"A los hombres les han enseñado a desligar el sexo del amor y a las mujeres a asociarlo"

Lucía Etxebarria presenta su nuevo libro, 'Más peligroso es no amar. Poliamor y otras muchas formas de relación sexual y amorosa en el siglo XXI'.

La escritora Lucía Etxebarria.
La escritora Lucía Etxebarria.
Aránzazu Navarro

Lucía Etxebarria (Valencia, 1966) ha publicado más de 20 libros, y ha ganado el Premio Nadal (1998), el Primavera (2001) y el Planeta (2004), así como el Bacarola de Poesía y el Lazio a la mejor novela extranjera. Su trayectoría no ha estado exenta de polémicas. Ahora, acaba de publicar el ensayo 'Más peligroso es no amar. Poliamor y otras muchas formas de relación sexual y amorosa en el siglo XXI'.


-Se habla mucho de ello, pero ¿qué es el poliamor?

-Es como Dios y la literatura, cada cual tiene su propia idea. En principio, es cualquier relación de no monogamia consensuada en la que se establece un compromiso de amor, cuidado, lealtad, honestidad y transparencia. Se pueden tener relaciones con varias personas siempre que haya un compromiso de cuidarlas y de que todos los integrantes estén informados y sea honesto y transparente. A partir de ahí, se han abierto muchos clubes de poliamor en los que cada uno tiene su idea. El libro recoge experiencias y opiniones de muchísima gente.


-Pero, cuando hablamos de poliamor, ¿es realmente amor o solo diversión?

-Es amor. Si tú quieres tener sexo sin más, en esta sociedad, se puede tener sexo recreativo muy fácilmente. Cuando se habla de poliamor es que, con la persona con la que estés, establezcas un compromiso de cuidado y de lealtad.


-En el libro, hablas de “diez mitos modernos sobre las relaciones de pareja”, entre ellos, “el mito de la fidelidad frente a la verdad de que la monogamia es antinatural”, ¿es antinatural?

-Sí, absolutamente. La prueba de que es antinatural es empírica. En España, ahora, 7 de cada 10 matrimonios se divorcia, antes eran 5 de cada 10. De los que se mantienen, la mitad no son fieles y hay un 10% que se presentan como matrimonios monógamos de cara a la galería y en realidad son parejas abiertas. Entonces, en realidad, permanecen en monogamia durante un estado largo apenas el 20%. Más allá de la prueba empírica, prácticamente todos los antropólogos dicen que la monogamia no es natural, que tú socialmente puedes cambiar, pero estás actuando contra tu propia naturaleza. Monógamos para toda la vida son solo algunas aves y los caballitos de mar. Los primates no lo son y nosotros somos primates. 


-¿Tienen la misma relación con el poliamor los hombres y las mujeres?

-No, está mucho peor visto en nuestra sociedad una mujer adúltera que un hombre adúltero. Yo lo llamo el “efecto Balaguer”. Yo vi a Asunción Balaguer decir en un programa que su Paco Rabal se iba por ahí con mujeres muy bellas, como Catherine Deneuve, pero que ella sabía que iba a volver, y todas: “Oh, que gran ejemplo de abnegación”. Si llega a ser Paco Rabal el que lo dice... 


-¿Se puede compaginar el poliamor con una vida en familia?

-Sí, totalmente, de hecho hay muchas parejas, aunque es el armario más grande que queda. Es un esquema muy común: pareja que tiene dos hijos, 40 años, la casa montada... Ya prácticamente no tienen sexo, pero no quieren romper ese vínculo porque es de muchos años, tienen hijos, familias, una casa preciosa y se llevan muy bien y se quieren, y hacen este acuerdo. El libro habla de una investigación que se hizo entre hijos de parejas poliamorosas en Estados Unidos y no había mayor prevalencia de trastornos mentales ni ningún conflicto en los hijos de estas parejas que los hubiera en otros, no había ningún problema.


-Recientemente, una diputada de la CUP hizo unas declaraciones sobre criar a los hijos en comunidad, en una “tribu”, ¿qué opinas?

-Pienso que ya lo hacemos todos. Yo soy madre soltera, mi hija tiene un padre, pero ahora vive fuera y prácticamente no lo ve. Yo cuento con mi familia, mis amigos, los profesores y los tutores de actividades. En el fondo, ya la está criando un grupo. Realmente, el dicho de que se necesita una tribu para educar a un niño es real. 


-En el libro, hablas sobre aplicaciones como Tinder o Grindr, ¿cómo crees que han cambiado nuestra forma de relacionarnos este tipo de aplicaciones?

