​Un láser transforma los materiales en hidrofóbicos, hasta hacer botar el agua

Son útiles para prevenir el moho, evitar la formación de hielo o en equipamientos sanitarios.

Hasta ahora el efecto hidrofóbico se conseguía con recubrimientos temporales
​Un láser transforma los materiales en hidrofóbicos, hasta hacer botar el agua

Científicos de la Universidad de Rochester han utilizado láseres para transformar los metales en extremadamente repelentes al agua y crear materiales super-hidrofóbicos sin necesidad de recubrimientos temporales. Es tal la fuerza con la que estas superficies repelen el agua, que las gotas llegan a botar sobre ellas.


Los materiales super-hidrofóbicos son útiles para prevenir el moho, evitar la formación de hielo o incluso para usar en equipamientos sanitarios. Sin embargo, como explica el autor principal del trabajo, Chunlei Guo, la mayoría de estos materiales se basan en recubrimientos químicos.


En este nuevo estudio, publicado en 'Journal of Applied Physics' Guo y su equipo han descrito una técnica de láser modelado, potente y preciso, que crea un modelo complejo de microestructuras a nanoescala para dar a los metales nuevas propiedades. Este trabajo se basa en una investigación anterior realizada por el equipo.

Guo afirma que el uso de esta técnica puede crear superficies multifuncionales que no sólo son super-hidrófobas sino también altamente absorbentes ópticamente.


El científico ha añadido que, una de las grandes ventajas de este proceso nuevo es que "las estructuras creadas por el láser sobre los metales son parte intrínseca de la superficie del material". "Eso significa que no se borra. Y son estos patrones los que hacen que los metales repelan el agua", ha añadido.


"La fuerza del material es tan fuerte a la hora de repeler el agua, que el agua realmente rebotó sobre él. Entonces cae en la superficie otras vez y rebota de nuevo, para acabar rodando fuera de la superficie", ha explicado Guo. Todo ese proceso supone menos de un segundo.


Los expertos han señalado que los materiales que Guo ha creado son mucho más resbaladizos que el teflón, un material también hidrofóbico pero que no llega a ser super-hidrofóbico. La diferencia es que para hacer rodar el agua por un material revestido de teflón, hay que inclinar la superficie en un ángulo de casi 70 grados. En el caso de la nueva técnica, esto sucede con un ángulo menor de 5 grados.