Javier Urra: "Es imposible rehabilitar a quien no quiere rehabilitarse"

La semana ha estado repleta de noticias en Aragón, y no todas agradables. Su perspectiva como psicólogo forense en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia es privilegiada.

Sí. Los informativos nacionales han abierto en los últimos días con noticias relativas a Aragón. Y alguna no ha sido agradable. Esto es la vida misma. Pero no cambia la imagen que Aragón tiene en España.

¿Cómo nos ven en España?

Gente clara, sincera, noble, directa, tolerante. Gente muy sensata, sin doblez. Gente muy fiable.

La semana comenzó con la polémica de la devolución de los bienes de Sijena.

Estamos ante el caso de la aplicación de un fallo judicial. Así de claro y simple. Un juez sentencia en un litigio. La devolución de los bienes es eso, algo tan obvio como el cumplimiento de una sentencia.

Malo cuando la obviedad pasa a ser noticia…

Esa es otra cuestión, con el incumplimiento anterior. En España existen separación de poderes: alguien legisla, alguien gobierna y, por supuesto, alguien tiene el Poder Judicial. Como he dicho antes, es un asunto obvio.

Otro tema muy diferente: Zaragoza ha sido escenario de un crimen cruel.

Sí. Y además, con una importante influencia ideológica.

Los detalles del asesinato son escalofriantes…

Quien mata y patea demuestra su calaña. Hay un informe forense muy claro. Además, existen antecedentes: había dejado ya tetrapléjico a un policía de Barcelona, es decir, sin movilidad alguna en sus cuatro extremidades. Y este individuo estaba en la calle. Sería bueno escuchar a la familia del guardia urbano de Barcelona.

El presunto asesino ya está de nuevo en la cárcel...

La función de la cárcel es rehabilitar, pero también es el lugar del cumplimiento de penas. Hay que cumplir las penas. Es necesario apartar de la sociedad a las personas que significan un peligro demostrado para la propia sociedad. Claro que es bueno rehabilitar, pero debe quedar claro que es imposible rehabilitar a quien no quiere rehabilitarse. Y evidentemente, es esencial ofrecer seguridad a la ciudadanía.

Teruel, concretamente Albalate y Andorra, también ha integrado la crónica negra semanal.

Es un asesino capaz de matar a tres personas con vileza. Su detención es la mejor noticia.

Usted, en su vertiente ensayística, se ha centrado en la pedagogía. Además, fue Defensor del menor en la Comunidad de Madrid. ¿Todo esto puede prevenirse con la educación?

Es esencial la educación. También es importantísimo distinguir la educación del adoctrinamiento. A un niño hay que educarlo, igual en la escuela que en casa. Contrariamente a lo que piensan algunos padres, los hijos no pertenecen a los padres, sino al presente y al futuro. Desde luego, el lugar de un niño de seis años no es pegando carteles.

Los niños se comunican ahora más a través de la redes sociales que con papá y mamá...

Esa es otra cuestión inherente al avance tecnológico. Internet es importante, pero dentro de un uso racional. Y, por supuesto, los padres siguen siendo esenciales.

Mañana estará en Zaragoza.

Vengo invitado por Cáritas, una organización volcada contra la injusticia social. Ofreceré una ponencia a las 19.00 en el Paraninfo de la Universidad: ‘Sentirse concernido y comprometido’.

¡Qué bonita es la palabra compromiso!

Sentirse concernido también es precioso. La vida no es solo el yo, los importantes son los otros. Por ejemplo, esta misma entrevista será importante cuando se lea: los lectores la harán importante, no yo. Tenemos que estar concernidos por la mejora de España, por hacer felices a los demás, por visitar al abuelo aunque tenga alzhéimer y no nos reconozca, por tender la mano... No es bueno el lugar donde impera el yo. En la sociedad actual hay demasiado observatorio de la realidad, pero poca acción. No hay que decir «hay que hacer», porque el futuro lo vamos a hacer nosotros.