Nobleza Baturra celebra hoy sus 50 años de vida con una gran gala en el Auditorio

"Lo mejor del grupo es que somos como una gran familia. Y no es un tópico, es la verdad". Lo dice Teresa Betoré, directora de Nobleza Baturra, formación folclórica que cumple ahora 50 años de andadura, y que esta tarde ofrece un espectáculo muy especial sobre el escenario de la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza (19.30). Nobleza, como se la conoce popularmente, celebra sus bodas de oro, y lo hace subiendo al escenario a más de 160 cantadores, bailadores y músicos de varias generaciones. Ayer aún quedaban unas pocas entradas a la venta.

En el espectáculo se va a recorrer la trayectoria del grupo, desde su comienzo a la actualidad, con un apartado especial para mostrar los últimos frutos de la escuela que tanta fama le ha dado. "Al final se van a subir al escenario más de 160 personas –subraya Betoré–; artistas que formaron parte de Nobleza en algún momento de su trayectoria, o que están hoy en el grupo. Bailadores como Carlos Gil, José Luis García Baeta, Juan Carlos Serrano, María Luisa Fuentes, Carlos Rodríguez o Mariano y Virginia Martínez. Y cantadores como Maruja Santafé, Fernando Puyó, Pilarín Pardo, María Jesús Hernández o Angelines Hernández".

Teresa Betoré ha organizado la gala en colaboración con Tomás Castillo y Ramón Artigas. Es hija de Carmelo Betoré, quien fundó Nobleza Baturra en 1967 con el ánimo de divulgar el folclore aragonés, y después de haber participado en el rodaje de la película de idéntico título.

"Los comienzos fueron difíciles –señala Teresa–, pero mi padre tenía muy claro qué hacer para salir adelante: trabajar mucho, mantener un nivel alto de calidad y rodearse de buena gente, en lo artístico y en lo personal". Decisiva fue, en todo caso, la fama que se labró el grupo en el famoso concurso televisivo ‘Gente joven’, que ganó en los años 1976, 1977, 1978, 1979 y 1983.

"Ahora el grupo lo formamos unos 60 artistas, entre rondalla, canto y baile –subraya Teresa Betoré–. Siempre hemos querido darle un aire contemporáneo a nuestros espectáculos pero sin olvidar nuestra raíz. Porque el público de la jota cada vez es más exigente y pide, ante todo, calidad".

La jota aragonesa llena los días, tardes y noches de la directora del grupo prácticamente desde su nacimiento. Y, por eso, es testigo de excepción de los cambios que ha experimentado el folclore aragonés a lo largo de las últimas décadas y, especialmente, en los últimos años.

"Técnicamente, todo en la jota ha evolucionado mucho, tanto en las rondallas como en lo que se refiere a cantadores y bailadores –subraya Betoré–. Pero a mis alumnos les insisto en que tienen que buscar la ‘chispa’. Antes se bailaba mucho con el corazón; ahora se está mucho más pendiente de hacer las cosas con precisión académica.Y, en cierta medida, eso hace que muchas parejas se parezcan entre sí. Hay muy buenos artistas y muy bien preparados, pero se notan menos las diferencias entre ellos".

Hoy, el grupo, sumadas las tres modalidades artísticas, suma más de 100 personas. Teresa Betoré y Ramón Artigas se ocupan del baile; José Luis Urbén, del canto; y Tomás Castillo coordina la rondalla. "No nos obsesiona tener supercampeones, pero los hemos tenido y los tenemos. Ganar premios está bien, pero no lo es todo. En la jota lo importante son las ganas". ¿Cómo será Nobleza Baturra dentro de 10 años? "Seguiremos en nuestra línea de trabajo, apostando por lo tradicional con aire renovado y por una puesta en escena actual. Nos queda mucho camino por recorrer", concluye Betoré.