Objetivo: hacer del guiñote un juego pseudodeportivo

Se marcaron el reto de alcanzar la cifra de 100 socios en 2016 y en el mes de octubre ya la han superado. En concreto, esta semana se ha unido el socio número 101. Se llama Ramón, es del 55 y su relación con el guiñote viene de lejos. “He jugado toda mi vida y disfruto haciéndolo. Ahora, al estar fuera de mi tierra, solo puedo jugar cuando vuelvo a ella y lo añoro. Esta también es una oportunidad de hacerlo cada día a través de internet”, cuenta en el formulario que requiere la Asociación Aragonesa de Guiñote Guiñarte para sumarse a su círculo de miembros.

Este colectivo nació en enero de 2015 en Ejea de los Caballeros, pero ha sido en los últimos meses cuando más cuerpo y fuerza ha ido tomando. El pasado mes de abril se configuró una junta directiva formal integrada por siete personas que se reúnen periódicamente en Zaragoza. Para darse a conocer, aseguran que el boca a boca no falla, aunque también utilizan su renovada web, las redes sociales e, incluso, las plataformas ‘online’ en las que aficionados de todo el país juegan al guiñote.

De su centenar de socios, el 80% son aragoneses; la mayoría, de Zaragoza y Teruel. El resto proceden de Navarra, Soria, Cataluña y Valencia, sin olvidar a una socia madrileña que también forma parte del colectivo. “En Castellón, en Alcoy, en Tarragona y en Barcelona, por ejemplo, se juega mucho al guiñote. Por supuesto, no tanto como en Aragón, pero es algo que me ha sorprendido al observar la acogida del proyecto en estos lugares”, explica Alberto Planas, creador y artífice de la asociación. En ella hay hombres y mujeres de edades bien diferentes: los más jóvenes rondan los 20 años, aunque la mayoría de socios superan los 40.

Planas trabaja como profesor de Educación Física y la asociación ocupa ahora la mayor parte de su tiempo libre. Un cúmulo de circunstancias favorables le llevaron a decidirse a crear este proyecto. “He impartido la asignatura de juegos tradicionales en institutos, me encanta el guiñote, compito en otros juegos como el ajedrez, realizo mis cálculos matemáticos y de probabilidades y, además, conozco el mundo del asociacionismo de cerca”, enumera. Fundar Guiñarte le resultó sencillo.

La principal razón que le motivó a ello fue la inexistencia de un ente activo en Aragón dedicado por completo a fomentar la práctica de este juego y potenciarlo con competiciones de carácter regular. “En el registro de asociaciones aparecen varias sobre guiñote, pero creo que la mayoría no tienen actividad”, cuenta Alberto Planas. Por ello, este ejeano entendió que tenía que existir algo que intentase deportivizar el juego, además de regularlo de forma común y establecida: “Cada lugar y cada torneo puntual tiene sus reglas. Nosotros queremos dar ese pequeño paso de acercar el juego a algo similar al deporte en lo referido a competiciones, normas o artículos técnicos…”. Se trata de formalizar el universo del guiñote en Aragón, “sin olvidar que es un juego de azar y, por ello, tiene tantos seguidores”. “Todo el mundo piensa que es bueno y nadie cree que son las cartas”, bromea.

Primera competición regional

Además de la promoción de su práctica y la formalización del guiñote como juego de cartas pseudodeportivo, en la lista de propósitos de la asociación también se encuentran la recopilación y creación de documentos y trabajos sobre este, la creación de un foro que una a sus jugadores y el establecimiento de una red de locales ‘amigos’ del guiñote. Igualmente, trabajan por modernizar el juego a través de las nuevas tecnologías, “pues aquí no había ninguna web expresamente dedicada al mundo del guiñote, con sus redes sociales y sus sistemas de comunicación entre jugadores”, y ayudan a divulgar su aprendizaje con iniciativas virtuales como la escuela, la academia y la universidad del guiñote.

Ya son varias las actividades y competiciones que han organizado en su corta andadura. Además de torneos locales, el año pasado desarrollaron una primera Liga de Zaragoza ‘A mesa puesta’, que congregó a más de 400 jugadores. Si bien, ahora las expectativas de la asociación están puestas en la competición regular ‘Four vs. four’ con la que debutarán a nivel regional el próximo mes de octubre. En ella, cada local asociado organizará su torneo de guiñote en base a unas normas comunes, facilitará sus ganadores a la asociación y esta diseñará el resto de fases del torneo.

“Va a ser una especie de prueba piloto, una versión de lo que queremos alcanzar con esa futura liga regular de guiñote en Aragón”, relata Planas, quien espera que en unos dos años pueda estar en marcha este ambicioso proyecto.

Antes, la Asociación Guiñarte participará este año en las fiestas del Pilar con varias actividades promocionales, formativas y competitivas para diferentes públicos en la Carpa del Ternasco. Mientras, su junta directiva sigue trabajando en la propuesta de proyectos futuros como la creación del primer congreso sobre guiñote o la planificación de viajes en los que el juego se relacione con otros ámbitos como la gastronomía o la enología.Decenas de personas juegan cada noche en una 'app'

Para no quedarse atrás, la asociación también apuesta por fomentar el juego en su faceta menos convencional. El tapete deja de ser físico en la aplicación móvil que uno de sus socios, el informático Alfredo Ferrer, desarrolló en diciembre y que vinculó a Guiñarte a principios de este año.

El número de descargas, afirman, ya supera el millar y son decenas de jugadores los que la utilizan diariamente. En concreto, “por las noches, registramos una cifra de aproximadamente 70 personas que suelen sumarse a las partidas”, indica el fundador del colectivo, que incide en la posibilidad de jugar también con el ordenador a través de su portal web. “Queremos realizar un seguimiento muy continuo de la aplicación e ir actualizándola”, apunta.

Esta puede ser una de las herramientas de las que se sirva el ente aragonés para crear una mayor afición entre las generaciones más jóvenes, cuestión que también preocupa a sus integrantes. El guiñote es “un juego muy social y democrático, no un juego de apuestas. Hemos comprobado que está muy vivo, pero con la cantidad de opciones de ocio que existen actualmente, es muy difícil que los jóvenes se adentren en él”, concluye Planas. La solución, la de toda la vida: “Que todos los abuelos que puedan cojan a sus nietos y les enseñen a jugar”.