"'Milkshake Express' es un corto para reflexionar, por encima de que guste o no"

El director zaragozano Miguel Casanova estrena cortometraje en el Centro de Historias.

Más de 400 espectadores van a disfrutar este sábado en el Centro de Historias de Zaragoza con el estreno del esperado cortometraje 'Milkshake Express', del director zaragozano Miguel Casanova, que tendrá lugar en tres pases (18.00, 19.15 y 20.00).


El filme centra su historia en la última noche de campaña electoral del PNC, Partido Nuevo Cambio, una formación que aspira a ganar las elecciones en España con Valentina Garrido, a la que da vida la actriz aragonesa María José Moreno, como candidata a la presidencia. 


Casanova se adentra en la trastienda de la política con la intención de remover la conciencia del espectador a través de una ficción muy inspirada en la realidad.


Por fin se estrena su cortometraje, aunque con algo de retraso...

Se ha retrasado un poco porque al final la posproducción es lo que cuenta. el último paso para dejarlo todo cerrado. Ha sido un poco más complicado de lo que esperábamos en la fase de montaje, en la que hemos tenido que condensar mucho porque 'Milkshake Express' es una historia muy coral, con un ritmo muy determinado.


¿El tema sigue de actualidad tras las pasadas elecciones?

El estreno llega en un momento en el que acaban de pasar las elecciones autonómicas y municipales y estamos también a un paso de las generales. Creo que ha habido un cambio a mejor y aunque lo que refleja el corto es bastante negativo me gustaría que la gente se lo tomara como una especie de aviso. No está todo solucionado. Sigue habiendo corrupción y sigue habiendo lo de siempre. Vamos hacia el buen camino pero eso no significa que tengamos que dejar de trabajar.


¿Dinero y política continúan unidos en el contexto actual?

Hay que tener cuidado. Especialmente ahora, en un momento en el que se ha puesto de manifiesto que la gente quería un cambio a mejor, pero sigue habiendo personas con mucho dinero y con mucho poder que, obviamente, solo están interesadas en los demás por la papeleta y el voto. Hemos intentando reflejar esto en el cortometraje y analizar un poco qué es lo que pasa cuando tienes mucho dinero y poder absoluto para hacer lo que quieras. Creo que eso es peligroso.



Dejemos a un lado el poder y hablemos de dinero. Su corto empezó con una campaña de 'crowdfunding' y un presupuesto de 10.000 euros. Las ayudas instituciones, ¿han ayudado a mejorar el rsultado final?

Desde luego. El hecho de haber contado con el apoyo del Gobierno de Aragón y la DPZ ha influido mucho en la fase posproducción. Hemos contado con Evasión, una empresa de posproducción de Madrid, donde esta última semana hemos podido hacer mejoras de efectos de color, entre otras. Íbamos un poco apurados y estas ayudas han favorecido que podamos terminar el proyecto como se merecía.


¿Qué recorrido va a tener este trabajo?

Queremos estar presentes en todos los festivales de Aragón, ya que es un producto de la tierra que pienso que la gente va a reconocer muy bien. También nos gustaría estrenarlo a nivel nacional e internacional, pero no por una cuestión de ambición sino porque creo que es una historia muy universal que todo el mundo puede entender muy bien. De la misma forma que los americanos hacen series como 'House of cards' y están empezando a autocriticarse en el ámbito político. Faltaba, desde mi humilde opinión, ese punto de vista de la política española. Nuestro objetivo es que se vea, por encima de ganar o no premios. Ir a festivales y que te nominen para que los espectadores vean el cortometraje. A fin de cuentas, la única razón por la que hacemos esto es para que la gente lo vea. Es una oportunidad de oro.


En el elenco ha contado tanto con actores experimentados como con jóvenes talentos...

Al escribir este guión, uno de los personajes iba a ser la futura presidenta de España y no podía elegir a cualquiera. Tenía que escoger a una actriz que la gente se creyera. Y además, por muy buena actriz que fuera debía tener carisma, del mismo modo que lo debería tener un político originalmente. Por otra parte, tengo obsesión por trabajar con actores aragoneses. Aquí hay muy buenos profesionales de la interpretación. El hecho de que María José Moreno sea la protagonista y también aragonesa fueron dos coincidencias. Es una actriz muy grande, llena de carisma. Dice todo con una mirada o un gesto que atrapan. Así es como debería ser realmente un político. Por eso era tan importante tener a María José y a otros actores como Alfonso Desentre y Alfonso Pablo, entre otros. Cuando vas a rodar y tienes a un elenco con tanto oficio, trabajar con ellos es mucho más rápido: entienden el guión enseguida, aportan matices al personaje, saben perfectamente lo que quieres hacer. Y si encima los conoces se crea una complicidad impagable.


Además de dirección de cine, usted también estudió interpretación. ¿Le ayuda esa formación a la hora de dirigir actores?

Todavía sigo aprendiendo. Muchos grandes directores han estudiado interpretación antes de ser directores (Sydney Pollack, Clint Eastwood...). Para dirigir a un actor es esencial saber cómo piensa, haberte puesto en su piel y preguntarse: “¿Cómo lo haría yo y qué lenguaje puedo utilizar para que esa persona entienda lo que yo he escrito?”. En ese aspecto, mis diez años en el Teatro de la Estación, aun sabiendo a mitad de ese periodo que no me quería dedicar a ser actor, fueron una experiencia. Aunque no te interese el cine o el teatro la interpretación es algo que todo el mundo debería experimentar. Te enseña a comunicarte con los demás y eso es precioso. Para este corto me ha servido mucho en todo el trabajo de diálogos y actores.


¿Su carrera en el cine va para largo(metraje)?

La verdad es que tengo una idea para un largo y los veranos siempre suelen ser épocas buenas para desconectar y pararte a escribir un rato sin tener mucha presión. De todas formas, me gusta ir poco a poco. No sé si estoy dispuesto a hacer una película porque aún tengo mucho que aprender. 'Milkshake Express' ha sido una experiencia enorme y me gustaría seguir haciendo cortometrajes. De momento, hemos cerrado una etapa y ahora empieza otra que para mí es la mejor. que la gente lo vea y me diga si le ha gustado o no.


Este sábado va a despejar sus dudas...

Proyectarlo en su estreno para más de 400 personas, poder hablar con ellas y saber qué es lo que opina la gente es fantástico. De ahí aprendes qué es lo que has hecho bien y qué es lo que has hecho mal. Y sobre todo cuando es un tema que está a la orden del día.


¿Y qué cree que opinará el público?

Es un corto de reflexión, por encima de que guste o no. Si consigo que la gente reflexione con 'Milkshake Express' para mí es un objetivo conseguido y me quedo tranquilo.


¿Cuál ha sido la secuencia más complicada del filme?

Tal vez la del puente del Tercer Milenio y lo del mitin en el Auditorio. Probablemente mi equipo diría que cualquiera de las dos. Para mí, ninguna de ellas. Eran complicadas pero estaban muy estudiadas. Sabíamos que técnicamente iban a ser difíciles por la maquinaria, por la disposición de medios, etc... Pero creo que para un director la más difícil siempre es la que pasa más inadvertida. Nunca es aquella que aparentemente es más grande. En concreto, recuerdo la de la reunión de los políticos en el spa de un hotel, en la que los cinco personajes hablan a la vez, se interrumpen y hay un rifirrafe entre ellos. Esas escenas son las más complicadas, las que dramáticamente aportan más a la historia y tienen más implicación actoral.