Efímera muestra del arte humanizado de Believe in Art

Al fotógrafo José Garrido le apetecía mucho colaborar con la asociación Believe in Art, que busca a través del arte humanizar las habitaciones de los hospitales, sobre todo aquellas en las que los protagonistas son los niños. Sin embargo, sus fotografías no las veía formando parte de ese decorado, así que como le apetecía colaborar se propuso hacer un retrato colectivo con los artistas que han participado en el proyecto.

El resultado se vio ayer en la Suite Teatro (c/ Ramón Pignatelli, 86), cuya propietaria, la actriz Inma Chopo, cedió a modo de improvisada sala de exposiciones. Eso sí, fue una muestra efímera porque los retratos apenas estuvieron colgados unas horas. “La idea es que al acabar el acto, los que han trabajado en las habitaciones se lleven las fotografías y las tengan de recuerdo”, comentó José Garrido.

Eso, precisamente, es lo que sucedió, dando todo el sentido al título de la muestra: ´Desmontaje con gesto y corazón`. Pero antes de que concluyera la velada pasaron más cosas. Beatriz Lucea y María Luisa Grau asistieron en representación de Believe in Art y esta última agradeció las múltiples colaboraciones recibidas, desde médicos y enfermeras a profesores, pintores, escritores, ilustradores y, por supuesto, familias y pacientes.

María Luisa recordó que hasta la fecha han participado más de 60 artistas y que las actuaciones se han realizado, fundamentalmente, en diferentes zonas del Hospital Infantil, “aunque también se ha trabajado en el Hospital San Juan de Dios y en el centro de salud San Pablo”. “A partir de Navidad abordamos nuevos proyectos –prosiguió–; en concreto, en las unidades de Lactantes e Infecciosos”.

Al acto asistieron escritores, fotógrafos, pintores e ilustradores como Alberto Gamón, Agnes Daroca, Ana Valderrama, Sergio Lairla, Arancha Ortiz o Ana López. No estuvieron pero también han colaborado, entre otros, José Luis Cano, Irene Vallejo, Javier Hernández, Antón Castro, David Guirao, Ana Alcolea, Rosa Mai o Elisa Arguilé.

En los corrillos que se hicieron quedó claro que la creatividad es la herramienta con la que los niños descubren el mundo que les rodea, “algo que es esencial para su desarrollo personal”, comentaron algunos artistas. Sin embargo, todo ese torrente de imaginación se ve truncado cuando surgen problemas de salud. Es entonces cuando las circunstancias hacen que todos los esfuerzos se centren en el aspecto sanitario, olvidando las necesidades creativas de los niños, “que en un momento así son, si cabe, más importantes”.

Esta ha sido la razón de ser de su trabajo y así se puso de manifiesto en la Suite Teatro en esta cita que tuvo un aire festivo. De hecho, el cantante David del Barrio deleitó a los asistentes con un concierto acústico y la velada se prolongó un rato más con la colaboración de Sangría Lola, Regalos Personales y Juana & Felipe Vermouth.

Con las despedidas llegó el momento del ´desmontaje con gesto y corazón`. Con unas tijeras en la mano, José Garrido fue cortando las fijaciones de las imágenes y cada uno recogió la suya. La efímera exposición concluyó de la mejor manera posible: con la sonrisa de agradecimiento de los protagonistas que se fueron con un bonito recuerdo debajo del brazo.