El tiempo narrativo

Las perspectiva temporal en la que se sitúa el narrador es determinante en una historia.

El tiempo en que se sitúa el relato es clave.
El tiempo narrativo
P. Z.

Se ha tratado en anteriores artículos la importancia de una buena historia y de los personajes. Pero, ¿es el tiempo narrativo y los elementos que lo rodean un punto clave?

Por supuesto. La estructura puede cambiar la perspectiva de una novela, pero el tiempo narrativo con el que se escribe y las elecciones que se deben tomar a la hora de abordar según qué temas resultan esenciales.


El tiempo narrativo es la perspectiva temporal en la que se encuentra el narrador, el punto de observación que se le muestra al lector.


Se puede contar la historia desde la primera persona, por ejemplo. En tal caso el lector estará supeditado a lo que haga y conozca el protagonista que narre la novela.


O ser un narrador omnisciente (heterodiegético), que sepa todas las vicisitudes y quiera darlas a conocer como prefiera.


Pero el tiempo del relato es más complejo.


También hay que pensar en la época en la que se va a establecer la narración.

¿Te sientes cómodo escribiendo sobre una historia que acontece en tu propio siglo? ¿Quizá prefieres situarla en el pasado o el futuro?

Si la opción es el pasado, hay dos posibilidades: escribir la novela al completo en esa época, o utilizar los flash-backs. Una novela puede no escribirse cronológicamente, creando saltos en el tiempo o anacronías.


Un ejemplo de ello es el libro 'Las horas distantes' de Kate Morton. Su protagonista, desde el presente, intenta averiguar algo que ocurrió años atrás. Para ello, la autora nos presenta diversos saltos al pasado que son constantes y muy enriquecedores. Se puede jugar así con los tiempos, los años, los personajes… ¡Los flah-backs son muy efectivos! Tanto como los recuerdos. Los personajes también puede recordar imágenes del pasado, o las sueñen…


Esos saltos temporales pueden enfocarse hacia el futuro. Sería un buen golpe de efecto narrar una escena en ese tiempo narrativo y más tarde abordarla con nueva información para el lector, que estará deseando saber qué ocurre.


Existen, además de los flash-backs y los saltos al futuro, diversos elementos que también se pueden utilizar:

Sumario: es un resumen de una escena que no se quiere repetir, un recurso para comprimir y abreviar los hechos. Elipsis: es un curioso elemento para ocultar información, mantener en tensión al lector y dinamizar la narración.  Acronía: trenzar dos o más líneas temporales.  Ucronía: es el recurso más complicado. Se sitúa en un punto histórico que el lector debe conocer y a partir de ese momento, mostrar que los hechos no ocurrieron como él espera. Ejemplo: ¿Y si Hitler no murió en su búnker de Berlín?  

Pero, ¿qué hay de los relatos ambientados en el futuro?


Últimamente están muy de moda las distopías. Las distopías más puras están basadas en un posible futuro donde el gobierno existente cree que sus ciudadanos viven felices cuando en realidad están inmersos en la miseria o sufriendo algún tipo de prohibición que afecta a sus vidas.


La novela gráfica 'V de Vendetta' o 'Delirium' de Lauren Oliver son buenos ejemplos de este tipo de historias.


Lo curioso es que muy pocas de ellas describen con detalle cómo se ha llegado a la sociedad que nos muestran. Parecen dar por hecho que sucedió algo terrible en el pasado que cambió todo el presente distópico. Por lo tanto, piensa en mostrar solo la punta del iceberg, los detalles que sean únicamente necesarios.


Muchos autores utilizan una analogía con la sociedad presente para crear sus distopías, denunciando nuestra propia realidad.


Así pues, hay que buscar algo que cause hoy en día preocupación, miedo o rechazo y acentuarlo.

Habrá que pensar cómo viven los ciudadanos en esa distopía. Qué idioma hablan, qué razas o grupos existen, cuál es el problema al que deben hacer frente, si existe una fuerza rebelde…


Un consejo: si vas a emplear esta clase de anacronías, como flash-backs, diversos personajes en tiempos distintos, etc., puedes elaborar con anterioridad un esquema previo. Te será mucho más sencillo crear tu historia y evitarás el temido bloqueo.


* Sandra Andrés Belenguer es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza.