Tumbaíto: "El flamenco puede traspasar fronteras y llegar a China"

Alejandro Sánchez Bermejo, ‘Tumbaíto’ (Tarragona, 1979) se ha aupado a la portada de la actualidad al cantar en flamenco ‘Volare’ en chino.

Tumbaíto, en el zaragozano pasaje Ciclón
Tumbaíto, en el zaragozano pasaje Ciclón
Guillermo Mestre

El Barça-Madrid lo vimos ayer con la comida en la boca para que lo pudieran ver los chinos, el entrenador del Zaragoza se fue a Tailandia (Ranko Popovic), el del CAI a China también (Joaquín Ruiz)… ¡Y esta semana llega Tumbaíto y forma el lío cantando flamenco en chino!

Apareció el vídeo de ‘Volare’ en chino en TVE y a media tarde ya era la noticia más vista de la web. Luego, Tele 5... Ya me han propuesto ser marca española en Asia para productos como jamones, quesos, aceites…


Dicen que usted chanela, que canta de lujo en español. Pero atreverse a cantar en chino...

Era un reto, una porfía. Me lo propuso Luis Escudero. Empecé de oído. Luego, comencé a estudiar chino. La vocalización es distinta. Lo fuimos puliendo y ahí me tiene. Ya estoy preparando otra canción: ‘El toro enamorado de la luna’ de Luis Mariano.

 


El toro que le puso Campanero el mayoral…

Se sabe la canción, ¡eh! Gracias a Dios, después de un año durísimo, ya salen las cosas. Incluso estamos hablando con la televisión china para cantar en el Año Nuevo chino. Sería clave para mi carrera.


Por cierto, ¿por qué le llaman Tumbaíto?

El nombre me viene desde antes de nacer.


En eso también es diferente: bautizado antes de nacer.

Mi madre, cuando estaba embarazada, solía estar tumbada para descansar. De ahí Tumbaíto.


Aclarado queda.

Nací en Tarragona. Soy hijo del novillero Antonio Sánchez Rico. Con tres años vine a Zaragoza con mi madre. Mis ídolos de niño eran Camarón y Bruce Lee.


Arte cantando y arte marcial…

Eso es. Pronto comencé a diferenciar palos y estilos, a interpretar el lenguaje del flamenco. Comencé a cantar en público a los 14 años. La vida seguía…


Y no se detiene…

Tuve dos hijos preciosos.


¿Salió mal la cosa…?

Salió bien durante 10 años. Luego, se rompió el amor de tanto usarlo. Sigo queriendo a mis hijos con locura. Decidí desaparecer de la ciudad y me fui al campo, a curar las penas con mi perro Tango. Pobrecito, Tango, murió el pasado 2 de julio.


Animalico…

Me iba con mi perro a cantarle a la luna, a las estrellas. Tango me secaba las lágrimas. De ese llanto nació este canto.


Olé, Tumbao... está usted recitando sentimientos…

Decidí ir a Jerez y Sevilla en 2014. Un año para hacer un álbum con boleros de Los Panchos por bulerías. También, jotas por alegrías.


¿También jotas?

Claro, la alegría del flamenco viene de la jota aragonesa. Métricamente, está encajada entre la soleá y la bulería. Ya lo dijo Saura: la jota es patrimonio mundial.


Hasta que llegó ‘Volare’.

De regreso de Jerez, me embarqué hace un año en este reto. Comencé con ‘Volare’ en octubre de 2015. Hicimos el audio en Barcelona en los mismos estudios que graban Poveda y Serrat. Faltaba el vídeo, que lo realizamos con Carlos Herraiz, de la productora Golpe de Efecto.


Y golpe de efecto ha sido...

Se grabó en Las Ventas. Javier Castillo ‘Poti’ montó la coreografía. Poti dice que huele a ‘Macarena’, de Los del Río. Desde luego, el flamenco puede traspasar las fronteras y llegar a China.

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