Los inmigrantes tienen valores similares a los del país de destino en sólo una generación

Un estudio ha llegado a la conclusión de que los hijos de inmigrantes tienden a razonar de una manera más típica a la de la población del país.

Los estilos de pensamiento de las personas migrantes y los valores sociales cambian rápidamente en una sola generación para ser más similares a los de la sociedad general a la que se han trasladado a vivir, según concluye una nueva investigación.


Este estudio, dirigido por la Universidad de Exeter, en Inglaterra, ha llegado a la conclusión de que los hijos de las personas que emigraron a Reino Unido tienden a pensar y razonar de una manera más típica a la de la población en general del país. Este hallazgo alivia los temores de que las comunidades que migran no se integrarán debido a las diferencias psicológicas, según los autores.


El trabajo, financiado por el Consejo de Investigación Económica y Social británico (ESRC, por sus siglas en inglés) y publicado este miércoles en la revista 'Plos One', contó también con expertos de las universidades de Durham y Edimburgo. Se evaluaron a miembros de la comunidad bangladesí británica en Tower Hamlets, un municipio del este de la ciudad de Londres, donde los bangladesíes británicos constituyen el 32 por ciento de la población total.


El equipo quería ver si las diferencias culturales previamente observadas en las características psicológicas cambiaron a lo largo de una sola generación. Para ello, evaluó a 108 migrantes de primera generación, personas que nacieron y se criaron en Bangladesh y se habían trasladado a Reino Unido después de los 14 años de edad. También analizaron a 79 migrantes de segunda generación, personas nacidas y criadas en Reino Unido de dos migrantes bangladíes británicos de primera generación.


De acuerdo con investigaciones anteriores, se encontraron diferencias en las características psicológicas de los inmigrantes de primera generación, en comparación con los no migrantes cuyos padres han nacido y criado en Reino Unido. Un ejemplo fue que británicos de Bangladesh de primera generación tendían hacia el colectivismo, lo que significa que estaban más orientados a la familia, centrados en la comunidad y motivados por el trabajo en equipo, al igual que los individuos de otras sociedades no occidentales orientadas a la familia, mientras los no inmigrantes que viven en la misma zona del este de Londres tienden a ser menos colectivistas, en promedio.


Otro ejemplo es cómo las personas explican las acciones de otras personas. Los no migrantes, al igual que la gente de otros países occidentales, tendían a explicar las acciones de otras personas en términos de las propias disposiciones intrínsecas de esa persona. Por ejemplo, se podría decir que un estudiante que suspendió un examen lo hizo porque el estudiante era poco inteligente o perezoso.


Los que habían emigrado de Bangladesh contaban el resultado de una manera similar a las personas de otros países no occidentales, explicando los mismos hechos en términos de situaciones en lugar de disposiciones. Por ejemplo, podían decir que un estudiante que suspendió un examen lo hizo debido a la falta de apoyo o la presión agobiante por triunfar académicamente.Uua integración más eficaz de lo que se creía

En tan sólo una generación, estas diferencias se habían reducido significativamente. En promedio, los bangladesíes británicos de segunda generación mostraron menos colectivismo que sus padres y eran más propensos a culpar a las disposiciones individuales en lugar de situaciones por las acciones de otros, un cambio que se produjo a pesar de que ellos conservaban muchas similitudes culturales con sus padres. Por ejemplo, casi todos eran musulmanes y eran hablantes fluidos de bengalí.


Para el autor principal, el doctor Alex Mesoudi, profesor asociado de Evolución Cultural en la Universidad de Exeter, cree que los hallazgos sugieren que las comunidades pueden integrarse en sólo una generación mucho más eficazmente de lo que se asume habitualmente.


"Este estudio debería disipar los temores de que los migrantes no lograrán integrar debido a las diferencias sociales y culturales inalterables, Las encuestas han demostrado que la mitad de los británicos cree que no se puede ser verdaderamente británico a menos que se tenga ascendencia británica, pero nuestro estudio muestra un cambio rápido en una sola generación hacia los mismos valores y estilos de pensamiento, incluso aunque los bangladesíes británicos de segunda generación mantuvieron su sentido de identidad heredada a través de la lengua y la religión", afirma.


"Mientras que por un lado el cambio observado en la segunda generación puede ser visto como bueno en el sentido de que puede fomentar una mayor integración de los grupos de migrantes con la sociedad más amplia de Reino Unido, por el contrario, es una pena que valores menos típicos de la moderna sociedad británica de hoy en día, como estrechos lazos familiares y apoyo de la comunidad, se están perdiendo", añade este experto.


El proyecto de investigación se originó cuando el doctor Mesoudi estaba dando conferencias de Psicología en la Universidad Queen Mary de Londres, en el este de Londres, y sus alumnos, muchos de los cuales eran británicos de Bangladesh de segunda generación, se interesaron en la investigación sobre la integración cultural, los cuales comenzaron a estudiar sus pares, con una exitosa aplicación de la financiación del CERS.


"Los miembros de la comunidad bangladesí británica a menudo dicen que no siempre está claro lo que significa o conlleva la "integración" y que las percepciones dominantes negativas de los inmigrantes pueden ser una barrera para el éxito de la integración. Entender mejor los cambios psicológicos que se producen en las comunidades de migrantes y los factores que influyen en la integración puede ayudar a aclarar estas cuestiones y contrarrestar las falsas percepciones", concluye Nasima Akhter, quien participó en la recopilación de datos.

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