Navarro pone a dialogar la fotografía clásica con la digital en el Pablo Serrano

Medio centenar de obras del fotógrafo aragonés Rafael Navarro –Premio Aragón Goya 2013– conforman la exposición ‘Polifonías’, inaugurada ayer en el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano. La muestra, aun manteniendo un cordón umbilical con la que hace un par de años celebró en la Aljafería (‘La presencia de una ausencia’), nos presenta nuevos perfiles de uno de los grandes artistas aragoneses de las últimas décadas. Ha sido comisariada por Alejandro Ratia, crítico de arte de HERALDO.

"Mi manera de trabajar es la despersonalización –aseguraba ayer el fotógrafo–. No trato de hacer documentalismo ni explicar qué es lo que que fotografío. Me muevo más en el mundo de la sugerencia que de lo explícito. En mis obras no quiero dejar ideas concretas, sino sugerir sensaciones en quienes las contemplan. Me gusta dejar que las imágenes sean las que cuenten las cosas que quiero decir".

La muestra reúne piezas creadas a lo largo de los últimos treinta años y pone en diálogo fotografías en blanco negro reveladas por el propio artista en su laboratorio con otras en las que ha aprovechado las facilidades de las técnicas digitales. "La filosofía que late en todas mis obras es la misma –subrayaba ayer Rafael Navarro–. Toda mi producción en blanco y negro siempre ha sido propia, no he recurrido a ningún laboratorio para positivarla. Y hace unos años me apeteció el color y pasé a la fotografía digital simultáneamente. Pero no quise que se me escapase el control de la producción. Sí, hay un espíritu común en toda mi obra. La única diferencia entre un tipo de fotografía y otra es que la herramienta digital es mucho más potente. Algunas de las piezas que muestro aquí obedecen a bocetos que hice muchos años atrás y que nunca desarrollé por las dificultades de llevarlos a cabo en la fotografía clásica".

Las ‘Polifonías’ que presenta ahora son hijas en gran medida de los ‘Dípticos’ que realizó entre 1978 y 1985, y de los que se muestra algún ejemplar. De hecho, la obra más antigua que presenta ahora, ‘El androbosque’, es de 1986. Pero las más recientes son de 2015, lo que demuestra una continuidad, una fe en la manera de contar las cosas. Son piezas compuestas por varias fotografías.

"En estas obras, Rafael Navarro ha construido imágenes nuevas a partir de otras imágenes –señalaba ayer Alejandro Ratia–. La suya es una fotografía trascendida, en la que cada una de las imágenes ha perdido su individualidad y se ha convertido en materia prima de obras más complejas. Estas obras tienen una lectura micro y macroscópica".

La inauguración de la muestra reunió ayer a más de un centenar de personas, desde directores de museos a artistas y comisarios de exposiciones. Asistió Susana Spadoni, nuera del escultor Pablo Serrano, directora honorífica del IAACC Pablo Serrano.