La chirigota que "guillotina" a Puigdemont dice que "esto es solo carnaval"

El representante legal de la agrupación considera que la polémica suscitada "no tiene ni pies ni cabeza" y asegura que están "sorprendidos".

Una polémica chirigota gaditana plantea decapitar a Puigdemont
Una polémica chirigota gaditana plantea decapitar a Puigdemont
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La chirigota 'La familia verdugo', que en su actuación en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz representó a un Carles Puigdemont bajo la guillotina, cree que la polémica suscitada por esta escena "no tiene ni pies ni cabeza".

"Esto es solo carnaval", ha dicho este vierne David Olmedo, representante legal de la agrupación y uno de los tres integrantes de esta chirigota de Chiclana de la Frontera que se disfrazó del expresidente catalán en la escena que ha levantado la polémica al simular que se le guillotina.

Los miembros de la agrupación están, sobre todo, "sorprendidos" de que lo que para ellos es un chiste más de las chirigotas que llevan montando desde hace casi veinte años les haya llevado a ser protagonistas hasta de debates nacionales de televisión.

Es "surrealista", comenta otro de los miembros de la agrupación que hoy han tenido que escaparse un rato de sus respectivos trabajos para atender a los medios de comunicación que les reclaman para dar explicaciones sobre lo que algunos han entendido como un humor que esconde odio.

"Invito a todo el que se haya molestado a que venga al carnaval de Cádiz, a los carnavales de todos los pueblos de aquí y que se empape de lo que es el carnaval. Está todo hecho desde el cariño, sin ningún motivo para tomárselo así, con todo el respeto del mundo, sin animo de ofender a nadie", continúa este chirigotero.

"Me cuesta trabajo hasta explicarlo", señala David Olmedo, que aventura que las críticas vienen de gente que "puede que no hayan entendido" la actuación y en un momento en el que el ambiente está "un poco crispado".

Asegura que escoger a Carles Puigdemont para una de sus letras "no tiene por qué tener una referencia política", porque es un personaje público con "el tirón suficiente" como para meterlo en una copla carnavalera, como han sido y son desde la familia real, a futbolistas, cantantes o gente famosa de todo tipo.

"Nosotros aquí nos reímos de nosotros mismos. Partiendo de ahí, de todo tipo de personajes públicos y se lo toman bien, porque no hay otra forma de tomárselo", señala mientras recalca que una chirigota hace "ficción" y por eso, en este caso, lo que hay en el escenario "no es una guillotina, es un yugo".

David Olmedo afirma que "después de todo esto" le encantaría que el jurado les declarase "aptos" para pasar a la siguiente fase del concurso, de cuartos de final.

"El jurado decidirá" pero si la chirigota vuelve a estar en el Gran Teatro Falla no piensa borrar la escena por las críticas.

"No tenemos por qué cambiarla, puede haber pequeños cambios, pero no tenemos intención de cambiarla. Está hecho con cariño, sin ganas de ofender a nadie y ha hecho el efecto que queríamos, que es al fin y al cabo hacer reír", apunta.

Mientras tanto esta chirigota intenta mantenerse "al margen" de discusiones políticas sobre el nacionalismo catalán. "No va con nosotros, somos una agrupación de carnaval, que nos tachen o nos insulten, eso se queda para quien lo hace", dice Olmedo.

Le dan las gracias "a todos los que nos están apoyando, de Cádiz, Andalucía y del resto de España. Creo que tienen un poquito de más lucidez y que entienden que esto es carnaval y que esta hecho para pasarlo bien y ya está".

Advierte además de que Carles Puigdemont, por la relevancia mediática que ha tenido este año, saldrá, como ya lo está haciendo junto a otros protagonistas del 'proces' catalán, en muchas otras parodias de este concurso, al que aún le queda casi un mes de sesiones".

El revuelo creado por la parodia de Puigdemont contrasta con la poca repercusión que ha tenido otra de las coplas de esta misma chirigota, en la que dicen que es un "desperdicio" llevar a la guillotina a una mujer condenada por infidelidad.

El "verdugo" se jacta después de que, al ver a la mujer, se le pone como un "palote" y por eso "en vez de con el hacha, la maté con el garrote".

La copla ha hecho que los colectivos feministas de Cádiz hayan sacado una "tarjeta roja" a esta escena, pero parece que esta no herido las sensibilidades suficientes como para que sea motivo de un debate sobre el humor machista y la violencia de género.

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