María Rodrigo: "Los actos religiosos en San Lorenzo forman parte de las propias fiestas"

La concejal de Fiestas de Huesca explica que hay que abrir los festejos "lo máximo posible" a todos los ciudadanos y que toda evolución conlleva cambios.

La concejal María Rodrigo, delante del Ayuntamiento.
La concejal María Rodrigo, delante del Ayuntamiento.
Javier Broto

Vuelven los grandes conciertos a Huesca, pero de pago. ¿Por qué no son gratuitos?

Básicamente, porque hemos planteado dos tipos de programación musical. Una parte sí será gratuita, en la zona de las peñas y las plazas de General Alsina y López Allué. Vimos que había una necesidad de recuperar esos conciertos que, según de qué nivel, no pueden ser gratuitos porque hay que afrontarlos. Pero teníamos muy claro que, aparte de que pudieran tener algún coste, pudieran ser asequibles para el mayor número de gente.


Desde San Lorenzo 2015 a hoy, ¿cuántas reuniones se han mantenido con las peñas y para qué?

La primera fue la última semana de agosto del año pasado. Desde entonces han sido unas 35. Se ha reflexionado sobre lo que funcionaba, lo que no o lo que habría que cambiar, porque las cosas tiene que evolucionar.


¿Qué conclusiones se sacaron y qué cambios se han adoptado?

Huesca vive las fiestas en la calle. Eso es una realidad y por ello las peñas recuperan espacio en el centro. Y concluimos que debían ser unas fiestas abiertas a todos los grupos de edad y para el mayor número de gustos posibles. Es un proceso, porque no se puede cambiar de la noche a la mañana. Pero la novedad es que nos hemos sentado a hablar para conseguir ese modelo.


¿Están las peñas contentas con la reubicación? ¿Será definitiva?

El debate de las plazas fue intenso. En función de las posibilidades de cada una, el número de socios y de infraestructura se acordó, como primer año, estar en estas dos plazas. Creo que están satisfechos con la decisión porque ha sido conjunta.


Se ha estrenado la participación ciudadana en la elección del lanzador del cohete, pero hay críticas porque ha sido una elección ‘dirigida’ al presentar ya tres opciones desde el Ayuntamiento. ¿Se mantendrá este modelo?

Se tomó como modelo la elección del cartel de las fiestas, que se hace a partir de una selección de tres, pero estamos abiertos a que a lo largo del año se puedan encontrar diferentes alternativas. Se ha hecho así para acotar un poco porque creo que si nos preguntaran, cada uno daríamos un nombre diferente.


En 2015 se eludió el saludo del obispo del programa de fiestas. Este, ya está en vigor el nuevo reglamento de protocolo, pero se acude a la procesión del día 10. ¿A qué actos religiosos irá?

Como concejal, tengo que hacer lo que ordena el reglamento, que en ningún momento dice que no vayamos a acudir sino que no estaremos en lugar preferente y con ciertos distintivos. Por lo demás, estaremos allí porque creo que los actos religiosos en San Lorenzo forman parte de la tradición de las propias fiestas y entiendo que debemos ir, cada uno ejerciendo la libertad de acudir o no.


La fiesta de San Lorenzo ¿se entiende sin la figura del santo?

En España, antropológicamente, es cierto que todas las fiestas tiene una relación directa con la religión, en este caso, con la cristiana. Es algo cultural, pero también creo que todas han ido evolucionando hacia otros actos fuera del ámbito religioso y eso es una muestra de que la fiesta se abre a cualquier tipo de ciudadano. Comparto que hay ciertos ámbitos, como el religioso, que se deben limitar a lo privado, pero no podemos rechazar o negar la evidencia de que hay una gran parte de actos ligados a eso. Lo que hay que hacer es abrir la fiesta lo máximo posible y la evolución va ligada a esa apertura.


Hace un año comentó que tras las fiestas se abriría un debate "sosegado y tranquilo" sobre los toros, pero no se ha producido. ¿A qué se está esperando?

Creo que el debate surgirá cuando tenga que surgir. El año pasado quedó claro que había un contrato con la empresa de la plaza y que había que respetarlo mientras estuviera en vigor, hasta 2017. Entonces se verá, pero tampoco es un tema que se haya eludido.


Cómo oscense, ¿cuál es el acto al que nunca falta?

Los danzantes del día 10. Desde siempre. De joven iba después de la fiesta y lo sigo haciendo. Y el año pasado me sorprendió la ofrenda porque no la conocía tan fondo. Siempre la había visto desde el Coso. Me llamó la atención que, aparte de los grupos organizados, salgan y se impliquen familias enteras.

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