El cineasta neoyorquino Woody Allen ha visitado este martes Oviedo junto con su mujer, Soon-Yi, en un viaje privado que ha aprovechado para pasear por las calles del centro de la capital asturiana y degustar en un restaurante especializado pescados y mariscos del Cantábrico.

El director, guionista y actor, que en 2002 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y que dirige una producción operística que esta noche estrena el Teatro Real en Madrid, es un amante declarado del Principado y de hecho en 2007 eligió localizaciones de la región para rodar algunas de las escenas de la película 'Vicky Cristina Barcelona', protagonizada entre otros por Javier Bardem y Penélope Cruz.

Allen y su mujer han estado acompañados de un reducido grupo de personas, entre las que se encontraba el exdirector de la Fundación Oscar Niemeyer y que fue director de Artes Escénicas del Ayuntamiento de Madrid hasta el año pasado, Natalio Grueso.

Han paseado por las calles del centro de Oviedo, que desde 2003 luce una estatua en bronce de estilo hiperrealista, obra del escultor asturiano Vicente Santarua, que reproduce la figura del cineasta caminando.

Es el homenaje que la ciudad le rindió en agradecimiento por las bellas palabras que Allen dedicó a Oviedo en su visita para recoger el Premio Príncipe de Asturias.

"Oviedo es una ciudad deliciosa, exótica, bella y peatonalizada; es como si no perteneciera este mundo, como si no existiera...Oviedo es como un cuento de hadas", dijo el cineasta, cuyas palabras acompañan la estatua que inmortalizó su paso por la capital asturiana.

Tras pasear por el centro, vestido con sus clásicos pantalones de pinzas y camisa de color amarillo pálido, sus inconfundibles gafas de pasta negras y un sombrero para protegerse del sol, Woody Allen y sus acompañantes se han dirigido a uno de sus restaurantes predilectos en la ciudad en el que probó por primera vez los percebes durante su primera visita a Asturias.

Allí, ha degustado mariscos y pescados del Cantábrico, jamón ibérico y postres variados, entre ellos tejas y chocolates, por los que, según dicen, tiene debilidad.

Tras otro breve paseo, el autor de películas tan emblemáticas como 'Manhattan', 'Annie Hall' o 'Hannah y sus hermanas' ha regresado para descansar al Hotel de la Reconquista.