-Son el consumismo sexual. Yo hice un estudio entre tres: una dirigida a gays, Grindr; una a heteros, Tinder; y otra a lesbianas, Wapa. En Grindr, la gente va a lo que va y, prácticamente, todas las fotos son de desnudos. En Tinder, el 50% de los usuarios masculinos tienen pareja, están siendo infieles. Hay muchísima prostitución encubierta, y en Grindr también. En Wapa, todo lo contrario, no hay fotos de desnudos, nunca te hacen una proposición sexual directa... Se ven claramente las diferencias de género. Vivimos en una sociedad en la que a los hombres les han enseñado a desligar el sexo del amor y, sin embargo, a las mujeres nos han enseñado a asociarlo. Esta sociedad te ofrece dos vías: pareja monógama y consumismo sexual; las relaciones de poliamor son la tercera vía que está surgiendo.


-A través de este tipo de redes, dices que se promocionan las reuniones de 'sesioneros' y 'pajareros'... ¿Qué son?

-Pajareros es cuando se acaba un after y se va a 'pajarear' a casa de alguien. Los sesioneros son sesiones de sexo en grupo en las que la gente contacta por Grindr, quedas en la casa y te tiras en una sesión que puede durar 72 horas, porque siempre va con drogas. Esto ha creado un problemón. Se han disparado las enfermedades venéreas, ya no el sida, sino todo: gonorrea, clamidia... Cosas que ni existían o que se daban por erradicadas, como la tuberculosis venérea. Esto es un delirio.


-La antítesis de esto serían las personas célibes o asexuales...

-Siempre ha habido célibes, lo que pasa es que hasta hace menos de 20 años era algo bueno, sobre todo si era por un compromiso religioso. Ahora, se ve como una patología, cuando no lo es, hay gente que no tiene deseo sexual por la razón que sea. Pero se está poniendo de moda por gente a la que esta saturación de sexo a todas horas les ha hartado. En muchas parejas monógamas, tampoco hay sexo, la diferencia es que esta gente se atreve a decirlo abiertamente.


-Coincidiendo con el Día del Libro, denunciaste que te habían excluido del “circuito de escritores españoles”, ¿por qué?

-El problema es que, ahora, publicar en España se está convirtiendo en algo muy difícil, de hecho, mi próxima novela se ha vendido directamente a Francia. Lo normal es que saquen a 'youtubers', a gente que tenga unas grandes redes sociales o salga en la tele. Entonces, las ferias del libro se acaban convirtiendo en algo que no tiene nada que ver con la literatura. En mi caso, la solución fue Francia, pero es muy duro que tengas que renunciar a tu propia lengua.


-¿Cómo ves el tema de la piratería?

-Realmente, desde Europa, podrían haber impuesto una ley antipiratería global; el derecho comunitario lo hubiera permitido. Francia tiene una ley antipiratería que si descargas y te pillan, no multan a la página, te multan a ti y te quedas sin conexión a internet. Francia no ha visto destruirse su cine ni su literatura. ¿Por qué desde fuera no nos lo han impuesto? Porque, ahora, la mitad de Europa va a tener que vivir de los 'PIGS' -Portugal, Italia, Grecia y España, por sus siglas en inglés-, que les vamos a aportar mano de obra barata y vamos a ser de nuevo lo que éramos antes: los curritos que van a hacer los trabajos que ellos no quieren. Ni a Europa le interesa una población culta aquí ni a nuestros propios gobernantes, porque una población inculta es mucho más manejable.


-Has tenido alguna polémica recientemente con las redes sociales, ¿cómo es tu relación con ellas?

-La relación de todo el mundo con las redes es mala. Yo soy de las pocas personas que controlan su propia cuenta, casi todos los famosos tienen un community manager. Mi problema es que yo no lo tengo y algún día me cabreo y respondo. De todas formas, yo me lo tomo con mucha calma, porque no es verdad. Es otro mundo y es falso.


-¿Cómo ves la situación política actual?

-Que hayan repetido las elecciones a mí me parece una estafa. Yo no tengo por qué pagar 140 millones de campaña. Si no han sabido arreglárselas, ¿qué hago pagándoles a esta gente seis meses de sueldo? Como ya no me creo nada, paso de hablar de política, puede interesarme el Pacma... He perdido completamente la confianza porque, para mí, esta gente, si convoca elecciones nuevas, se debería haber disuelto. Que ahora se unan Izquierda Unida y Podemos... ¡Haberte unido antes! O sea, anteayer os llevabais de pena y ahora, de repente, ya no. Me parece una tomadura de pelo, para mí ha sido profundamente decepcionante.

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