La burocracia obliga a traslados sanitarios absurdos

No se tienen en cuenta los criterios de proximidad geográfica, sino de pertenencia a una comunidad.

Un hombre sufre un infarto cerebral en Orea, Castilla la Mancha. El médico del pueblo decide llamar a una UVI móvil y un helicóptero. El traslado es aéreo hasta Albacete a 251 kilómetros. No se hizo a Teruel, a 77 km, simplemente porque Teruel pertenece a Aragón.


Otro caso. Una mujer se corta un dedo en Elciego, Álava. Se va a Logroño, a 12 km, pero le dicen que no, acaba en San Sebastián a 175 km porque ella era vasca.


Eduardo sufre un accidente de moto en Castro Urdiales, Cantabria. La ambulancia lo lleva a Cruces, Vizcaya, a 30 km, pero allí le dicen que debe ser atendido en Valdecilla, a 95 km, otra vez de vuelta a Cantabria. Y estos son sólo algunos ejemplos.