Una pulgada más o menos parecen no importar, pero en realidad pueden marcar la diferencia para que el usuario se encuentre cómodo con su dispositivo. Las mini tabletas de ocho pulgadas son más pequeñas, ligeras y manejables que sus hermanos mayores de diez. LG fabrica uno de los mejores dispositivos de este segmento, el LG G Pad, no en vano, Google la ha elegido para lanzar una Google Edition, es decir una versión con Android pura marca de la casa.

Una combinación perfecta de cristal, aluminio y plástico convierten al LG G Pad en una tableta de diseño cuidado sin penalizar sus dimensiones y peso, que se mantienen en los 8,3 milímetros de grosor y los 338 gramos.

La pantalla es lo más importante de un tablet y la del LG G Pad es una maravilla, destaca por su brillo y claridad, y no tiene nada que envidiar a la retina de Apple o a la del Nexus 7, con una resolución de 1920 por 1200 px, que en sus 8,3 pulgadas dejan una densidad de píxeles de 273 ppi.

Su tamaño es perfecto para la lectura, ya que se asemeja mucho al de un libro, y lo hacen un dispositivo muy portátil que cabe en prácticamente cualquier bolso (e incluso en algún bolsillo grande, pero se quedará pequeño para aquellos acostumbrados a tabletas más grandes que permiten visualizar mejor las páginas web.

Potencia no le falta, con el Snapdragon 600 de cuatro núcleos a 1,7 Ghz y 2 GB de RAM Android 4.2.2 funciona fluido y sin demoras. Aunque solo tiene 16 GB de almacenamiento interno, se agradece que hayan incluido una ranura para tarjetas Micro SD para ampliar su capacidad.

La batería de 4.600 MAH se comporta muy bien ofreciendo hasta ocho horas de uso continuo y días de uso esporádico sin pasar por el enchufe.

El LG G Pad no tiene una gran cámara de fotos, pero sale al paso con sus 5 Mpx si las condiciones de luz son óptimas y es capaz de grabar vídeo de calidad 1080p. La lente frontal de solo 1.3 Mpx sirve para hablar por Skype y poco más.

Por otro lado, los altavoces integrados en la tableta son sin duda una de sus debilidades, pues si bien tienen una potencia considerable, la calidad de sonido es un poco metálica y los más melómanos tendrán que hacer uso de auriculares o altavoces para disfrutar de su música como es debido.

Un ecosistema de aplicaciones propio

LG, al igual que otros fabricantes, han construido su propio ecosistema de aplicaciones alrededor de Android para tratar de aportar un valor añadido que hagan al usuario apostar por la marca.

Lo más destacado del G Pad es la posibilidad de utilizar aplicaciones como el navegador, el reproductor de vídeo, el calendario, el email… en una pequeña ventana secundaria en cualquier momento, sea cual sea la aplicación que estamos utilizando. Asimismo permite tomar notas ‘a dedo alzado’ sobre la pantalla, para luego guardarlo a modo de recordatorio o, por ejemplo, enviarlo por email.

Otras aplicaciones, como Life Square, un aglutinador de redes sociales, Quick translator, que traduce cualquier texto a otro idioma con solo captarlo con la cámara del tablet, Quick remote, que permite usar la tableta como si fuera el mando del televisor… están muy bien, pero no dejan de ser aplicaciones comunes como otras tantas que se pueden encontrar en Google Play.

Por sus 250 euros el LG G Pad es una gran opción para aquellos que quieran un pequeño ‘tablet’ Android que llevar a todas partes o para disfrutar leyendo tranquilamente en el sofá.