​“Las mujeres nos igualan en todos los géneros desde tiempos inmemoriales"

El escritor Juan Francisco Ferrándiz publica su segunda novela 'La llama de la sabiduría'.

Juan Francisco Ferrándiz
Juan Francisco Ferrándiz
P. Z.

El escritor y abogado alicantino Juan Francisco Ferrándiz (Cocentaina, 1971) publica su segunda novela 'La llama de la sabiduría' (Grijalbo) tras la exitosa 'Las horas oscuras' (Grijalbo). Esta nueva aventura literaria está ambientada en la ciudad de Valencia, en el siglo XV. Una época en que la mujer era considerada un ser sin alma. En ese contexto, una joven decide sacar adelante el hospital fundado por sus padres, asediado por las deudas y por una misteriosa conspiración,


¿Tienen alma las mujeres? Con esta pregunta abre su nueva novela pero habría que preguntarse más bien si en el siglo XV los hombres tenían alma...

A lo mejor sería el reverso oscuro de la propia pregunta. En la novela no me planteo contestar a esa pregunta por absurda sino tratar de reflexionar sobre cómo hemos llegado a formularnos esa cuestión.


Ha cambiado mucho el papel de la mujer desde el siglo XV hasta nuestros días aunque todavía queda bastante por hacer...

Hemos mejorado en derechos desde las sufragistas del siglo XIX, que emprendieron una lucha por los derechos de la mujer que lentamente han ido ganando, lo cual está muy bien. Pero todavía falta algo que es esencial: aún tenemos inserto el arquetipo patriarcal en la psique más profunda, de tal manera que, continuamente, las noticias sobre casos de violencia y las datos de las estadísticas son desalentadoras. Todavía hay grandes bolsas en una sociedad en la cual, aunque no estamos a un nivel del siglo XV, todavía queda mucho machismo o mucho desprecio hacia la mujer como género. Y eso es simplemente por un arquetipo patriarcal sobre el que no hemos tratado de reeducarnos. En los colegios estudiamos filosofía y nadie nos dice que había mujeres pitagóricas que defendían que la virtud o la necedad no eran una cuestión de género sino de naturaleza humana. Nadie nos contó que Sócrates tuvo una maestra filosófica que fue una mujer. Y así una y mil cosas. El arquetipo patriarcal sigue ahí y sigue causando graves problemas en la relación entre géneros.


¿Cuál es esa sombra letal que aparece en 'La llama de la sabiduría' y que amenaza a Irene Bellvent, la joven protagonista?

Esta novela, traza el camino del héroe; de la heroína, en este caso. Ese camino atávico o arquetípico que ya empieza prácticamente con el 'Ulises' de Homero. Al final, los escritores una y otra vez trazamos personajes que tienen un camino. Es como todo en la vida, el que quiere conseguir algo, el que se quiere salir de la norma y perseguir un sueño o una vocación, siempre se va a encontrar con problemas, con adversarios, también con amigos y con lealtades... pero siempre va a ser un trayecto difícil, con muchas caídas. Esa sombra oscura es, en este caso, precisamente eso, la antagonista de Irene Bellvent. Ella también va a tener sus adversarios y sus dificultades que vencer. Y también irá descubriendo quién es esa sombra oscura y por qué lo es, que creo que también es un giro en la historia que puede resultar interesante.


La figura de Anastasia Spatafora, la primera mujer hospitalera de Barcelona ¿le ha servido para crear el personaje de Irene?

Me he inspirado en ella y en muchas otras. Cuando uno habla del siglo XV y del papel de la mujer, más o menos todos nos hacemos una idea de la situación. Sin embargo, hubo mujeres que, pese a las adversidades, sacaron adelante sus ilusiones y llevaron a cabo su vocación. Le he dedicado el libro a este personaje histórico que vivió en Barcelona y que fue una mujer que cuidaba de los niños expósitos, los que abandonaban en las parroquias... pero también me ha inspirado Peregrina Navarro, uno de los personajes del libro que fue de las pocas mujeres que tuvo licencia real para ejercer la medicina en esa época. Hay muchísimas historias que desconocemos, o que por lo menos yo no conocía, y me da la sensación de que la mayoría de la gente tampoco. Deberíamos saber más al respecto porque, a lo largo de la historia, las mujeres nos igualan en todos los géneros, desde tiempos inmemoriales, y es un valor que hay que sacar a relucir.


La historia que cuenta en su libro se desarrolla en un escenario que usted conoce muy bien...

