Aplicaciones médicas y de ocio

Tecnología que lee la mente

La tecnología ya ha empezado a leernos la mente y Zaragoza es clave en su desarrollo, sin embargo es en Japón donde estos avances están comenzando a llegar al mercado.

Las orejitas que marcan el estado de ánimo
Tecnología que lee la mente

Mover robots con solo pensarlo es posible, pudimos verlo hace ahora tres años en Zaragoza. Por aquel entonces, la Universidad de Zaragoza - organizadora del evento más prestigioso de robótica a nivel mundial, el 'Robotics: Science and Systems' - presentó un proyecto para controlar con impulsos cerebrales los movimientos de un robot, que desarrollaron en el Grupo de Robótica del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A).


Dos jóvenes voluntarios, con un gorro con electrodos en la cabeza, se concentraron en los movimientos que querían que hiciera el robot, que recibía, a través de una red inalámbrica de comunicación, las señales mentales previamente procesadas por un ordenador.


Otro invento muy interesante desarrollado por Bit&Brain Technologies (spin-off de la Universidad de Zaragoza), es el denominado Brain Up que incrementa en torno a un 20% la memoria y las habilidades cognitivas en solo cinco días. Ahora, intentan validar su utilidad de esta máquina para tratar la depresión. “Esta tecnología es muy relevante y todavía lo va a ser más en un futuro cercano, en el queen el que, según la Organización Mundial de la Salud, cientos de miles de personas van a sufrir depresión” explica el profesor de la UZ Javier Minguez.


Pero esta tecnología no sólo tiene una aplicación médica. “Las grandes compañías de videoconsolas están muy interesadas en en estos avances”, explica Minguez. “Con la Wii descubrieron la importancia de reinventar el modo en el que el usuario interactúa con los juegos, el control con ondas cerebrales podría ser clave en el futuro de los videojuegos”.


Mientras esperamos a ver si interactuamos con Mario con la mente, una versión mucho más prosaica de estos avances están llegando al mercado y, como no, todo ha empezado en Japón.


Unas orejitas para mostrar si estás contento o triste




El pasado CES, la compañía japonesa Neurosky presentó unas simpática orejitas de conejo, capaces de captar las ondas cerebrales del usuario y traducirlas para, en función de su estado de ánimo, moverlas en un sentido o en otro. De este modo, si estamos tristes las orejitas se moveran hacia abajo, mientras que si estamos contentos apuntarán hacia el techo.


Además de esta casi anecdótica función, las Neurosky Brainwave Cat Ears se conectan si cables a través de bluetooth con dispositivos de Android, Windows e iOS, para ejecutar sencillas aplicaciones utilizando la mente.


A pesar de no tener un carácter práctico, esta curiosa diadema es una muestra de lo que la tecnología ha logrado hacer interpretando las ondas cerebrales. Si quieres unas puedes comprarlas en su página web por 70 dólares.


Un DJ automático según tu estado de ánimo


 

En la misma línea que las Brainwave Cat Ears, se han presentado recientemente los Mico Headphones, unos auriculares que aseguran son capaces de interpretar el estado de ánimo del usuario para elegir la música que va a sonar.


“Ambos inventos miden una parte muy pequeña del cerebro” critica Javier Minguez, “lo equivalente a un pulgar, para obtener buenos resultados es muy importante la calidad de los sensores y la superficie que miden, y en este caso es claramente insuficiente”.


Por el momento, esta tecnología, al menos en su versión mercantil, parece estar todavía en pañales, pero Minguez asegura que en un futuro no muy lejano interactuaremos con nuestro ‘gadgets’ directamente con nuestro cerebro. “Hara falta un aprendizaje en ambos sentidos, las máquinas deberán aprender a interpretar nuestras ondas cerebrales, ya que las de cada usuario son distintas. Por otro lado, el usuario también deberá aprender a comunicarse con sus ‘gadgets’ de una manera totalmente nueva”.


El pelo, un problema

Uno de los grandes problemas de este tipo de tecnología es el pelo, ya que actúa como aislante y la mayoría de cabezas están llenas de él. En Estados Unidos ya trabajan en sensores que se colocan dentro de la cabeza, pero tanto en Europa como en los ‘gadget’ que se desarrollan en Japón se ha optado por tecnología no invasiva. Después de todo ¿quién está dispuesto a dejar que le abran la cabeza para mover unas orejitas de gato?


Habrá que esperar a ver si las aplicaciones y calidad de estos avances aumentan. Por el momento el saque de honor del Mundial de Fútbol de Brasil podría ser una demostración al mundo de esta tecnología. Investigadores de la Universidad de Duke afirman que “el saque de honor de la Copa del Mundo podría ser efectuado por un adolescente con parálisis que saltaría al césped portando un traje robótico —un exoesqueleto— confeccionado a la medida de su cuerpo y ceñido a sus piernas. Sus primeros pasos por el campo serán controlados por señales motoras originadas en su cerebro y, desde allí, enviadas a una mochila computadora, del tamaño de un portátil, que nuestro paciente llevará a la espalda”. Lo que está claro, es que un sorprendente futuro está a la vuelta de la esquina