Miki Ramírez. Nombre de guerra: Mr Kilombo. Acaba de publicar su tercer álbum 'Baile de Disfraces', producido por Tomas 'Tirtha' Rundqvist (voz de Undrop y un fijo de la banda Macaco). Ramírez visitó el pasado jueves Zaragoza para presentar sus nuevas canciones en El Poeta Eléctrico.

¿Qué se esconde tras este 'Baile de disfraces'?

Un disco muy sencillo, muy de canciones, de espacio, muy abierto. Veníamos haciendo algo más frenético y este trabajo tiene muchos menos condimentos y más presencia de los textos, las letras, los timbres de voz.

Ha conseguido sacarlo adelante gracias al 'crowdfunding'...

Necesitábamos muy poco para terminarlo, es un álbum muy manual, grabado con la ayuda de Tomas 'Tirtha' Rundquist (Undrop, Macaco) con nuestros equipos. Solo necesitábamos un pequeño empujón para mezclar y masterizar el disco. Lo conseguimos enseguida, en menos de un mes.

¿En que se parece o se diferencia de sus anteriores trabajos?

El título 'Baile de disfraces' viene de una de las canciones del álbum. Soy como soy, la vida no es un baile de disfraces, este es el primer disco en el que no voy de nada. Todo lo que se me ocurre ahora va en esa dirección. Es menos pretencioso, menos temático y un poco más de autor. Tiene más hueco para las canciones, es más relajado, ligero, sin esa euforia de antes.

Sus canciones son frescas, con estribillos muy pegadizos, ¿dónde encuentra la inspiración?

Es casi terapéutico, digo lo que me gustaría que me dijeran a mí. Las sacas de la observación. Se tarda mucho en ejecutar y recopilar todas las imágenes, lo que vas viviendo. Los estribillos vienen de frases que necesito escuchar, me sirven de mantra.

¿Qué ha supuesto para usted que unos grandes almacenes hayan escogido el tema 'Qué bien se te ve' para su campaña publicitaria?

Entrar de un día para otra en las casas de todo el mundo. Lo ha escuchado todo el país. Es un puerta de entrada como cualquier otra. La canción tiene un mensaje, aunque han cogido un trozo muy corto y tengo que defender que detrás hay algo más.

Antes de esta etapa en solitario formó parte de la banda Macaco...

Desde 2008. Con la gira de 'Puerto presente' giramos por medio mundo. Y seguimos juntos en muchas cosas. Es una escuela, una banda con un nivel impresionante. En Mr. Kilombo tengo que olvidarme más de la parte técnica, estar más libre y defender la canción.

Sus proyectos suelen ser multiculturales. La música, ¿es un idioma universal?

No creo que valga todo, ni que sea un lenguaje universal. Hay muchos idiomas. No por decir la frase más rimbombante es más interesante. A veces lo sencillo funciona mejor. Es como pintar, puedes elegir lo que quieras sin tener complejos pero hay que saber qué elegir, lo que uno puede hacer. Como condimento se puede usar todo pero tienes que conocer la raíz. Con el mestizaje se han hecho cosas gratuitas y cosas muy buenas. Mi música es de autor y, bueno, me tomo la libertad de usar los condimentos que me interesa.

Parte de su formación musical transcurrió en Cuba...

Estuve un año, en 2000, en la Universidad de las Artes de La Habana. A pesar de la imagen de espontaneidad de la música cubana, es una escuela increíblemente disciplinada.

En este nuevo álbum tiene compañeros y colaboradores de lujo como 'Tirtha' y Jenny Ball...

Tirtha ha estado a cargo de la producción, nos llevamos muy bien y ya estuvimos juntos en Macaco. Hasta ahora, siempre había compuesto las canciones de mis discos pero en 'Baile de disfraces' aparece un tema junto a Jenny Ball, de Jenny and the Mexicats. Compusimos 'The distance' en apenas dos horas, en una casa.

Este pasado jueves actuó en El Poeta Eléctrico ¿cómo le recibió el público zaragozano?

¡Muy bien! Fueron muy simpáticos. Después del show estuve charlando con todo el mundo. Los conciertos en este tipo de salas te permiten tener un feedback directo, poder hablar un rato con la gente. Toqué hace siete años en la sala Daluxe ante diez personas, y estaban ahí el jueves.