Las cuatro mejores películas de culto para disfrutar entre amigos

Aunque la televisión ha ido comiéndole terreno en los últimos años, el cine sigue siendo la materia artística más genuina. Si no tienes grandes planes para el fin de semana: cuatro films muy controvertidos en su día pero cuya esencia y originalidad aún perduran en la historia del séptimo arte.

Fotograma de la película 'La naranja mecánica'.
Fotograma de la película 'La naranja mecánica'.

A pesar de que se define como la producción cinematográfica que adquiere alguna clase de culto popular, la prueba más certera para comprobar si una película es de culto se obtiene al ver esta ha adquirido un grupo específico de fans acérrimos. Estos trabajos se caracterizan por escapar de los cánones establecidos por el cine ‘mainstream’, ya sea en el ámbito narrativo, técnico o argumental, llegando a ser tildadas como polémicas en muchas ocasiones. Precisamente por ello, este tipo de largometrajes suelen fracasar en lograr cierto éxito fuera de los amantes del género. No obstante, con el paso del tiempo, algunas de estas producciones obtienen un reconocimiento masivo, llegando incluso a ser consideradas como clásicos del cine.

En un mundo que a lo largo de su historia ha sido criticado por seguir un modelo excesivamente uniforme y donde la transgresión ha sido castigada con la absoluta indiferencia en algunos casos, aquí van cuatro ejemplos de proyectos desgarradores (en todos los sentidos), atrevidos e incomprendidos en su día, pero que se han conservado en el tiempo como los mejores vinos.

Pink Flamingos (1972): ausente en las cadenas convencionales por motivos que todos los que la hayan visto se imaginarán, el film cumplió el pasado 17 de marzo 45 años. Cuenta la historia de Divine, una ‘drag queen’ que vive con su madre Edie, a la que le gustan compulsivamente los huevos de gallina, su hijo delincuente Crackers y su pareja, Cotton, dedicada al voyeurismo. Considerada como ‘la persona más inmunda del planeta’, Divine recela de la llegada al vecindario del matrimonio Marble, una pareja con potencial para arrebatarle su más preciado título. Una joya de la comedia negra y del género ‘exploitation’, plagada de escenas que superan los límites del mal gusto pero que al mismo tiempo, con sus diálogos surrealistas y su disparatada música, entre otros aspectos, generan un estilo único en la historia del cine independiente.

La Naranja Mecánica (1971): la obra maestra de Kubrick. La fama de ermitaño e introspectivo del realizador inglés cobra forma en esta pieza de arte de gran precisión técnica y marcado simbolismo. Narra la vida de Alex, un sociópata apasionado de la música clásica que junto a sus ‘drugos’ comete diversas fechorías llevando por bandera la ultraviolencia, hasta que es capturado y se le intenta rehabilitar a través de una agresiva técnica de psicología conductista. La empatía que crea este antihéroe con el público, la cuidada estética de los planos y el lenguaje adulterado (que mezcla palabras coloquiales, en ruso e inventadas) de los personajes son los ingredientes principales de este elemento de culto.

Trainspotting (1996): “Elige una vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos…”. Renton expresaba con un discurso icónico el particular despertar de una generación sumida en la heroína que rompió todos los moldes del cine británico más clásico. Su éxito se basa en el excelente retrato de una forma de vida basada en la cultura de las drogas, lo que conduce tanto a escenas dramáticas como a momentos de liberación pura, con un estilo visual original y arrollador y un ‘soundtrack’ para el recuerdo. A principios de este año se estrenó su secuela, Trainspotting 2, que cumplió todas las expectativas volviendo a reunir a Renton, Begbie, Spud y Sick Boy en el viejo Glasgow, y haciendo que el espectador volviese a vivir una experiencia muy especial.

El Corazón del Ángel (1987): Robert de Niro, Mickey Rourke, Lisa Bonet y Charlotte Rampling protagonizan este film de Alan Parker basado en la novela de William Hjorstsberg ‘Falling Angel’ y que cuenta la historia de Harry, un investigador privado poco convencional al que contrata Louis Cyphre para que encuentre a Johnny Favourite, un popular cantante que resultó herido en la Segunda Guerra Mundial y que debe dinero a Cyprhe. Inclasificable si se atiende a los géneros de cine más usuales, el largometraje mezcla terror, intriga, esoterismo, elementos satánicos y laberintos que conducen a espacios y situaciones sobrenaturales. Un mundo donde nada es lo que parece y donde la expresión “el infierno en la tierra” cobra una relevancia notable.

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