Cine, televisión, teatro, canción… Jorge Usón (Zaragoza, 1980) toca todos los palos y no para de trabajar. Es el actor aragonés del momento. ¿Está de moda?

Estoy muy productivo, saliendo mucho. Quizá ahora se está mostrando todo a la vez el trabajo realizado de años atrás. No creo en los trenes que pasan, ni en las loterías… Es verdad que estoy apareciendo mucho en los medios, en los teatros, en la televisión… Profesionalmente, desde que llegué a Madrid, estoy viviendo los mejores años de mi vida.

¿En qué está trabajando ahora?

Estoy pendiente de estrenar la serie 'La catedral del mar’, adaptación de la novela homónima escrita por Ildefonso Falcones, que será emitida en Antena 3 y de la que he participado en dos capítulos. Además, estoy saliendo en ‘Amar es para siempre’, de la misma cadena, y tengo otro proyecto de televisión del que aún no puedo contar nada.

Y sigue sin dejar el teatro.

Bajo la dirección de Miguel del Arco, estamos con la obra ‘Arte’, de Kamikaze Producciones, Premio Nacional de Teatro de 2017, con la que acabamos de estar en Zaragoza.

¿Qué proyecto de todos es el que le hace más ilusión?

Decarneyhueso, un cuarteto de poesía y música que tengo en Madrid con el que estamos haciendo actuaciones por toda España y con el que vengo el próximo febrero a Zaragoza al Mercado. Es lo que más me apetece ahora: cantar con mi grupo en un espectáculo al estilo de un café concierto con aire de cabaret latino. Es algo que me cambia el cuerpo.

¿Dónde se le puede oír?

Hicimos la feria de Huesca; en febrero estuvimos en el mercado, en Madrid; llenamos la sala Galileo Galilei… Vamos a grabar para 2018 y a viajar a Latinoamérica.

El próximo miércoles, 8 de noviembre, llega a Zaragoza con el espectáculo músical ‘Cabaré de caricia y puntapié’. Otra vez de vuelta a Aragón, su casa.

Vivo en Madrid por motivos laborales, pero siempre he tenido un pie en Aragón. Mi compañía es de aquí y aquí es donde se fraguan mis proyectos más importantes.

¿Cómo se puede llegar a todo?

Con mucho esfuerzo y siendo militante de mi vida artística, en la que tengo puesta toda mi líbido.

¿Cómo se ve desde Madrid a los profesionales aragoneses?

Ha subido mucho el caché de Aragón gracias a las producciones de cine aragonesas, muy exportables, como las de Miguel Ángel Lamata, Javier Macipe o Paula Ortiz, entre otras. Pero también influye que en el teatro se están animando las compañías de España a volver a los escenarios de Aragón porque estamos teniendo cada vez más público gracias a las nuevas políticas culturales. Se está dinamizando y ha vuelto la alegría a los teatros públicos.

¿Cuál es la causa?

Fundamentalmente, por el grado de apuesta del programador, en este caso Víctor López, que hace un trabajo estupendo. Quizá también por otras razones como la bonanza económica, entre otras. Hay muchas variables, sin duda, pero hoy ya no hace falta ir a Madrid para ver el mejor teatro que se hace en España.

¿Aumentará la programación?

Teatros como las Esquinas o la Estación tienen una programación muy interesante también, hay cada vez más salas y muy buenos profesionales. Nos falta un empujón industrial, pero tenemos un nivel artístico estupendo.

En concreto, ¿a qué se refiere?

Que se pueda vivir del arte. Que los actores aragoneses se dediquen a actuar es hoy todavía un sueño, no es realidad. Es complicado cuando nos comparamos con Francia, por ejemplo, donde el país protege y apoya mucho más a sus cómicos que en España. Quizá es posible que no lleguemos a la sociedad igual que en otros países, pero, en cualquier caso, sería necesario que, independientemente de quien gobierne, del color, se mantengan unos criterios de coherencia para mantener unos mínimos de apoyo a la cultura.

¿En qué faceta se encuentra más a gusto?

Soy un actor de teatro que está haciendo otras cosas. A pesar de todas las experiencias, lo del cine es un territorio aún por descubrir.

En lo que va de 2017, ha participado en películas con Ignacio Estaregui (‘Miau’), Agustí Villaronga (‘Incierta gloria’), Miguel Ángel Lamata (‘Futbolísimos’)... ¿Le atrae también el cine?

En el cine cuesta meter la cabeza, hay un embudo importante, más que en cualquier otra disciplina, es aún para mí un territorio por conquistar.

La televisión, ¿le da visibilidad?

Aunque la gente me para por la calle, no sé medirlo muy bien. Te da popularidad, nada parecido a la de Paco León, pero sobre todo me da horas de vuelo ante la cámara.

Ha conseguido ser profeta en su tierra.

Estoy muy sorprendido y, sobre todo, muy querido y espero que dure para estar a la altura y devolverle a Aragón todo lo que me está dando. Para un actor es muy importante sentirse apoyado; el cariño, saber que nos siguen es para el cómico una gasolina fundamental. El actor hace una demanda de amor, aunque parezca que es un Narciso.