Aunque no es uno de los requisitos para participar, el que quiera puede llevar sus libros dentro de un ‘tupper’ a la Bóveda del Albergue de Zaragoza. Cumpliría al pie de la letra con el nombre de la iniciativa, el ‘Tupper libro’ y “sería gracioso además de, por supuesto, bien recibido”, cuenta Sandra Lario, una de las organizadoras de esta nueva actividad, que arranca este miércoles (20.30) dentro del ciclo Noches de Poemia, un espacio semanal dedicado a la poesía y dirigido a los jóvenes, donde pueden mostrar, recitar y escuchar sus creaciones, así como compartir y expresar sus inquietudes en la materia.

El ‘Tupper libro’ pretende ser una especie de ‘bookcrossing’ o sistema de intercambio de ejemplares, pero con ciertas particularidades. La idea de los creadores surgió a finales de verano al observar varios lugares públicos en los que se prestaban obras literarias en la ciudad, si bien querían hacer algo diferente: “Es ir un paso más allá para que el intercambio no sea impersonal, que la gente no solo deje sus libros y se desentienda, sino que conozca a quien se los lleva y exista una relación”, relatan los organizadores.

Por ello, la interacción es fundamental en este proyecto cuyo nombre se inspira en las pretéritas reuniones de mujeres en las que “hablaban de este tipo de productos de cocina y que más tarde derivaron en una temática sexual”.

Estos encuentros que este miércoles se inauguran son concebidos como reuniones entre amigos interesados en la lectura con el fin último de intercambiar libros de forma libre y se organizarán en torno a la palabra, la opinión y el coloquio, antes de elegir cada participante su préstamo. “Cada persona traerá un libro que le haya gustado o apasionado y dispondrá de tres minutos para subir al escenario y contarle al público por qué lo recomienda, dando sus argumentos para convencer al resto y hacer apetecible su propuesta”, explica Sandra Lario. Tras las exposiciones, habrá un tiempo de debate abierto entre todos los asistentes en el que se irán llevando a cabo los diferentes intercambios.

La intención de sus responsables es que el ‘Tupper libro’ se celebre aproximadamente cada dos meses para que los lectores tengan tiempo de saborear las obras antes de devolverlas a sus dueños y volver a ser prestadas en una nueva sesión. En cuanto a la mercancía literaria, no hay restricciones de ningún tipo: se acepta tanto el verso como la prosa en todos sus géneros. Lo que sí habrá es un control de los ejemplares prestados con los datos de contacto de los participantes.

Hasta el momento, son numerosas las personas que se han interesado por esta iniciativa. Sin embargo, “todavía hay gente que es reacia a dejar sus libros, por lo que también queremos fomentar que se pierda ese medio al prestar”, indica Lario, que espera que el proyecto atraiga también a un sector de público de mayor edad. Además de continuar con los recitales, las presentaciones literarias y las competiciones poéticas, Noches de Poemia incorporará este curso a su programa otras actividades novedosas como talleres creativos de escritura o improvisación, además de sesiones de pintura en directo inspiradas en la poesía.