Miguel Ángel Yusta: “Sin amor no es posible la vida”

El poeta zaragozano, especialista en copla y ópera, publica tres libros, uno de ellos con Alberto Calvo, ‘Supermaño’.

Miguel Ángel Mayusta.
Miguel Ángel Mayusta.
Mercedes Mayusta

¿Está usted en un gran momento poético? Coinciden hasta tres libros suyos en el mercado.

Ha sido una casualidad. Debido a mi forzada inmovilidad e inactividad durante más de un año, por intervenciones quirúrgicas, que también afectaron el ánimo, se han acumulado antiguos proyectos que estaban en marcha y que he podido ver finalizados ahora, junto a alguno nuevo que llegará.

En consecuencia salen varias publicaciones y, claro, no se puede decir a los editores, cuando deciden publicar, que esperen y espacien los libros. No está el mundillo editorial -y menos en poesía- para ello...

¿Qué es ‘Ayer fue sombra’ (Lastura)?

La reedición de ‘Ayer fue sombra’ era un proyecto antiguo y muy querido por mí. El libro -Primer Premio Delegación del Gobierno de Aragón en su sexta edición- se agotó con rapidez en su edición inicial y no tuvo recorrido fuera de Zaragoza.

Ahora, ampliado, lo publica una editorial, Lastura, que tiene una proyección nacional. Además está anotado y prologado, cosa que no tenía la edición del premio. Y con una portada muy sugerente.

¿Cómo ha crecido el libro?

Un poema, un poemario, jamás se puede considerar terminado. Nos dice el poeta y premio Nobel mexicano Octavio Paz que en el poema “no existe la versión definitiva: cada poema es borrador de otro que nunca escribiremos”. Yo considero, también, que jamás un poema está definitivamente terminado, si no en continuo cambio.

Por ello, estos versos están vivos y pueden evolucionar y transformarse con el tiempo y, también, percibirse de forma distinta por el lector. La reedición de  ‘Ayer fue sombra’ es buena prueba de ello.

¿Podríamos decir que es la memoria sentimental de un niño o un joven de posguerra?

Por supuesto, pero contemplada con la serenidad que da el paso de los años, “sin sentimentalismos tópicos ni morbosas nostalgias”, como señala el escritor y poeta Emilio Quintanilla en la nota inicial que acompaña a esta reedición.

¿Qué le ha marcado más: el cine, la noche, la radio, la copla o la represión?

En la época de mi generación hubo circunstancias especiales que nos marcaron de por vida: penuria económica, represión en la enseñanza, en la vida en general, falta de libertad e información, censura... Nos salvaba en parte aquella radio que nos acompañaba en la noche, el cine dominical y el amor, aunque un amor reprimido, temeroso y vigilado.

Pero todo acaba y, por fin, pudimos, aunque algo tarde para nosotros, lograr que, como escribió Mario Benedetti “la gente viva feliz aunque no tenga permiso”. Aquel “permiso” que era necesario, entonces, para cualquier cosa...

¿El mejor o el único amor era el soñado?

El amor por el amor es siempre bello, ideal, perfecto. Cuando el amor se proyecta en otro y se refleja con igual intensidad es como un sueño del que, por desgracia, se despierta demasiadas veces. Pero la lucha por el amor debe ser permanente y tenaz. El amor es dádiva y por ello se ha de encontrar la felicidad en verla en el amado.

Pero también es necesario respetar el espacio, la libertad del otro. El amor encadenado o dependiente no es sino una obsesión amorosa, de posesión, no de pertenencia, que es lo ideal. Amar, proyectar el amor, es el más hermoso sentimiento de la naturaleza humana. La falta de amor es el origen de todos los males que nos acechan cada día...

¿Es, entonces, el amor su gran tema?

El amor está siempre presente en mi poesía..., y en todo cuanto hacemos. Su falta es la causa de todos los males que nos aquejan. Así pues el amor o su ausencia motivan felicidad, risa, llanto, opresión, desigualdad, odio, envidias, guerras., dolor...

Es el eje positivo o negativo sobre el que gira la Humanidad. ¿Cómo no va a estar siempre presente en cualquier obra literaria, aunque algunos autores pretendan negarlo o acusarlo de tópico poético pasado de moda? “Quien lo probó, lo sabe”, como dijo Lope de Vega.

¿Qué ha hecho en el libro 'Cuaderno de damas' (La fragua del trovador), que lleva dibujos en blanco y negro de Alberto Calvo, ‘Supermaño’?

Subrayar mediante poesía popular, ligera -aunque no por ello fácil- los 50 rostros de mujer, 50 misterios magistralmente plasmados por el ilustrador y pintor Alberto Calvo. Son 50 textos (codas flamencas, soleás, seguidillas, coplas, haikus...) que pretenden no distraer al lector, sino conducirle a la imagen, subrayarla y están escritos en esas formas como un apunte que enmarque la expresión gráfica, pero no la solape.

Un libro singular, primorosamente editado (la edición es limitada y numerada), en el que los autores hemos puesto mucha ilusión, trabajo y tiempo.

¿'Des-concierto', su último poemario, es un canto de desamor o es la revelación de las heridas del poeta?

‘Des-Concierto’ es un libro -con un gran prólogo de mi amiga y escritora Luisa Miñana- que hace un recorrido por varias fases poéticas, o tiempos, como si de un concierto se tratase (Allegro, Adagio, Scherzo y Rondó) con diferentes estados y colores poéticos, tal y como se desarrolla la música de una sinfonía.

Pero con mi visión especial, “desconcertante”, que no desconcertada. Me conmueven estas frases de la prologuista: “...un conjunto de textos poéticos que le van a provocar temblor en el corazón, relámpagos de sabiduría para alimentar sus neuronas, y hasta algún que otro escalofrío recorriéndole la médula, como si fuera nieve o mariposas que ascienden por ella”.

Como en la música -que personalmente me salva muchas veces del naufragio- hay que escuchar tanto las frases como los silencios y reflexionar sobre la arquitectura del libro y su evolución hacia ese “final” con un poema ‘La soledad del nadador de fondo’, que ciertamente es “una frontal llamada de atención sobre la condición existencial humana”, como dice Luisa Miñana.

¿Qué significa la poesía en su vida?

La poesía y la música (la ópera en este caso; escribo textos sobre ella en HERALDO) son pilares fundamentales que sostienen mi existencia.  Y deben enmarcar al amor. Sin amor –lo dije en cierta entrevista y lo repito- no es posible la vida.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión