Doce artistas se preparan para dar rienda suelta a su creatividad en la fachada digital de Etopia

La fachada digital de Etopia de Zaragoza aspira a ser una ventana de toda la actividad que se vive dentro del Centro de Arte y Tecnología. Y así va a ser en el caso de los doce creadores españoles, siete de ellos aragoneses, que estos días participan en la II Academia de Fachada Media, donde exploran las posibilidades artísticas y tecnológicas de esta macropantalla urbana de algo más de 600 metros cuadrados.

El curso se puso en marcha el pasado lunes y finalizará el próximo 27 de enero. Las obras personales que presenten se exhibirán a partir de mitad de febrero, formando parte de la programación del primer trimestre de 2017.

Esta doble fachada luminosa de última generación, que tiene 16.884 bombillas led, es un foco de atracción visual importante en los alrededores de la estación de Delicias. Un escaparate excepcional que quieren aprender a explotar los asistentes a estas jornadas, en las que reciben 50 horas de formación teórica y práctica, tutorías y pruebas en fachada.

El artista digital Néstor Lizalde, colaborador habitual de Etopia, que ha desarrollado entre otros proyectos la aplicación informática que permite visualizar a priori el contenido que será posteriormente exhibido y que controla este soporte, impartía ayer por la tarde un taller. Otros artistas familiarizados con el medio que van a ofrecer "píldoras formativas" son el estudio de arte, tecnología y filosofía Libertar.io de Barcelona y el donostiarra Jaime de los Ríos, especialista en ‘software’ y ‘hardware’ libre y fundador del espacio abierto de arte y ciencia Arteklab.

"No es algo tan loco y bizarro"

Este laboratorio ciudadano que es Etopia resulta todavía un gran desconocido para el gran público, pero no para los diseñadores más jóvenes. "Las nuevas generaciones de diseñadores conocen el funcionamiento de la fachada. No es algo tan loco y bizarro como pueda parecer", opina con conocimiento de causa Rebeca Bazán, una de las participantes en el curso a la par que profesora de Motion Graphics y Medios Audiovisuales en la Escuela Superior de Diseño de Aragón. En ese gran espacio expositor que no deja de ser la fachada espera poder contar "algo sobre la intersexualidad, un tema que me interesa".

Desde Palma de Mallorca se ha desplazado María José Ribas, otra de las alumnas que también hace uso de la residencia de Etopia, una de las posibilidades que ofrecen estas instalaciones. Conocía Etopia porque acudió al seminario sobre artes y redes que se celebró en 2013 y "esta actividad es perfecta para el proyecto que desarrollo". Artista plástica, que trabaja sobre todo el vídeo, la fotografía y las instalaciones, lleva dos años colaborando con un científico investigador en nanotecnología aplicada a la biomedicina. Al igual que ha realizado esculturas sobre las formas que adoptan las nanopartículas, "espero llevarlas a la fachada, y tomando como base estas figuras abstractas generar otras orgánicas, que cambien de color y aspecto", explica.

Este soporte está abierto a todas las disciplinas. La oscense María Blasco, que realiza en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca el doctorado en Arte y Humanidades, quiere "engañar al ojo del espectador" y "camuflar" el edificio de Etopia "en otra arquitectura clásica como un Paternón". Algo así como un trampantojo digital. Es usuaria habitual de Etopia desde que en 2013 estuvo en el V Congreso Iberoamericano de Cultura y subraya que sus compañeros del grupo de investigación universitaria de Cuenca lo tienen "como un auténtico referente".

"Como artista y como periodista, me interesa conocer cualquier tipo de medio, soporte o estructura que puede dar cabida a la comunicación humana", asegura el zaragozano Fernando Palacios, otro de los ‘estudiantes’. Quiere que su creación "utilice el aspecto más físico y tecnológico, cómo se comportan los leds y cómo responden a una programación determinada" y, a la vez, transmita esa "estética minimalista" que le seduce.

La Academia de Fachada Media se puso en marcha en junio de 2015. Para tomar parte en esta segunda edición se recibieron más de 20 candidaturas a través de una convocatoria pública y la idea es darle continuidad. Está organizada por la Fundación Zaragoza del Conocimiento y el Ayuntamiento de la capital aragonesa.