Sanidad

El creador de la vacuna de la rubeola vislumbra la del cáncer

El científico estadounidense Stanley Plotkin se encuentra centrado en curar el sida y la última prueba mostró una eficacia de la vacuna del 30%.

El científico estadounidense Stanley Plotkin, descubridor de la vacuna contra la rubeola, está convencido de que la vacunación puede también extenderse a enfermedades no infecciosas, como determinados tipos de cáncer o el alzheimer.


Tras participar en el encuentro "Forovax VI", celebrado esta semana en Pamplona, este profesor de la Universidad de Pensilvania (EEUU) ha confesado, en una entrevista con Efe, que, tras trabajar en el desarrollo de muchas vacunas, que ya se están utilizando, en estos momentos se encuentra centrado en el sida.


Al respecto, ha destacado que la última prueba contra el sida mostró una eficacia del 30%, lo que constata que es posible desarrollar una vacuna, aunque ahora "los esfuerzos están enfocados en mejorar esa vacuna experimental para aumentar su eficacia", ya que si se alcanza entre el 50 y 60 por ciento "es capaz de controlar una epidemia".


Junto al VIH, este científico está actualmente investigando la vacuna contra el citomegalovirus, una infección de la familia del herpes que causa anormalidades congénitas cuando se produce en mujeres embarazadas y que produce complicaciones "muy graves" en pacientes trasplantados.


"Estoy muy involucrado, muy implicado en el esfuerzo para desarrollar una vacuna que se pueda administrar a las mujeres antes de quedarse embarazadas para prevenir esta infección durante el embarazo", ha comentado Plotkin, cuya labor investigadora permitió en los finales de la década de 1970 descubrir la vacuna de la rubeola.


En esa época, las embarazadas que se infectaban con el virus de la rubeola daban a luz a niños con graves malformaciones, muchos de los cuales morían poco después, circunstancia erradicada al recibir la mujer dicha vacuna en la adolescencia.


"Me alegro mucho de haber podido ayudar pero las personas como yo, y hay muchísimos más como yo, siempre estamos pensando en los problemas del futuro, porque un problema, una vez que lo hayamos solucionado, ya no nos parece interesante", ha afirmado al rememorar ese logro científico.


Pero a su juicio no es la de la rubeola el "logro más importante" de la vacunación, sino la erradicación de la viruela, una enfermedad que "ha desempeñado un papel muy importante en la historia".


"No pretendo decir que los reyes son los más importantes, pero muchísimos reyes han muerto de viruela", ha dicho para valorar que en la actualidad cuando nace un niño en un país desarrollado tiene "una expectativa muy alta de que va a llegar a ser adulto", lo que no ocurría cien o doscientos años antes.


Esto "es un hecho histórico que yo creo que hoy en día no recordamos lo suficiente y tendemos a obviar", ha subrayado.

En cuanto a los retos más importantes, Plotkin ha resaltado que, junto a la vacuna contra el sida, están las de la malaria y la tuberculosis.


Sin poner fechas, porque no sabe "predecir el futuro", ha señalado que la vacuna más avanzada es la de la malaria, con una

eficacia probada del 50 por ciento, mientras que los primeros resultados de la tuberculosis se obtendrán en unos dos años.


Junto a estos retos, ha mencionado "otros objetivos para el futuro" como la lucha contra las infecciones hospitalarias y enfermedades no infecciosas, como los cánceres que no son causados por virus o el alzheimer.


Todas estas investigaciones se están viendo afectadas por la actual crisis económica, pese a su convencimiento de que "un dólar que gastamos en vacunas produce más beneficios, es mucho más productivo, que un dólar gastado en tratamiento".


Sin embargo, ha negado contemplar "un panorama pesimista". "Si yo fuese ministro de Sanidad, miraría los datos económicos y me parecería evidente que una vacuna va a ahorrarme dinero en el futuro", ha argumentado.