La DPZ aportará 3.510 euros a la restauración de las momias de Quinto

El proyecto total para el tratamiento integral de estos restos que se conservan en una capilla cerrada supera los 41.000 euros

La Diputación Provincial de Zaragoza destinará 3.510 euros a los trabajos para conservar y restaurar los cuerpos momificados que aparecieron en el subsuelo de la antigua iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Quinto (conocida como El Piquete). Esta partida económica está incluida en el Plan de Ayudas para la Restauración de Bienes Muebles, que impulsará la institución durante este año y el siguiente.


En primavera de 2011, durante una excavación en el interior del templo, salieron a la luz alrededor de 50 enterramientos, que datan de finales del siglo XVIII y primeras décadas del XIX. Desde el principio se depositaron en una pequeña capilla lateral, una decisión que adoptó el Gobierno de Aragón al considerar que ese espacio reunía unas condiciones de temperatura y humedad similares a las de su emplazamiento original. En ese primer momento, un equipo de restauración realizó un tratamiento de urgencia sobre las momias.  


José María Moreno, director del área de Cultura de la DPZ, explicó que la intervención se centraría en ocho cuerpos momificados de adultos y nueve de niños (entre ellos tres bebés). «Su estado de conservación es muy irregular y cada una necesita un tratamiento específico y singular». 


Esta actuación, cuyo presupuesto total es de 41.217 euros, plantea el tratamiento integral sobre los restos hallados en la iglesia. La alcaldesa de Quinto, Digna Bes, puso de manifiesto que la obra «todavía no está adjudicada» y anunció su intención de pedir presupuesto a tres empresas. La idea, según dijo, es «llevar a cabo tareas de consolidación y limpieza» para que «estén en mejores condiciones».


Por otra parte, la singularidad de este hallazgo despertó hace unas semanas el interés del Museo del Traje de Madrid. Responsables de este centro, dependiente del Ministerio de Cultura, anunciaron entonces su intención de desplazarse hasta Quinto para comprobar la vestimenta, tocados y zapatos que todavía conservan las momias. El conjunto sería importante dado que existen pocos ejemplos de ropajes populares y, además, en tan buen estado.