodismo como algo romántico?

-No. En las encuestas, la valoración de la profesión del periodista siempre es baja. No estamos en una profesión para hacer películas sino un trabajo muy difícil, que es encontrar las cosas en la sociedad que están equivocadas e intentar arrojar luz sobre ellas para que se puedan corregir. Y no es un trabajo fácil. Si lo haces bien vas a enfadar a mucha gente, pero no estamos aquí para ganar popularidad sino para hacer una sociedad mejor.

-Arrojar luz a lo que necesita luz. ¿Dónde hace falta iluminar más?

-¡Uff! Mires donde mires hay cosas horribles. Para mí, lo importante son los gobiernos porque tienen el poder y la investigación sobre cómo gastan el dinero público es increíblemente importante. Y luego está la crueldad, las cosas terribles que pasan. Tenemos que seguir dando luz a eso. Las grandes tragedias humanas y el comportamiento de los gobiernos; la injusticia en general dividida en estos dos sitios.

-¿Quiénes se disputarán la presidencia de Estados Unidos?

-¡Ni idea! ¡No lo sé! Va a ser muy difícil con lo que ha pasado con Clinton perdiendo en Míchigan. Lo que hemos visto es que no sabemos nada de nada. Será muy interesante, incluso más grande que lo de Obama. Yo creí que nunca vería algo más importante que el primer presidente afroamericano en los Estados Unidos. Pero el interés en esta elección es enorme comparado con hace ocho años.

-¿Cómo se ve en su redacción la situación política española?

-La política española casi siempre se centra en Cataluña: ¿Se va a ir o no del país? Y los ojos internacionales de ‘The Washington Post’ están sobre la situación de las migraciones en Grecia, Siria... Todo lo que ha pasado ha sido una historia enorme.