Así suenan Amaral de vuelta a la carretera
El dúo zaragozano terminó de pulir la gira de presentación de su primer disco en cuatro años con un ensayo general abierto al público en Pozoblanco, en Córdoba. Otra vez va a ser protagonista del verano musical español.
A Eva Amaral y Juan Aguirrre les ha sentado bien pasarse una temporada, larga para su negocio, en barbecho, alejados de los ritos y ritmos que marca la promoción en el mundo de la música popular; trabajando con parsimonia en las canciones del álbum que han titulado Nocturnal; siendo muy selectivos en sus apariciones en directo. Con la poderosa banda de acompañamiento que han armado y un aparato escénico brillante, se mostraban eficaces y convencidos, por momentos hasta pletóricos, tocando en la noche de este 28 de abril en el teatro El Silo, en Pozoblanco. Acabaron así, ante unos 800 invitados, de montar la gira que les llevará a 25 ciudades españolas (Zaragoza, pabellón Príncipe Felipe, el 21 de mayo) antes de volver a tierras americanas a final de año.
Más que un ensayo general con público, fue el primer hito del nuevo tour, un espectáculo completo en el que se sirvieron de toda la artillería sonora y lumínica (la caja escénica reconstruye, entre otros elementos, el cielo con sus constelaciones) que emplearán en los próximos meses. Fueron dos horas de concierto. Como habían anunciado, interpretaron gran parte del nuevo disco y sonaron otras composiciones de toda su trayectoria: Revolución, Kamikaze, Salir corriendo, No sé qué hacer con mi vida, El universo sobre mí, Estrella de mar, Cómo hablar, Marta, Sebas, Guille y los demás, Dias de verano, Hacia lo salvaje o (ya en la propina del final) Sin ti no soy nada. Y también lo habían dicho- hubo tiempo para la electricidad, para el reposo acústico y hasta para la improvisación.
El show dio inicio pasadas las 21.00. Eva Amaral (que en esta gira toca la guitarra en muchas canciones) y Juan Aguirre estuvieron acompañados por el teclista Tomás Virgós, el bajista Ricardo Esteban y Toni Toledo a la batería. Un grupo capaz de trasladar al directo el nuevo álbum tarea no siempre fácil con tan ampulosa y detallista grabación- y encajarlo con algunas de las canciones más celebradas de Amaral, varias de ellas muy trastocadas para este espectáculo. El concierto fue generoso en duración y entrega de los intérpretes, los cuales conservan intactas sus mejores armas la poderosa voz de Eva y la pericia guitarrera del Juan- y que, a pesar de trabajar últimamente desde la independencia, siguen siendo capaces de contar con unos medios reservados ahora a muy pocos grupos de pop españoles, poquísimos, y de mantener la complicidad de sus muchos fans. Y, sobre todo, cuentan con un repertorio que sostiene el espectáculo y les permite jugar a variaciones y reinterpretaciones.
El público estaba formado por unos 800 invitados, que habían logrado sus entradas a través de Radio 3 y de un sorteo en el propio municipio cordobés. Abundaron los piropos a la cantante y por momentos fue difícil sujetar a los asistentes en las butacas del teatro. Amaral, que encontró en Pozoblanco facilidades para esta puesta a punto final de su gira, ensayó en El Silo en la víspera y su equipo trabajaba en el montaje desde el inicio de la semana. Nerviosos e ilusionados antes del concierto, no ocultaban después su satisfacción por cómo habían ido las cosas.
