La Complutense alerta a la Unesco de los riesgos las visitas en Altamira

El escrito remitido a la organización recalca la "clara amenaza a la conservación" de las pinturas rupestres de la cueva

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La Complutense alerta a la Unesco de los riesgos las visitas en Altamira
MuseodeAltamira.es

El Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid ha remitido una declaración a la Unesco en la que advierte de la "clara amenaza a la conservación" de la cueva de Altamira que suponen las visitas experimentales a la cavidad y alerta de los "peligros que las decisiones políticas suponen" para la cueva.


En concreto, y según la declaración, publicada en un blog de la Universidad Complutense, y sobre la que ha informado este jueves El Diario Montañés, el nuevo 'programa' del Ministerio de Cultura que incluye la reapertura de la cueva a los visitantes "pone en peligro un legado frágil de suma importancia para la comprensión de la sociedad paleolítica", dice.


"Puesto que ni la evidencia científica ni el número de visitantes previstos apoyan la apertura de la cueva, sólo queda reconocer que es la presión política y las posiciones electoralistas las motivaciones que subyacen a las acciones adoptadas por el Ministerio de Cultura de España", subraya el Departamento de en su misiva.


La declaración del Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid sobre la conservación de las pinturas de la cueva de Altamira y el 'programa de investigación' llevado a cabo por el Ministerio de Cultura de España está fechada el 17 de diciembre y firmada por el director del mismo, Jesús Álvarez, y por 16 miembros de éste, todos catedráticos o profesores.


Las visitas experimentales a las que se refiere, comenzaron en febrero de 2014 y han concluido un año después, aunque falta por determinar si de forma definitiva o no. Han consistido en la entrada de un grupo de cinco personas un día a la semana, por lo general los viernes.


En el escrito el Departamento de Prehistoria se remite a la investigación que el Ministerio de Cultura encargó al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuando decidió cerrar la cueva en 2002. El estudio se prolongó diez años, hasta 2012, y concluyó que la presencia humana y la iluminación asociada con ella "daña la pintura perceptiblemente". "Por lo tanto, la cueva debe permanecer cerrada".


Pero, según el Departamento de la Complutense, el Ministerio de Cultura se ha negado a publicar el informe completo del CSIC y, "en contra de lo recomendado", ha promovido "en todos los sentidos" la apertura de la cueva a los visitantes.


Para ello, continúa, el Ministerio ha encargado un segundo estudio "a la carta", titulado 'Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso a la Cueva de Altamira, 2012-2014', que ha dado lugar a una serie de acciones "con importantes consecuencias para la conservación y la gestión de la cueva, dirigidas a justificar su apertura".


Entre ellas, el Departamento cita que el Ministerio ha seleccionado al ingeniero Gaël de Guichen como director del nuevo 'programa'. "Guichen, cuyo conocimiento sobre Arte Rupestre Prehistórico no se ha reflejado en publicaciones en revistas científicas, ha declarado en muchas ocasiones que está a favor de la apertura de todo tipo de monumentos al público y ha colaborado con los políticos que promueven este tipo de visitas.


Por lo tanto, su posición estaba predeterminada a favor de la apertura de la cueva a los visitantes. En otras palabras, el Ministerio optó por un experto de confianza, que dijera lo que se quería oír", sostiene el Departamento de Prehistoria.


Igualmente esgrime que los argumentos barajados hasta ahora por el Museo de Altamira para defender el cierre de la cueva "han sido abandonados", una actitud que "desvaloriza la réplica, un trabajo de calidad excepcional y alto coste", advierte.


Además, afirma que "los políticos locales han ejercido presión sobre los medios de comunicación, exigiendo la apertura de la cueva". Apunta que varios de ellos pertenecen al Patronato de Altamira --que es el que decide sobre el funcionamiento de la cueva y el museo--, así como éstos han señalado que la posibilidad de visitar la cueva incrementará el turismo en la zona y socializará el patrimonio histórico "sin afectar de forma significativa a las pinturas paleolíticas", cuando el informe del CSIC "desautorizaba con claridad esta apreciación con datos estrictamente científicos".


"Tampoco los datos de 2014 suponen el más mínimo aumento de visitantes, a pesar de la posibilidad de ser elegido para entrar en la cueva y contemplar directamente las pinturas paleolíticas", subraya el equipo de expertos.


El departamento, que también alude a sendos documentales de Televisión Española, explica que, dado que los argumentos científicos no apoyan la apertura de la cueva al público y que la promesa de incrementar las visitas no ha logrado atraer el apoyo que se esperaba, el director del 'programa' "ha recurrido a la afirmación de que la inestabilidad geológica de la cueva anima a aprovechar la cueva ahora que todavía mantiene accesible su estructura"; una afirmación que el propio 'programa' ha desautorizado asegurando que no se detecta peligro para su estabilidad, ha subrayado.


El Departamento de Prehistoria contrapone la necesidad de mantener la cueva cerrada con el fin de cumplir con el mandato de la Unesco a la declaración del director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras, de la conservación como medio para alcanzar el fin de la utilización sostenible de la misma, lo que "está en contradicción directa con las prioridades establecidas por la Convención de la Unesco".


De hecho, insiste en que la posición española sobre Altamira "difiere sustancialmente de los criterio manejados por la Unesco" para la conservación de cuevas como Lascaux o Chauvet, en Francia.