Las primeras nevadas de la temporada cayeron a principios de mes augurando una buena campaña de invierno en las estaciones del Pirineo Aragonés y de Andorra. Ambos destinos ponen a disposición de los visitantes una amplia gama de propuestas que van desde las más atrevidas a las más relajantes.

Andorra

El Principado de Andorra se extiende en un enclave ideal para sacarle el máximo partido a la nieve. En su territorio es posible esquiar sobre más de 300 kilómetros, repartidos en 174 pistas. Éstas se ubican en las estaciones de Vallnord (Ordino Arcalis y Pal-Arinsal), Grandvalira (Pas de la Casa-Grau Roig y Soldeu-El Tarter) y La Rabassa. Además de esquí alpino y de esquí nórdico, se practican otros deportes con la nieve como protagonista. Uno de ellos es el trineo tirado por perros, que entre otros lugares, se lleva acabo en Vallnord. Una experiencia auténtica, en la que o bien se puede conducir el vehículo o bien se puede disfrutar como asistente de un musher experto. Otra actividad llena de adrenalina es la conducción de motos de nieve, en Grandvalira. A los más pequeños les espera Naturlandia, un parque lleno de secretos por descubrir. Uno de los más valorados por los visitantes es el tobotronc, el tobogán más largo del mundo en plena naturaleza. Más de 5 kilómetros por los que deslizarse sobre un trineo biplaza.

Pirineo Aragonés

Al norte de Aragón, el Pirineo hace de frontera natural con Francia. Sus montañas y su climatología favorecen la presencia de estaciones de esquí que abrirán sus puertas, si todo sale como está programado, a finales del mes de noviembre para estar operativas para el Puente de la Constitución. Formigal, Panticosa, Cerler, Candanchú y Astún son las estaciones de alpino a las que se unen los espacios nórdicos de Aragón. Este año, además, la estación de Formigal está de aniversario, ya que se cumplen 50 años desde su apertura. Por eso a lo largo de la temporada habrá sorpresas para celebrar por todo lo alto este medio siglo de vida. En el Pirineo Aragonés esperan otras actividades que completan una estancia invernal llena de opciones. Algunas son de lo más relajante como los balnearios, mientras que otras invitan a moverse como realizar paseos con raquetas por la nieve o experimentar con el Speed Riding (mezcla de esquí y vuelo).

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