"En el fondo no he dejado nunca de ser una coplera"

La escritora Gloria Martín acaba de publicar la novela 'Cuando yo era Antonio Molina'.

Gloria Martín
"En el fondo no he dejado nunca de ser una coplera"

La escritora Gloria Martín (Manresa, 1950) acaba de publicar 'Cuando yo era Antonio Molina' (Suma), una novela que rinde homenaje a la figura del cantante malagueño Antonio Molina y que alberga una historia sobre la infancia y el mundo de la farándula en la España de los 50. La escritora catalana vierte en su faceta como novelista su pasión por las letras, los sonidos... la música.


'Cuando yo era Antonio Molina' no es una novela sobre este célebre cantante de copla...

Aquí la protagonista es una niña de ocho años que vive en Manresa con una abuela y unas tías solteronas maltratadoras. Llega un momento en que deciden quitársela de encima y la envían con otra tía que se había ido a Barcelona a hacer de vedette y allí la introduce en una troupe de artistas de variedades. Al ver que la niña imita a la perfección a Antonio Molina, la convierten en un niño, la travisten y la incorporan a su compañía para que vaya por los pueblos imitando al cantante.


Usted también fue una niña prodigio de la canción. ¿Qué tiene de autobiográfica esta novela?

Sí, desde pequeñita también cantaba. De autobiográfico, lo único que tiene es que es una niña cantante, bastante precoz, tiene mi personalidad pero no mi historia porque en este caso es más dura. Paralelo al argumento central hay otro, que es el pasado de la familia de esta niña. Ahí hay una serie de secretos sórdidos de familia que no se desvelan hasta el final de libro.


¿Cuál es el origen de la trama del libro?

Viene de un poema que además aparece en la primera página de la novela. Posteriormente hice un relato corto que se titulaba 'Cuando yo era Antonio Molina', y al cabo de tres o cuatro años fue cuando empecé la novela.


Su faceta musical, ¿le ayuda a componer sus textos, a crear una armonía?

Estoy segura de que sí. De hecho, estoy acabando mi tercera novela y todas tienen como hilo conductor la música. Me he dedicado a la música durante muchos años, componía mis propias canciones, he escrito también mucha poesía y me imagino que eso sí que influye a la hora del ritmo literario.


¿Qué opina la familia de Antonio Molina de esta obra?

Mandé el manuscrito a la familia Molina pensando que, al figurar el nombre de Antonio Molina en el título de la novela, debía hacerlo. Aunque en la novela no aparece más que como un referente para esta niña protagonista. Es su ídolo, lo imita, pero ya que el título era este se la quise dar a leer a la familia Molina y que me dieran su permiso para utilizar el nombre. Les encantó y a partir de ahí he hecho una gran amistad, sobre todo con Ángela Molina.


¿También es un referente para usted?

He tenido muchísimos referentes. Lo que pasa es que cada vez que oigo la voz de Antonio Molina se me pone la piel de gallina. Toda mi vida he pensando que no ha habido ni habrá otro como él. Pero bueno, evidentemente, cuando dejé de ser una niña pequeña empecé a tener los referentes de mi época: Serrat, Sabina, Aute... en general los cantautores porque yo también he sido cantautora. La música de autor es la que más me ha gustado pero en el fondo no he dejado nunca de ser una coplera.


La dramaturgia es otra de sus facetas...

Escribí la obra 'El traje', que se estrenó en la Mostra de Teatre de Lleida hace unos meses. Y ahora he terminado otra que se estrenará en la próxima edición. El teatro ha sido una probatura, un divertimento, pero mi verdadera vocación es la de novelista. Y lo ha sido la música hasta hace unos años pero me dije: “A estas alturas, ¿qué puedo hacer para no tener que llevar tacones”. Lo que puedo hacer es seguir escribiendo, sin música. Van a ser solo palabras pero es lo que he hecho toda la vida: escribir, escribir poesía y ponerle música.


La música, ¿también estará presente en su próxima novela?

Cerrará una especie de trilogía en la que ninguna novela tiene que ver con la otra. Siempre me gusta empezar nuevos retos aunque las tres tienen como hilo conductor la música. La primera era mucho más poética, intimsita y dramática, con los boleros como hilo conductor. En esta segunda, aparece la copla en una novela mucho más costumbrista. Y la tercera, es una sátira de novela negra con la música clásica de fondo.


Pero los géneros musicales dan para más que una trilogía...

Sin duda. He incluido cada género musical en un género literario distinto y funciona perfectamente. La música es muy inspiradora.

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