La abstracción lírica viaja entre dos siglos en el Museo Salvador Victoria

Desde este sábado hasta el 14 de junio se podrán observar una treintena de obras.

La abstracción lírica, una tendencia que desarrolló Kandinski a partir de 1910 con su "Primera acuarela abstracta", viaja entre dos siglos en la exposición "Trazos sensibles", que reúne desde este sábado en el Museo Salvador Victoria obras tanto de artistas consagrados como de muy jóvenes.


La treintena de obras de otros tantos artistas de tres generaciones, con diferentes lenguajes y técnicas, que se exhibe hasta el próximo día 14 de junio, muestra, ha manifestado el director del Museo, Diego Arribas, "la vigencia de esta corriente abstracta".


La obras, óleos, dibujos, acrílicos, metacrilato o superposiciones de cartulinas y técnica mixta, pertenecen a la Colección Ars Citerior, iniciada por Abel Martín, serígrafo y compañero de Eusebio Sempere, y que hoy continúa y dirige su sobrino, el coleccionista Javier Martín.


El pintor Salvador Victoria (Rubielos de Mora 1928-Alcalá de Henares, 1994), al que está dedicado el museo, es uno de los máximos representantes de la abstracción lírica, que tuvo en París su gran eclosión tras la Segunda Guerra Mundial, como recuerda Javier Martín en el texto escrito para esta exposición homenaje.


Obras de artistas históricos que han transitado por la abstracción lírica en algún período de su actividad creadora como Clavé (1913-2005), Esteban Vicente (1903-2001), Guerrero (1914-1991), Farreras (Barcelona 1927) o Rafols-Casamada (1923-2009), se exhiben junto a las de Salvador Victoria, reconocido por sus esferas luminosas suspendidas en el espacio.


Al lado de estos artistas históricos, autores consagrados como Broto (Zaragoza 1949), Yturralde (Cuenca 1943) o Campano (Madrid 1948), que en las décadas de los años ochenta y noventa reinterpretaron y actualizaron la abstracción lírica.


Y en un viaje entre dos siglos, las creaciones de jóvenes artistas como Ferrer I Martorell (Valencia, 1978), Verbis (León 1968), Albano (Ávila 1988) o Azambuja (Brasil 1978).


Esta es la cuarta exposición que el Museo organiza con la colección Ars Citerior, de la Comunidad Valenciana.


Diego Arribas, director del Museo Salvador Victoria, ha recalcado la importancia de la colaboración de los coleccionistas privados, como Javier Martín, "un pionero de generosidad", para que los museos puedan organizar exposiciones que permitan contextualizar sus fondos públicos, especialmente en un momento de dificultad económica.


La colaboración entre el Museo Salvador Victoria y la Colección Ars Citerior, que próximamente se plasmará en un convenio, ha permitido la organización de otras tres exposiciones: "Sempere a contracorriente (2009); "30 pintores de una generación irrepetible" (2012) y "Abel Martín. Serígrafo" (2013).