Normativa sobre tabaco en la UE

Europa aumentará los mensajes disuasorios del tabaco y prohibirá el aroma adicional

La Comisión Europea apuesta por incluir más mensajes disuasorios en los paquetes de tabaco y por prohibir aditivos que como el mentol mejoran su aroma y sabor.

La Comisión Europea (CE) apostó por la inclusión de más mensajes disuasorios en los paquetes de tabaco y por la prohibición de aditivos que, como el mentol, mejoran su aroma y sabor como medidas para combatir su consumo en la Unión Europea. 


Estas son las novedades más destacadas de la nueva directiva sobre el tabaco y los productos derivados presentada por el comisario europeo de Sanidad y Consumo, Tonio Borg, y cuya elaboración estuvo marcada por la dimisión de su predecesor, John Dalli, y por las críticas del sector tabaquero.


Se trata de una normativa "ambiciosa y equilibrada", cuyo principal objetivo es reducir la actual proporción de fumadores en la población europea (27 %) en un 2 % durante los próximos años, y que hace énfasis en evitar que los jóvenes comiencen a fumar, explicó Borg en conferencia de prensa.


Para ello, todas las cajetillas de cigarrillos y paquetes de tabaco de liar deberán presentar una "advertencia sanitaria combinada de imagen y texto" que cubra tres cuartos de la superficie de todas sus caras, un aumento significativo con respecto a la talla fijada por la norma actual para dichos mensajes (entre el 30 % y el 50 % del empaquetado).


Las imágenes disuasorias mostrarán los efectos del tabaco en la salud -como las ya empleadas en varios Estados miembros, entre ellos España-, aunque deberán provenir de una "biblioteca común" de la UE, según Borg, quien mostró el ejemplo de una fotografía que compara los pulmones de un fumador y de un no fumador.


Además, la actual obligación de informar en el envoltorio sobre el contenido de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono será sustituida por un mensaje especificando que el humo de tabaco "contiene más de 70 sustancias que causan cáncer".


Los Estados miembros, no obstante, podrán permitir la venta de "empaquetados neutros" en casos "debidamente justificados", precisó la Comisión. Otra novedad importante es la prohibición de los cigarrillos y el tabaco de liar que incluya "aromas fuertes característicos", como el mentol o la vainilla, así como de los aditivos que aumenten la toxicidad y el potencial de adicción del tabaco. 

Sin sabor añadido

El texto de la directiva no menciona ningún aroma concreto, y permite la utilización de los mismos en "proporciones débiles" de modo que el añadido no oculte el sabor del tabaco. "El tabaco debe parecer tabaco y saber como tabaco", dijo el comisario, quien señaló que determinadas novedades introducidas por los fabricantes como "los paquetes que parecen cosméticos o golosinas" o los cigarrillos con sabor a fresa y chocolate hacen a estos productos "más atractivos para los jóvenes". 

Mantiene la prohibición a la pasta de tabaco

La directiva mantiene la prohibición de venta de pasta de tabaco de consumo oral (llamada "snus"), con la excepción de Suecia, mientras que todos los productos de "tabaco sin humo" deberán llevar advertencias sanitarias en sus envoltorios y no podrán contener aditivos de sabor.


Un producto de este tipo son los cigarrillos electrónicos, cuya venta se permite con la citada advertencia y siempre que contengan un nivel de nicotina limitado. "No estamos prohibiendo el fumar, sino regular este aspecto para que todos los ciudadanos sepan lo que están fumando", dijo Borg, quien se mostró confiado en que "la mayoría de ciudadanos europeos estará de acuerdo con la directiva".


Diversas asociaciones del sector sanitario y organizaciones políticas acogieron con satisfacción la medida, entre ellas la Alianza Europea de la Salud Pública (EPHA) y los partidos Popular y Socialista europeos (PPE y PSE), mientras que el grupo de los verdes lamentó que esta no contenga disposiciones más precisas y ambiciosas.


Las enfermedades relacionadas con el tabaco provocan cada año unas 700.000 muertes en los Veintisiete, y generan un gasto anual de 25.300 millones de euros para los sistemas sanitarios nacionales, según datos de la CE.


La directiva tiene que recibir ahora el visto bueno del Parlamento Europeo (PE) y de los Veintisiete, por lo que la CE prevé su entrada en vigor para 2014.