Son el plato fuerte del FIZ 2014. La banda madrileña Vetusta Morla regresa a Zaragoza como parte del atracón musical que ofrece este sábado el XIV Festival de Música Independiente de Zaragoza. Tras la publicación el pasado abril de su nuevo disco 'La Deriva', los de Tres Cantos arrasan con una intensa gira de conciertos que en los próximos meses les llevará a distintas ciudades del Viejo y el Nuevo continente. David García el Indio , batería de la banda, revela a Heraldo.es algunas de las claves que marcan el rumbo de Vetusta Morla.

-Llevaban varios años en la música antes de que llegara su primer disco 'Un día en el mundo' (2008) y el éxito masivo ¿Cómo recuerda los inicios?

-Fueron años en los que nos dedicamos a componer canciones en el local de ensayo, pasando mucho tiempo juntos. El grupo era un 'hobby' y un proyecto a largo plazo que nunca sabíamos si podría salir adelante. Teníamos la ilusión de grabar un disco en algún momento, poder hacer giras...

-¿Estuvieron a punto de tirar la toalla en alguna ocasión?

-Sí. En algún momento pensamos “esto no va mucho para delante ni mucho para atrás” pero siempre había un proyecto, surgía un pequeño objetivo que te hacía tener ganas: la grabación de una maqueta, conciertos en tal sitio... siempre había cosillas. El tiempo iba pasando y seguíamos poco a poco con nuestras cosas.

-Uno de los hitos de su carrera -hasta la fecha- ha sido tocar con la Orquesta Sinfónica de Murcia...

-Fue una experiencia muy positiva, tanto en lo personal como en lo musical. En lo personal, fue muy bonita por lo que significa: ayudar a que el conservatorio se hiciera un poco de eco mediático y se agilizase la reconstrucción del centro después del terremoto de Lorca. Eso nos hizo conocer a toda la gente que trabajaba allí, unirnos por una misma causa y conseguir que, precisamente este mes, pudieran volver a las clases los alumnos del conservatorio. En el plano musical, tocar con una orquesta de 60 músicos es impresionante.

-¿Volverán a repetir?

-Ya lo hicimos con el cierre de la gira de 'Mapas', en Madrid. En la actualidad no hay planes, en principio. Estas cosas van surgiendo y te las vas encontrando por el camino.

-En 'La Deriva' aparecen canciones con una clara crítica social -'Golpe maestro', 'Fiesta mayor'...-, ¿cuándo siente Vetusta Morla que tiene un compromiso social?

-Básicamente, todo está a tu alrededor y al final te acabas haciendo eco de la manera en que tú te expresas, que es haciendo canciones. En este caso, lo que sucedió fue eso. De todas formas, también hay que decir que no se buscaba la crítica social sin más, sino que era la manera de expresarnos, la sensaciones que generaban en nosotros, en los compositores de las letras, las cosas que estaban sucediendo alrededor. Incluso aunque puedan hacerse lecturas más sociales a nivel general, hay algunas canciones que estaban escritas de una manera premeditada en un sentido más abierto, basadas en experiencias personales y de la banda. No solo cabe una lectura crítica, política y social, sino otras más íntimas.

-Este último álbum, ¿marca una ruptura con respecto a sus anteriores trabajos?

-Un poco sí. En este caso queríamos enfocar el disco de una manera un poco más directa, con un sonido más frontal, menos capas de instrumentos, menos arreglos, un sonido más directo al fin y al cabo. Teniendo en cuenta las letras probablemente casaba mejor.

-Llenan recintos y agotan entradas con meses de antelación. ¿Es algo que les impone a la hora de actuar o saltan al escenario con la confianza de ser un grupo consolidado?

-Siempre hay nervios. Pero en general tenemos tenemos la conciencia de que estamos preparados y mentalizados. Y eso ayuda. Pero al final siempre tienes que salir al escenario y los nervios son inevitables. Si deja de suceder es porque ya no eres músico.

-¿Recuerdan la primera vez que tocaron en Zaragoza?

-¡Claro! Fue en la Sala Oasis, en 2008. Y al año siguiente volvimos como teloneros de Lenny Kravitz en la plaza de Toros. Me gustó mucho el concierto de la Oasis, la gente estaba volcada. Como teloneros de Kravitz, fue un poquito más irregular porque no hubo tiempo de realizar la prueba de sonido y solo pudimos colocar los instrumentos y salir a tocar a ciegas. A sordas, mejor dicho.

-¿Qué canción les piden siempre en conciertos como el de esta noche?

-Solemos interpretar las que más nos piden. A veces, 'Saharabbey Road', que ya no la tocamos casi nunca, y varias del primer disco.

-¿Qué sueño le queda por cumplir a Vetusta Morla?

-Creo que ninguno. El único que había era sacar un disco y hacer una gira, o incluso poder vivir de tu grupo. Pero esto último ya era mucho. Cada uno tenía sus vidas más o menos enfocadas y tampoco era una prioridad. Nos hemos encontrado con ello y es algo que hace que lo disfrutemos todavía más y nos sintamos muy contentos de poder dedicarnos a esto.