Cumbre tanguera en Zaragoza

Más de 200 seguidores del baile nacido en Buenos Aires llenan hasta el domingo de milongas la capital aragonesa, donde se está celebrando el XXI Encuentro de Aficionados.

La lluvia impidió la gran milonga prevista para la tarde de ayer en la plaza de San Bruno, pero hubo quien se animó a bailar en los porches.
La lluvia impidió la gran milonga prevista para la tarde de ayer en la plaza de San Bruno, pero hubo quien se animó a bailar en los porches.
Oliver Duch

El tango y la pasión forman un binomio indisoluble. Si se pregunta a los bailarines de este arte nacido en los suburbios de Buenos Aires cómo es la ejecución, los tecnicismos pasan a segundo plano, ya que en la pista domina el sentimiento: "El tango es el abrazo con la pareja, sentir la conexión y entrar en armonía con la música", cuenta Francine Barthe, que ha venido con su marido Francis a Zaragoza desde Albi, una pequeña localidad francesa cercana a Toulouse, para disfrutar del XXI Encuentro de Aficionados al Tango, que este año toma por primera vez la capital aragonesa como sede.

Más de 200 personas llegadas de doce comunidades autónomas españolas, y de otros países europeos como Francia, Suiza, Bélgica, Alemania e Italia, vienen a demostrar que para disfrutar de una milonga –como ellos bautizan a sus encuentros tangueros– no hay que ser un profesional, basta con dejarse llevar.

Casi 20 años de actividad lleva la asociación zaragozana El Garage, que comenzó un 14 de febrero de 1998 a dar rienda suelta a su afición por el tango argentino. En este 2017 es la promotora del encuentro en Zaragoza, "un reto y un honor", cuenta su presidenta, Irene Serrano.

Aunque la lluvia empañó el viernes la primera jornada de baile al aire libre multitudinaria que tenían prevista en la plaza de San Bruno, alrededor de 20 valientes se dejaron llevar por su pasión e hicieron de los porches de la plaza una pista improvisada, mientras sus compañeros reponían fuerzas en sus casas y hoteles para echar los restos en la milonga que programaron por la noche en el hotel Meliá.

Los curiosos, si la climatología no lo impide, podrán verlos bailar esta tarde en la plaza José Sinués, de 17.30 a 19.30, y mañana en el Parque Grande, de 11.45 a 13.30. Además de estas citas públicas, los inscritos al encuentro disfrutarán esta noche de una milonga en el hotel Zentro, que está previsto que termine a las 3.00, y mañana se despedirán en el hotel Meliá con una tarde de baile ininterrumpido.

El Garage cuenta actualmente con 260 socios, que han llegado hasta allí por motivos muy diversos. El baile es solo el hilo conductor, ya que mientras algunos buscan perfeccionar su técnica, otros quieren disfrutar de su afición, y muchos lo que pretenden con los encuentros es tener una excusa para salir de casa, reír y conocer gente.

Una actividad que engancha

"Con el baile se aprende a socializar y se hacen buenos amigos, incluso parejas. Muchos de los que se inician en el tango vienen de practicar bailes de salón o porque han escuchado desde pequeños la música de Gardel, pero una vez lo prueban, es una droga que engancha", recalca la presidenta de la asociación.

Desde el inicio, El Garage creó su propia milonga, a la que llamó ‘De media luz’. Cada domingo, los tangueros se reúnen en el hotel Meliá, y los sábados de mayo a septiembre se encuentran en la plaza de José Sinués para ‘milonguear’ dentro de su ciclo ‘Primaveras y otoños de tango’.

Cada encuentro se compone de una tanda de cuatro tangos, una de tres valses criollos y otra de tres milongas, las tres tipologías de baile, que se repiten hasta que termina la sesión.

Los pies de los tangueros saltan a modo de resorte automático cuando se escucha a Piazzola, aunque en cada milonga hay un musicalizador al frente que elige los temas que se van a bailar, algo que "depende de la sensibilidad de cada uno, aunque –en opinión de Serrano– hay clásicos como ‘Poema’, de Francisco Canaro, o ‘El huracán’, de Juan D’Arienzo, que no deberían faltar".

El encuentro en Zaragoza se prolongará hasta el domingo con milongas y visitas. Los participantes recorrerán hoy el Teatro Romano y ayer fueron recibidos en la Diputación de Zaragoza y en el Ayuntamiento de la ciudad, donde se animaron a bailar en el salón de recepciones y contagiaron el ritmo hasta al consejero de Cultura, Fernando Rivarés.

Los tangueros están repartidos estos días entre Zaragoza y Pau (Francia), donde se celebra el Encuentro Transpirenaico de Tango, que cuenta con la presencia de bailarines franceses, vascos y aragoneses. Una coincidencia poco afortunada que les ha dividido, aunque, como apuntan desde El Garaje, "lo importante es llenar de tango el mundo".

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