En las novelas ambientadas en el Siglo de Oro las ciudades escenario, en general, suelen ser Madrid, Barcelona y Sevilla. Pero al empezar a documentarme para este libro me encontré con una Valencia que estaba viviendo su mayor época de esplendor. Se dieron una serie de circunstancias que fueron la conquista de Constantinopla por parte de los turcos, que decanta el comercio hacia occidente; y por otra parte, Barcelona estaba inmersa en una posguerra después de la Guerra Civil Catalana. Valencia supo aprovechar eso y se convirtió en una metrópoli porque era la puerta de salida hacia el Mediterráneo, una las ciudades más importantes a nivel comercial del Mediterráneo. Ya de por sí es un escenario interesante porque en esa época tiene las grandezas del comercio, de las grandes familias, de riqueza... pero también tiene esas oscuridades, esos lugares sórdidos como el Partit, que era el prostíbulo más grande de Europa. A la gente le sorprende pero es así. Había casos de corrupción escandalosos, a la altura de los de hoy en día. Invito a los lectores a que se acerquen a este escenario.


Con esta obra se consolida como escritor, aunque usted es abogado y ejerce como tal...

La anterior novela me dio la oportunidad de poder publicar esta. Cuando ya tienes una finalidad y eso se traduce en un fecha de entrega te tienes que plantear la vida de otra forma. 'Las horas oscuras' fue puramente a ratos libres y en esta sí que he tenido que combinar, casi en horario laboral, ambas facetas. Eso también tiene su lado oscuro, y es que no es lo mismo estar tranquilamente escribiendo, imaginando y ya veremos que sale a tener una espada de Damocles encima de la cabeza y una fecha de entrega. Pasan los días, las semanas, no siempre sale como tú quieres y echas al cubo de la basura mucho trabajo. La oportunidad que me ha dado la editorial de seguir trabajando con ellos ha sido una bendición. Estoy encantado.


Su profesión, ¿le ayuda a la hora de escribir?

Totalmente. Un abogado debe tratar de justificar su argumento en las menos palabras posibles, fundamentarlo bien y convencer, en este caso a un juez. En el ámbito literario, casi es lo mismo, en el sentido de que tienes una tesis que podría ser tu argumento, tu historia, y la tienes que plasmar tratando de cuidar bien tu estilo, que sea algo atractivo, que a la gente le guste leerlo y siempre, como finalidad última, convencer al lector. Los mecanismos mentales, en el fondo, son muy paralelos. De hecho, hay muchísimos abogados que escriben. En el siglo XIX, la mayoría de escritores góticos habían estudiado Derecho. Son dos oficios que tienen su relación desde hace muchísimo tiempo.


¿Por qué se ha decantado por la novela histórica?

Alguna vez, ante esta pregunta digo que esta novela es de fantasmas. No porque lo sea sino porque de alguna manera yo los veo. Cuando paseo por una ciudad y veo el nombre de alguna de sus calles trato de investigar por qué se llama así e imagino historias y personajes en torno a esos lugares. La novela histórica me gusta porque me permite embarcar al lector en un viaje que yo he hecho previamente. Pero como lector leo de todo. No soy un especial fanático de la novela histórica. Leo literatura contemporánea, novela negra, hasta ciencia ficción...


¿Y cuáles son sus autores de cabecera?

Tengo muchos, desde aquellos tan conocidos, como Umberto Eco o Ken Follet, pero me inicié en la lectura con Emilio Salgari, Alejandro Dumas y, después, Julio Verne. En este libro, antes de empezar a escribirlo, quise volver un poco a los clásicos. Uno de los referentes que tengo en esta novela es Shakespeare, aunque parezca pedante decirlo. 'El mercader de Venecia' me marcó porque la situación la resuelven las mujeres con su ingenio.


En 'Las horas oscuras' homenajeaba a 'El nombre de la rosa' de Umberto Eco en una historia llena de misterio...

También lo hay aquí pero esta novela es más mediterránea, en el sentido de que pasan más cosas. Creo que el carácter de los personajes se asemeja más al nuestro. 'Las horas oscuras' era más evocadora, tenía un aire más romántico, los paisajes y el ambiente celta invitaban a ello. En esta voy más al tajo, en lo que pasa, en las aventuras y las desventuras. Es algo que me comenta todo el mundo que ya la ha leído. Que pasan un montón de cosas y de peripecias. Era mi pretensión, que tuviera más luz mediterránea en ese aspecto.


Tras el éxito de su anterior libro, ¿cómo ha sido la acogida de se segunda publicación literaria?

Todavía no tengo datos pero creo que está yendo bien, pese a que la situación sea complicada para el mundo del libro. Estoy muy animado porque los 'inputs' que me llegan son que la novela está gustando, que la gente se divierte leyéndola. Creo que eso le puede dar la posibilidad de que se mantenga ahí y la gente la conozca.


¿Tiene ya en mente una próxima novela?

Hay ideas pero todavía no. Me gustaría tocar otros palos pero va a depender de lo que yo pueda crear y el interés que tenga la editorial. La novela histórica es un género que me gusta mucho pero ya veremos. El tiempo lo dirá.