Rufus T. Firefly: "No nos ceñimos solo a lo musical a la hora de crear una canción"

La banda madrileña regresa este viernes a Zaragoza (La Ley Seca, 22.00) para presentar en concierto su último album 'Nueve'

Rufus T. Firefly
Rufus T. Firefly

Víctor Cabezuelo (voz y guitarra), Carlos Campos (guitarra), Julia Martín-Maestro (batería) y Sara Oliveira (bajo) y Alberto Rey (teclados) forman la banda Rufus T. Firefly. Comenzaron en 2006, en Aranjuez y, desde entonces, su sonido ha experimentado una constante evolución.


‘Nueve’ es el título de su último álbum, el disco más personal con sonidos que evocan a bandas como Smashing Pumpkins, Radiohead o Sigur Ros. Víctor Cabezuelo, cantante de Rufus T. Firefly, cuenta a Heraldo.es cuáles son las influencias que marcan el sonido de su banda.


Rufus T. Fireflye no es un nombre cualquiera...

Viene de nuestro amor a los hermanos Marx y nuestra admiración absoluta. Nosotros, como no somos tan talentosos como ellos nos tenemos que dedicar a la música en vez del humor. Es un tributo al personaje de la película ‘Sopa de Ganso’, el mejor político de todos los tiempos.


Standstill o Morrissey aparecen en sus letras. ¿Qué otras influencias musicales tienen?

Durante toda nuestra vida hemos escuchado un montón de grupos diferentes y seguimos aprendiendo de grupos nuevos que van saliendo. Es un continuo aprendizaje. De pequeño escuchaba muchísimo a Simon and Garfunkel, por ejemplo. Todas esas cosas te marcan mucho a la hora de hacer canciones. A lo mejor, ahora mismo no está tan presente pero de alguna manera está ahí, entonces influencia podría ser cualquier cosa que hemos escuchado durante nuestra vida.


En sus canciones abundan los guiños literarios y cinematográficos...

La verdad es que nos gusta empaparnos de todo lo que nos rodea y a la hora de hacer música es lo que reflejamos. No nos ceñimos solo a lo musical a la hora de crear una canción. Nos gusta observar las cosas, aprender y a partir de ahí transmitirlo. Nos encanta el cine, la pintura, la literatura … entonces, por qué no hablar de ello y relacionarlo con lo que queremos contar.


Comenzaron cantando en inglés hasta su disolución y después regresaron con temas en castellano. ¿Esto ha sido parte de su evolución como banda?

En realidad no nos disolvimos. Julia, la batería, se marcho fuera del país un año y decidimos que no queríamos hacer nada sin ella. Esperamos a que volviese y después lo cogimos con más fuerza. Lo de cantar en castellano es una cosa que, en realidad, siempre habíamos querido hacer. Por el tipo de música que hacíamos era un poco complicado, nos ha costado bastante encontrar el camino y la manera de que quedara redondo. Pero bueno, poco a poco parece que lo estamos consiguiendo.


En ese camino se cruzaron los productores Manuel Cabezalí (Havalina, The Cabriolets...), y Dany Richter (Russian Red, Christina Rosenvinge...)...

Si no hubiera sido por ellos desde luego que no estaríamos aquí. Fue una suerte poder encontrarnos y trabajar juntos. Es un lujazo, son unos profesiones increíbles y sobre todo son muy buenos productores emocionales.


‘Nueve’, además de ser un número, es el nombre de su último disco. ¿A qué alude?

Viene un poco por nuestra admiración a John Lennon. Él pensaba que todo en su vida estaba relacionado con el número nueve: su fecha de nacimiento, el día que firmó su primer contrato discográfico... tiene una canción que se llama 'Sueño número 9', otra titulada 'Revolution 9'… estaba obsesionado. Pensaba que era mágico. Nos gustaba esa historia y, a la vez, nos dimos cuenta de que nosotros cumplíamos nueve años como banda y que el disco, que iba a tener diez canciones, se quedó en nueve. Eran demasiadas casualidades y nos hacía gracia todo esto. Así que dijimos: “El disco se tiene que llamar ‘Nueve’”.


Llevan un año intenso de conciertos. Su gira ha tenido momentos especiales como su participación en el Sonorama…

Fue un concierto soñado, con un público totalmente entregado. Cuando llegamos a tocar allí tenía como un poco de rabia y pensaba: “Joder, ya era hora”. Este año todo ha pasado de cero a cien, y teníamos un poco de rabia contenida por lo difícil que es llegar en esto de la música.


En Zaragoza, no es la primera vez actúan…

Esta va a ser la quinta vez que toquemos en La Ley Seca. Siempre nos han tratado muy bien y apuestan mucho por los grupos. La primera vez que actuamos allí creo que vinieron ocho personas a vernos. Aun así, después del concierto nos dijeron: “Chicos, vamos a poner fecha ya para que volváis”. Esa es una manera de creer en la gente, de animarles y de apoyar. Nos daría mucha pena que ahora se nos quedara pequeño porque ojalá podamos seguir tocando en la La Ley Seca al menos una vez al año.


Como dice una de sus canciones, ¿a veces es mejor no saberlo todo?

En realidad, casi siempre. Creo que, por lo menos, lo mejor es saber las cosas adecuadas, pero saberlo todo no es que no sirva para nada, sino que es bastante perjudicial.

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