Brasíl

Caos en el carnaval de Río

Los más de treinta grados y la sensación de estar en una ratonera de dos millones de personas derivaron en un auténtico caos.

Comenzaba el Bola Preta, la mayor fiesta del Carnaval de Río de Janeiro. E intentaban conseguir el récord Guiness de la mayor comparsa carnavalesca del mundo.


Cuatrocientas fiestas callejeras animaban a los dos millones de personas que acudían el sábado al centro de la ciudad.

Pero los más de treinta grados y la sensación de estar en una ratonera derivaron en un auténtico caos.


Los nervios comenzaban a aflorar. Miles de personas intentan zafarse de la agonía, sin poder moverse y sin saber cómo escapar. El calor hizo el resto.


La muchedumbre intenta ponerse a salvo encaramándose al techo de varios coches de policía. Pero son demasiados. Los agentes dispersan al gentío, que cada vez está más agitado.


Un hombre, ayudado por el resto, coge en volandas a una joven que acaba de desfallecer y la ponen a salvo en el interior de un coche patrulla.


Los agentes también asisten a un niño, a quien alejan de la multitud. Pero hay tanta gente que es imposible despejar la zona.


Las fuerzas empiezan a flojear. Los más débiles lo notan. Desfallecen varias mujeres, que tienen que ser asistidas por el resto.


Las ambulancias no dan abasto. La tensión es tanta que hasta se producen peleas.


El Bola Preta comenzó en 1918 y es uno de los principales atractivos del carnaval. Las autoridades estudian lo sucedido para que el carnaval de Río siga siendo un lugar seguro donde seguir derrochando música y color.