​Carmen Iglesias: "Hay que abrir la Academia de la Historia a la sociedad"

La historiadora será la primera mujer en dirigir la RAH, una institución tricentenaria.

Carmen Iglesias Cano
​Carmen Iglesias: "Hay que abrir la Academia de la Historia a la sociedad"
Efe

La historiadora Carmen Iglesias, gran experta en el siglo XVIII, se ha convertido en la primera mujer que dirigirá la Real Academia de la Historia, una institución casi tricentenaria que ella quiere "abrir a la sociedad" para que se conozcan "las maravillas" que encierra.

"La biblioteca de la Academia es una de las mejores de España y está digitalizada en gran medida, y en la institución hay también una colección de retratos importante. Todo eso hay que ponerlo en valor", afirmaba Iglesias.


Como hay que poner en valor el 'Diccionario biográfico español', la obra "más consultada de la Biblioteca Nacional", y en cuya edición digital trabaja actualmente la Academia de la Historia.

Dirigir esta Academia le supone "mucha responsabilidad y un gran honor". Procurará "cumplir con todas las expectativas que hay, en la medida de lo posible".


Iglesias (Madrid, 1942) se ha pasado la vida rompiendo "techos de cristal". Fue la primera mujer en dirigir el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales y en ser consejera nata del Consejo de Estado, y hoy ha dado un paso importante en su carrera, porque, salvo en la Academia de Farmacia, dirigida por María Teresa Miras, nunca ha habido otra mujer al frente de una Real Academia.


Miembro de la de la Historia desde 1989, fue la segunda mujer en ingresar en esta institución tras Mercedes Gaibrois, elegida en la década de los cuarenta. Cuando fue propuesta como académica de la Lengua, en 2000, solo habían obtenido hasta entonces esa distinción otras tres mujeres en la RAE.


También, fue la primera mujer catedrática en la Facultad de Ciencias políticas, en 1984. Algunos "nunca" le perdonaron que la sacara "por unanimidad" a la primera vuelta.


Qué pensarían hoy aquellos dos catedráticos del instituto madrileño donde estudiaba Iglesias que, cuando ella tenía catorce años, la felicitaron por sus magníficas notas en Literatura y Religión, pero luego, sin tener en cuenta que la niña estaba delante, se decían el uno al otro: "Lástima que Iglesias sea mujer, con la cabeza que tiene".


Iglesias sustituye a Gonzalo Anes, fallecido el pasado 30 de marzo, que dirigió la Academia durante 16 años. Desde entonces, ha ejercido de director interino Faustino Menéndez Pidal, que ha sido "un magnífico director, de trato exquisito", asegura Iglesias.


La Academia de la Historia vive "un momento delicado". La asignación estatal y el patrocinio han bajado, y los presupuestos son "ajustados". Le tocará hacer frente a esta situación.


El "Diccionario biográfico" fue el gran proyecto de Gonzalo Anes. Reúne en 50 tomos las biografías de más de 40.000 personajes relevantes de la historia de España.


Pero su publicación en 2011 suscitó una gran polémica cuando se conoció el contenido de algunas biografías de personajes de la historia reciente, en especial la de Franco.


Carmen Iglesias formó parte de la comisión que se creó para revisar centenares de biografías de políticos, militares y eclesiásticos del XIX y XX. En su informe, la comisión decidió que había que hacer una decena de biografías complementarias, entre ellas la de Franco.

La Academia de la Historia trabaja actualmente en la edición digital del 'Diccionario biográfico español', en la que se separarán las biografías de los personajes vivos de las de los muertos. Habrá dos bases de datos diferentes.


Para esa edición digital se hará "una labor editorial seria" y se hablará con los autores de aquellas biografías que necesiten ser mejoradas para que lo hagan.


Iglesias no sabe con exactitud cómo se incluirán aquellas biografías complementarias que acordó la comisión. Necesita tomar posesión de su cargo para enterarse de cuál es la situación exacta de esta obra y ver qué queda por hacer.


A la nueva directora de la RAH le preocupa mucho la situación política de España y el desencanto generalizado que hay. Y, sobre todo, le preocupa "el grave problema de Cataluña".


"Nos ha costado a los españoles, y a todos los occidentales, sudor, sangre y lágrimas conseguir unidad fiscal y que seamos iguales ante la ley, y que el individuo prime sobre el grupo", decía.


La clase política española "no tiene ningún sentido del Estado y va solo al corto plazo. Se les ha dado a los nacionalistas todo lo que querían por problemas electorales", añadía.


Ella forma parte de la plataforma Libres e Iguales, contraria a la independencia de Cataluña, y en la que también figuran Mario Vargas Llosa, Fernando Savater, Félix de Azúa, Nicolás Redondo y Joaquín Leguina, entre otros.


"Nos importa Cataluña. Si hubiera una secesión, desaparecería el Estado de derecho", concluye.