Voluntarios al rescate del patrimonio ferroviario aragonés

Jóvenes de varios países trabajan en la recuperación de trenes de época en Canfranc.

Recuperación de vagones de época en Canfranc
Recuperación de vagones de época en Canfranc
Asociación Sargantana

Se levantan a las ocho y pasan cinco horas diarias lijando, limpiando y pintando joyas malogradas del patrimonio ferroviario aragonés: vagones olvidados pero de gran valor histórico. Los salvadores de este patrimonio son un grupo de veinte jóvenes de entre 18 y 26 años, procedentes de sitios tan dispares como Alemania, República Checa, Turquía, Italia, Francia y España, que participan en un programa internacional de voluntariado en Canfranc.


Los campos de trabajo no son una novedad en el municipio, pero en estas dos últimas ediciones el Ayuntamiento decidió enfocarlos a la recuperación de dos vagones de época abandonados en las vías a finales de los 80. El Consistorio vio en el trabajo voluntario de los jóvenes la oportunidad para rehabilitarlos y ya piensa en incorporar después estos coches a las visitas guiadas de la antigua estación.


El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, explica que el Ayuntamiento cede los materiales, las herramientas y a los técnicos que supervisan los trabajos según los criterios de la Asociación de Amigos del Ferrocarril (AZAFT), propietaria de los vagones. La asociación Sargantana se ocupa, por su parte, de toda la logística del campo de trabajo.

Valor histórico

Los dos coches en proceso de recuperación fueron construidos en los años 30 y ambos son claves en la historia ferroviaria de la Comunidad. El BB – 1617 pertenecía a Norte, compañía que explotaba la línea del Canfranc, y formó parte del mítico canfranero hasta mediados de los 80. Su particularidad radica además en que fue convertido en coche sanitario y como tal transportaba camillas con enfermos y heridos que viajaban a Lourdes en busca de cura.


Las labores de rehabilitación de este vagón ya empezaron el año pasado pero en estos meses ha vuelto a ser vandalizado. Los voluntarios de 2014 tuvieron tiempo para limpiar el interior, sanear la chapa, quitar la pintura vieja y cubrir el exterior con anticorrosivo. Los de este año han empezado esta semana por quitar los nuevos graffitis y esperan poder pintarlo con los colores definitivos y culminar los cerramientos antes de que termine el verano.


El otro vehículo, el BB – 1044, es uno de los pocos de la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón y está considerado un Bien Inventariado del patrimonio cultural aragonés. Sin embargo, se vio afectado por un incendio hace cinco años y nadie ha trabajado todavía en su recuperación. Los trabajos de rehabilitación de este vagón no han comenzado todavía pero desde AZAFT esperan acometer los cerramientos y el desescombro: "A pesar de estar incendiado no es basura y queremos que la gente lo vea y conozca el patrimonio que hay allí -explica Carlos Abadias, presidente de AZAFT-, después habrá que conseguir fondos porque al ser un vagón de tercera clase el interior era todo de hierro y podría ser recuperable".

Operación rescate

Ambos vagones fueron trasladados este verano desde las playas de vías de la estación de Canfranc, donde estaban expuestos al vandalismo, hasta la zona más próxima al vestíbulo de la emblemática estación, protegida por una valla y cámaras de seguridad. Llevar a cabo esta operación no fue nada fácil y requirió del consentimiento del Gobierno de Aragón y de la ayuda de la Comarca de la Jacetania y de la Diputación Provincial de Huesca, lo que demuestra cierto interés por las administraciones en la conservación del patrimonio ferroviario.


La 'operación de rescate' como la califica Abadías, supuso diez horas de trabajo con dos grúas y un camión góndola para mover los vagones y exigió además el acondicionamiento de parte del antiguo andén francés de la estación para adaptar el ancho de vía. Con este movimiento, los vagones en proceso de recuperación ya son visibles para los visitantes de la estación y el Ayuntamiento de Canfranc espera poder convertirlos en un futuro en 'salas de exposición' con paneles informativos. "Esto es sólo un grano de arena de todo lo que tenemos que hacer para recuperar el patrimonio ferroviario del entorno de la estación. Contamos con pocos recursos pero tenemos interés y muchas ideas", concluye el alcalde de la localidad.

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