“La historia más bonita para contar es la del Morico”

Jorge Aparicio es director de cine y estrena el cortometraje 'El Morico'.

Jorge Aparicio, con el Morico
“La historia más bonita para contar es la del Morico”
Archivo del cineasta

Jorge Aparicio estrena este jueves por la tarde, a las 20.30, en el Teatro de las Esquinas un cortometraje sobre el Morico de la comparsa de Gigantes y Cabezudos. Aquí explica su historia, su película, su estancia en Los Ángeles y el tipo de cine que le gusta.


-¿Quién es el Morico y cómo llegó a Zaragoza?

-El Morico, según la leyenda, es un personaje cubano del que se desconoce su verdadero nombre. Tuvo una infancia difícil, amó a su madre, ejerció diversos oficios, entre ellos el de mozo de cuadras para el Conde de la Viñaza, quien lo trajo a Zaragoza. Se cuenta que fue la primera persona de color que se vio en esta ciudad, y como por aquellos entonces se les denominaba “moros” a todos ellos, pues se quedó con el apodo de Morico entre toda las personas que lo conocieron.


-¿Cómo pasó a la comparsa de Gigantes y Cabezudos?

-Fue un personaje muy conocido y entrañable en la ciudad, por lo que pronto se decidió incorporarlo a la Comparsa, para su recuerdo.


-¿Por qué le ha interesado su historia?

-Todo comenzó porque llegaban personajes aragoneses a la pantalla, Ángel Sanz Briz, Segundo de Chomón, Eduardo Ducay, Mariano Orbés, el Bandido Cucaracha, Mosén Bruno, Félix Romeo… Yo quería tener el mío. Aparte de Labordeta, mi aragonés más ilustre, rebuscando en mi infancia encontré a los Cabezudos. De pequeño me gustaba el Boticario, pero leyendo las breves leyendas de cada uno la más bonita para contar era la del Morico. Y además es uno de los más queridos de todos los zaragozanos.


-¿Qué le debe a los trabajos de Míchel Suñén e Ignacio Ochoa, en la editorial Delsan?

-Casi todo. Michel Suñén e Ignacio Ochoa han contado e ilustrado su visión de los Cabezudos de una manera estupenda. Los han acercado a la ciudadanía, haciendo ver que son parte de nuestro patrimonio. También la empresa Zagazudos lo está consiguiendo: ha creado unos muñecos irrompibles para que los niños puedan jugar y aprender con ellos.


-¿Cómo se ha planteado el guión?

-El cine es ficción, lo que se plantea no tiene porque ser verdad. Si había que contar la leyenda, yo quería que la contara el propio Morico. Se me ocurrió que acudiendo a la consulta de un psiquiatra podría ser la mejor manera. El propio Morico le plantea al doctor la retirada de la comparsa... Ya sabemos que al Morico le gusta todo menos ir a trabajar.


-¿Por qué ha querido registrar el guión en Los Ángeles? ¿Qué hacía usted por allí?

-El registro del guión en Los Ángeles se debió a que estaba allí cursando el primer Campus L. A. en compañía de la guionista montisonense, afincada allá desde hace algunos años, Marisé Samitier y el presidente de ACA José Ángel Delgado. Allí se encuentran los guiones de las películas históricas de cine, series y programas de televisión, y que este guión esté junto a ellos es una satisfacción para mí.


-¿Qué diferencia hay entre el guión de un corto y un largo?

-Para mi es básicamente la estructura, lo que quieres contar, pienso que en un corto tienes que ir al grano y en el caso del largo puedes ir haciendo pausas o historias paralelas o subtramas.


-Recuérdenos el equipo...

-El equipo técnico es prácticamente el mismo de años anteriores, porque trabajo siempre con las mismas personas, que seguimos contando con esa confianza mutua, como las maquilladoras Amanda Domingo y Miriam Zapata, la directora de arte Ainhoa Sánchez, el operador de cámara Roberto Torrado, Jesús Marco Murillo como ayudante de dirección. El guión corrió a cargo de mi padre Manuel Aparicio y de los Hermanos Carcoma. Hay más familiares en el proyecto, como Jesús Aparicio (música y sonidos) y Silvia Aparicio (fotografía), por eso ya hay quién nos llaman Los Coppola. La producción ejecutiva corrió a cargo de Impacto Producciones y la asociada de Cosmos Fans. En cuanto a la interpretación está el propio Morico de verdad, Domingo Carrillo, Alfredo Abadía, al que descubrí por su gran papel de ‘Marx en el Soho’, y las actrices aragonesas Ana Pavía y Ana Esteban. Completa el reparto el niño Marcos González. Las localizaciones fueron la consulta real de un psiquiatra amigo y un domicilio particular de otros amigos.


-¿Qué podría pasar si un día de verdad el Morico se pone malo y abandona su puesto?

-Causaría una gran conmoción para Zaragoza y un gran debate, como el de la cigarrera de si lleva el cigarro o no. Es un personaje muy querido, pero como personaje, podría abandonar su puesto. También hay que destacar la labor de Domingo Carrillo que lleva 31 años dentro de él y su trabajo durante tantos años ha hecho que su personaje crezca en vitalidad. Domingo es una persona a descubrir.


-¿Qué tipo de cine le interesa, quiénes son sus directores favoritos? ¿Puede decirnos también tres películas que le emocionen?

-Me gusta el cine de todo tipo. Mis películas favoritas son ‘Cadena Perpetua’, ‘La Naranja Mecánica’ y ‘El Guateque’; y mis directores son Steven Spielberg, Stanley Kubrick y Billy Wilder.



-¿Qué está pasando en el cine aragonés?

-Este año pasado ha habido mucha producción, sobre todo en largometrajes, pero creo que tiene que haber más industria como en todo el cine español, darle más difusión a todo lo que se hace. Sin duda, ‘La Novia’ ha sido lo mejor que habido en años junto al corto ‘Os Meninhos do rio’, de Javier Macipe, y los interesantes documentales ‘La encrucijada de Ángel Sanz Briz’, ‘El viaje de las Reinas’ o ‘Tras Nazarín’.


-¿Cómo sueña su carrera?

-Seguir el camino. Me gustaría hacer algo más grande en Los Ángeles, dirigir a algún actor conocido y probar con el documental. Ya tengo alguna cosa pensada.

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