​El Museo Vaticano albergaba dos momias falsas

Los análisis de las momias comenzaron hace aproximadamente un año.

El Museo Vaticano albergaba entre las obras de su patrimonio a dos momias falsas, correspondientes a la primera mitad del siglo XIX, cuando se despertó una "momiamanía" coincidiendo con la campaña de Napoleón en Egipto y el descubrimiento de la piedra Rosetta, según ha explicado la experta del Museo Vaticano, Alessia Amenta.


Los análisis de las momias comenzaron hace aproximadamente un año y una de ellas ya ha sido restaurada (la otra está en proceso). Ambas miden cerca de 60 centímetros de longitud, según ha informado el 'Corriere de la Sera' este miércoles, tras su presentación.


"Los resultados del análisis revelaron las mismas marca en ambas. Los vendajes son de la época faraónica (2.000 a.C.), pero cubiertos con una resina que no está en Egipto, sino en Europa", ha explicado Amenta, quien ha incidido en que estas momias estaban "diseñadas para engañar a los incautos coleccionistas".


"La cara infantil representada en las vendas se dibuja en un papel de aluminio recubierto con resina para dar una apariencia de un antiguo dorado amarillo: se trata de una técnica típica del siglo decimonónico inglés", ha aseverado la conservadora del museo.


Los viajantes que incluían a Egipto en sus 'grandes tours' hace do siglos anhelaban volver a casa con una momia para mostrarla a sus amigos. Esta práctica era habitual sobre todo entre los británicos, que a su vuelta procedían a deshacer los vendajes.


No obstante, la mayor parte de las veces, para su sorpresa, dentro de la maraña de vendas dispuestas para simular la propia momia no había nada, o se encontraban con una pila de huesos de aves en lugar del cuerpo embalsamado de un niño o un gato.