La solución al puzzle de la tarea de selección de Wason

Para llegar a la solución correcta del rompecabezas de Wason hay que darle la vuelta a dos cartas: la que muestra un ocho y la que tiene el reverso marrón. ¿Y por qué? Porque solo una carta con un número par y un color que no sea rojo puede invalidar la proposición del enunciado.

Si se le diese la vuelta a la carta con el 3, da igual que el reverso sea rojo o marrón, ya que esto no invalida la proposición; y lo mismo ocurriría con la carta roja, da igual que la otra cara sea par o impar. Sin embargo, si la carta con un ocho tiene el reverso marrón o la carta marrón tiene un número par en la otra cara, la regla no se cumple y se obtiene la respuesta. Por eso, solo se le debe dar la vuelta a estas dos cartas.¿Por qué no acierta en 90% de la población?

Existen varias teorías para explicar por qué la gente falla al realizar por primera vez este acertijo. Hay quien cree que el rompecabezas es difícil debido a la estructura lógica de sus reglas, pero también la gente que opina que las palabras con las que se explica el enunciado conducen a error.

En su libro de 2011, 'Pensar rápido, pensar despacio (Debate)', el psicólogo y premio Nobel de economía Daniel Kahneman popularizó la teoría del proceso dual, que fue anticipada por Wason y que explicaría por qué cuesta tanto resolver el acertijo del psicólogo. Según Kahneman, la forma en que se plantea un problema puede hacer que, para resolverlo, utilicemos dos sistemas cognitivos diferenciados: el sistema antiguo (o 'sistema 1' en la teoría del proceso dual) que es más rápido, y el sistema nuevo ('sistema 2') que es más lento.

Kahneman expresó que, cuando nos enfrentamos a cualquier problema, ambos sistemas luchan por imponerse y, en el caso de la tarea de selección de Wason, suele ganar el sistema antiguo que utiliza atajos mentales para alcanzar antes la solución correcta. El 90% de la población tiene a escoger los elementos que aparecen en el enunciado del problema: el número 8 (que sería correcto) y la carta roja (que sería incorrecta). Darle la vuelta a la carta roja no tiene lógica, porque descubrir un número par en la otra cara no viola la regla propuesta en el enunciado, pero nuestro sistema antiguo nos dice que es una buena idea.