Cervantes, 400 años después, reconocido como Hijo Adoptivo de Esquivias (Toledo)

Hay historiadores que aseguran que el "Lugar de Esquivias" era el "lugar de la Mancha" de cuyo nombre no quería acordarse Cervantes.

Casi 400 años después, Esquivias, en Toledo, ha rendido este jueves homenaje a quien fuera uno de sus vecinos más ilustres: Miguel de Cervantes Saavedra. En un solemne acto en el salón de plenos del Ayuntamiento, el pueblo de Esquivias ha concedido el "merecido y honroso" título de Hijo Adoptivo de la localidad al autor de El Quijote.


La relación de Cervantes con Esquivias surge tras contraer matrimonio, el 12 de diciembre de 1584, con una esquiviana, "discreta y silenciosa", Cataliza de Palacio y Salazar, nombrada también hoy Hija Predilecta de la villa.


Los siguientes tres años los pasó Cervantes en este pequeño pueblo de la comarca de La Sagra toledana, un lugar "donde encontró la paz, algo que no había tenido en su vida", como ha reseñado José Rosell, presidente de la Sociedad Cervantina.


"Esquivias fue un remanso, un oasis en su vida", ha explicado Rosell, quien ha destacado que fue aquí donde encontró a algunos de los principales personajes de sus obras, entre ellos Sancho Panza, el "fiel escudero" de Don Quijote.


Hay historiadores que incluso aseguran que el "Lugar de Esquivias" como por aquella época se llamaba, era el "lugar de la Mancha" de cuyo nombre no quería acordarse Cervantes. Han sido Rosell y la Sociedad Cervantina quienes más se han "empeñado" en que Cervantes tuviera un "merecido" homenaje y el "título debido" en esta localidad, y así se lo trasladaron a la alcaldesa, Elena Fernández de Velasco, en 2011.


El nombramiento fue finalmente aprobado por unanimidad en el pleno del Ayuntamiento celebrado el 26 de marzo de 2015, como "público reconocimiento de los grandes méritos contraídos por su conducta ejemplar, observada reiteradamente en pro de los intereses morales y materiales de esta villa".


El pergamino que reconoce los títulos de Hijo Adoptivo e Hija Predilecta de Cervantes y su mujer, Cristina Palacios, los ha recogido Susana García, responsable de la Casa Museo de Cervantes, instalado en el lugar donde residió el matrimonio.