El Goya más íntimo y humano se adueña del Caixaforum

Una muestra reúne 21 obras del genio de Fuendetodos y retrata su círculo íntimo y sus primeros años en la corte.

Ante las obras maestras. En la foto, Manuela Mena, Raúl Marqueta, director territorial de Caixabank en Aragón y La Rioja; Elisa Durán; Ricardo Alfós, director de Caixaforum Zaragoza; Gudrun Maurer; y Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, que participaron en la presentación de la muestra.
El Goya más íntimo y humano se adueña del Caixaforum
Aránzazu Navarro

El Caixaforum zaragozano ofrece al visitante, a partir de este jueves, la posibilidad de contemplar una muestra excepcional, ‘Goya y la corte ilustrada’. La exposición, organizada desde el Museo del Prado, que aporta la mayor parte de las piezas y a sus dos comisarias, Manuela Mena y Gudrun Maurer, busca dibujar nuevos perfiles del genio aragonés. Con el hilo conductor de la relación epistolar que mantuvo con sus amigos aragoneses, y principalmente con Martín Zapater, de quien se exponen los tres retratos que le hizo, explora la influencia en el artista de todo lo que vio y vivió en un momento clave de su vida, cuando llegó a la corte madrileña. "No es solo una exposición de Goya, sino que pretende también ofrecer un retrato del siglo XVIII español", señalaba ayer Manuela Mena. Indudablemente, Goya es el único protagonista, aunque se incluyan pinturas de artistas como Mariano Maella, José del Castillo, Luis Paret o Lorenzo Tiepolo.

Ochenta y cuatro obras (21 del artista de Fuendetodos) forman parte de la muestra, que incluye numerosa correspondencia y algunos objetos. Las obras proceden en su mayor parte del Museo del Prado, pero también de instituciones como el Museo de Bellas Artes de Bilbao o el Museo de Arte de Ponce, entre otros. Hay obras emblemáticas del pintor aragonés, como ‘El pelele’, ‘Niños con perros de presa’, ‘La vendimia’, o ‘La gallina ciega’, que hasta ahora solo había abandonado una vez en su historia el Prado, para una gran exposición que se celebró en Viena.

'Goya y la corte ilustrada' en Zaragoza.

"Pincelada filosófica"

Aunque algunas de estas piezas sean ya conocidas, el principal acierto de ‘Goya y la corte ilustrada’ es el recorrido, que se ha diseñado con mucha inteligencia y sensibilidad, que está lleno de sorpresas y pequeños diálogos entre las obras, y que revela muchas cosas de forma incontestable. "En la exposición podemos ver el uso que hacía Goya de sus pinceladas, exactas, esenciales, vibrantes... –subrayaba ayer Mena–. Hemos dispuesto sus obras junto a las de algunos de los mejores artistas de la época, y ninguno de los que podemos ver aquí, nadie, llega a tener ni de lejos esa pincelada casi filosófica que poseía Goya". Y, sí, quizá desde el punto de vista técnico ningún artista soporte la comparación. Pero lo importante de la muestra es que presenta a un pintor humano, palpitante, un joven que se deslumbra por lo que ve en Madrid, por la libertad que se respira en una ciudad tan grande y que, ambicioso, busca crecer como artista y domar su futuro.

El recorrido es circular, y se abre con sus primeros años en Zaragoza, con los retratos de su círculo íntimo. El segundo apartado se dedica a una de las grandes pasiones de Goya, la caza. En el tercero se ofrece un atinado retrato de la corte y en el cuarto se presenta el universo femenino de la época. Por último se vuelve a las amistades del pintor cuando este ya había triunfado. "Goya fue un gran inventor –subrayaba Manuela Mena–. No estoy nada de acuerdo con esa expresión que se le adjudica de ser ‘el primer reportero de guerra’. Sus cuadros son invenciones y, además, entraba en el espacio de cada uno de ellos de forma diferente".

Un ‘Pignatelli’ de Esteve

Y los que buscan novedades en las exposiciones, también las van a encontrar en esta. Se recoge, por ejemplo, un temprano retrato de Martín Zapater, se muestra una miniatura del comerciante zaragozano realizada por Francisca Isidra Meléndez y, al final del recorrido, se presenta un bello retrato de Pignatelli (copia del famoso original de Goya que se perdió) elaborado por Agustín Esteve. Este cuadro, restaurado por el propio Prado, ha aparecido en una colección aragonesa.

"Me gustaría que el visitante viera a Goya como ser humano. Él cuando pintaba, se preguntaba quiénes somos, y a veces mostraba crueldad y a veces ternura. Todos los artistas tienen sus obsesiones, y la de Goya era el ser humano". El pintor, también, se define en sus textos, y de ahí que las cartas lo retraten. La muestra podrá visitarse hasta el 21 de enero y posteriormente viajará a Bilbao. "Desde que inauguramos el Caixaforum de Zaragoza quisimos hacer una exposición de Goya –aseguraba ayer Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación La Caixa–, pero teníamos claro que no podía ser una exposición cualquiera. Ha habido que esperar tres años, pero es el regalo perfecto para la ciudad".

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