Cambio climático

Un mapa demuestra la disminución del grosor del hielo en el Ártico

La Agencia Espacial Europea muestra topográficamente la variación del grosor en esta zona, un dato clave para conocer la velocidad del calentamiento global.

El mapa interactivo de la ESA
ártico
ESA

Científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA, en sus siglas en inglés) mostraron hoy en Londres el primer mapa topográfico que refleja la variación del grosor del hielo en las regiones del Ártico a lo largo del año, un dato clave para conocer la velocidad del calentamiento global.


El mapa, presentado hoy en la institución científica británica Royal Society, ha sido creado a partir de imágenes tomadas por el satélite CryoSat-2 y muestra de forma dinámica y en detalle el grosor de las capas de hielo del océano Ártico y Groenlandia.


"Desde hace un par de años, la disminución en la extensión de los hielos en el Ártico bate nuevos récords. La tendencia es muy clara: se derriten, y mucho más rápido de lo pronosticado", explicó hoy Volker Liebig, director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA.


"Es posible que antes de mediados del presente siglo, el Ártico esté libre de hielo durante el verano, por lo que será navegable", pronosticó Liebig, quien también destacó la importancia estratégica de esta región, que alberga entre el 15 y el 20 por ciento de las reservas mundiales de gas y petróleo.


Este deshielo acelerado, fruto de la elevación de las temperaturas en las regiones del Ártico en los últimos cincuenta años, acelerará a su vez el calentamiento global, advirtió Liebig.


El satélite CryoSat-2 fue lanzado al espacio en abril de 2010 y supone la primera misión espacial europea dedicada a la monitorización de los hielos árticos, durante un período ampliable de tres años.


Cuando los científicos planificaron su lanzamiento, su objetivo era averiguar si las variaciones que se habían detectado en el manto helado del Ártico respondían al cambio climático o respondían sólo a las distintas estaciones del año, explicó Duncan Wingham, investigador del Natural Environmental Research Council.


"CryoSat nos proporcionará medidas detalladas para entender la velocidad a la que retrocede el hielo y nos permitirá entender mejor cómo este proceso afecta a la circulación oceánica en el Ártico", afirmó Wingham.


En junio de 2011, CryoSat-2 facilitó las fotografías que permitieron elaborar el primer mapa del grosor del hielo en el océano Ártico, pero esta es la primera vez que se logra un documento de este tipo que tenga en cuenta las variaciones estacionales.


La comunidad científica ya había demostrado la disminución anual de la extensión de los hielos árticos a causa del cambio climático, pero CryoSat-2 mide otro parámetro, el grosor del manto de hielo, tanto en tierra como sobre el océano, que no se había podido medir de forma global hasta ahora.


Para obtener estos datos, el satélite incorpora un altímetro de última generación y es capaz, además, de tomar imágenes a través de las nubes y en la oscuridad, lo que resulta de gran utilidad para retratar una región expuesta a duras condiciones climáticas durante gran parte del año.


Con los resultados de este proyecto, en el que participan alrededor de 150 científicos (una cuarta parte de ellos británicos) pertenecientes a doce universidades y a nueve institutos de investigación, los expertos esperan elaborar mapas detallados de la evolución del grosor del hielo año por año.


La publicación del mapa forma parte del programa de festejos con el que el Reino Unido celebrará el 50 aniversario de su presencia en el espacio, segundo país en lograrlo tras EEUU y antes de Japón.