María Galiana: "Me gustaría hacer otro tipo de papeles fuera del 'abuelismo'"

La actriz representa en el Teatro Principal la obra 'Conversaciones con mamá'.

María Galiana
María Galiana: "Me gustaría hacer otro tipo de papeles fuera del 'abuelismo'"
Laura Uranga

La actriz María Galiana (Sevilla, 1935) protagoniza hasta este domingo, en el Teatro Principal, 'Conversaciones con mamá', una obra en la que comparte escenario con Juan Echanove, actor y director de esta adaptación teatral del filme argentino dirigido por Santiago Carlos Olves.


En el argumento de 'Conversaciones con mamá', en lugar de ser los hijos quienes se ocupan de sus padres cuando son mayores el caso es a la inversa...

Es una situación que ahora mismo está siendo muy real. No solamente no cuidan de los padres sino que muchas veces dependen de ellos. Todos conocemos casos de gente que se ha quedado sin casa, que no puede pagar la hipoteca o que al quedarse sin trabajo han vuelto a casa de los padres, que los mantienen con la pensión de jubilación. Eso ya es el extremo. También están llenas las residencias de ancianos cuyos hijos tienen posibilidad de tenerlos con ellos pero prefieren prescindir porque trabajan o porque les supone una carga.


La obra también defiende que la felicidad no solo está en lo material..

En el caso de la función, lo que quiere el protagonista es llevarse a su madre a casa por conveniencia. La solución que piensa es que la madre venda su casita para poder salir del atasco. Es un pusilánime que está en manos de lo que su mujer y su suegra organizan y lo han metido en una espiral de gastos y sobre todo de consumismo. Pero no es eso únicamente de lo que trata la función sino de los diferentes valores que madre e hijo defienden. La madre le hace ver al hijo que está completamente equivocado, que lo que para él es importante realmente es una estupidez. Se puede ser muy feliz poniendo un puchero de gallina.


‘Conversaciones con mamᒠestá cargada de emociones pero también se suceden situaciones cómicas...

Me gusta mucho la manera en que Jordi Galceran ha adaptado la obra. Ha hecho una labor preciosa con el texto de Santiago Carlos Oves. El director argentino murió hace unos años y Galcerán ha transformado la situación de manera que pueda producir en el espectador una sorpresa y pensar que ha venido a ver algo muy divertido, porque al principio la obra es placentera, divertida, con golpes muy buenos, para luego descubrir que la función no va de eso. Es un contraste entre la frivolidad y la ternura muy bien hecho y por eso es por lo que atrapa.


¿Cómo es la relación con Juan Echanove como hijo? ¿Y como director?

Muy buena. Nos conocemos hace ya bastante tiempo, siempre he sido una fan de Juan como actor y he hecho de su madre dos veces en el cine, en 'La noche más larga' y 'Suspiros de España y Portugal'. Tenía una ilusión enorme por trabajar con él, sobre todo en un proyecto suyo. No me había planteado que hiciéramos una función los dos, sino que contara conmigo en un papel cualquiera, y tuve la suerte inmensa de que cayera en sus manos este texto y pensara en hacerlo juntos.


Ambos trabajan en la serie 'Cuéntame' pero coinciden poco. ¿Les ha ayudado esta obra a reencontrarse?

No coincidimos nada. En la serie es el hermano de mi yerno y tiene otras tramas. La verdad es que rara vez íbamos el mismo día a rodar. No se puede decir que hayamos estado trabajando juntos pero en este montaje sí. En abril hará dos años de gira con la obra. Es un poco agotador porque de lunes a jueves, grabamos la serie y el resto estamos con las funciones.


¿Se siente en el teatro con más energía que en cine o televisión?

Me siento muy bien en todos los medios. Casi todos dicen que el teatro es la verdad. No. El teatro es tan verdad como el cine o como la televisión. Si en el cine no te crees lo que estás haciendo la gente lo nota enseguida. Hay películas en las que los actores no son verdad pero luego no vuelven a hacer más películas. El cine es una cosa muy seria, si no que se lo digan a Meryl Streep. Está el cine, está la televisión, el teatro y luego los ingleses, que hacen lo que les echen. En el teatro estoy teniendo la gran suerte de que Juan está tan pendiente de que no se deteriore el montaje que cada función que hacemos es como si fuera un estreno, sigue tan fresca y tan auténtica como cuando la hicimos la primera vez. Y eso en el teatro sí es muy bonito, es lo que probablemente me tiene muy ilusionada a pesar de la cantidad de funciones que hemos hecho.


Ha sido maestra antes que actriz ¿Qué le impresionó más, cuando salió a un escenario por primera vez o cuando dio la primera clase ante sus alumnos?

Nunca me ha impactado ni una cosa ni otra. Cuando terminé las oposiciones se hacía una cena con el tribunal. Habíamos aprobado 88 personas y recuerdo que me tocó en la mesa de presidencia. Y me dijo el presidente: “Señora, no he visto a nadie con más aplomo que usted”. Fui actriz en el TEU, cuando estaba en la universidad y desde el colegio me parecía estupendo lo de salir a escena, no me importaba. Cuando me enfrenté por primera vez a mis alumnos no me dio vergüenza, y eso que en el colegio de las Monjas de la Doctrina Cristiana había una monja sentada al final durante toda la clase “para que las niñas no hablasen”, según la jefa de estudios.


¿Qué opina de que el profesor aragonés César Bona opte al premio de mejor maestro del mundo?

Es maravillo. Recuerdo que en su día luchamos mucho por la reforma de la educación en Sevilla y en otras comunidades. Sabíamos positivamente que la enseñanza que habíamos recibido no era lo buena. Ya se había acabado ese tipo de enseñanza. Llegamos a tener un instituto piloto para que los alumnos eligieran entre la reforma o el sistema tradicional. Con los de la reforma habíamos prescindido de los textos obligatorios, teníamos una biblioteca de aula, con diferentes tendencias, ideologías y enfoques; los alumnos trabajaban sobre esa serie de cosas y luego hacíamos una puesta en común. Y también elegían su propia programación de los contenidos de la asignaturas.


¿Qué papel le queda por hacer y le gustaría interpretar?

Hijo, a mi edad... pero desde luego, de abuela, no. Me gustaría hacer otro papeles fuera del 'abuelismo'.