La huella de Zaha Hadid en España

Aragón, el País Vasco o Madrid cuentan con edificios de la prestigiosa arquitecta.

La arquitecta iraquí Zaha Hadid, que ha muerto en Miami a los 65 años, ha dejado en España siete proyectos y grandes obras, como el Pabellón Puente de la Expo de Zaragoza o el Plan Zorrotzaurre, en Bilbao, que muestran el desafío a las formas que ha caracterizado siempre su trabajo.


Inglesa, aunque nacida en Bagdad, Zaha Hadid fue la primera mujer que logró el Premio Pritzker de Arquitectura, en 2004, y desde entonces las formas curvas y a veces imposibles de sus diseños se reparten por todo el mundo, en especial en Gran Bretaña.


En España su impronta permitió convertir en una isla la península de Zorrotzaurre, en Bilbao, en lo que supone el principal proyecto urbanístico de la ciudad. O como en Aragón, donde llevó a cabo el espectacular pabellón puente diseñado para la Exposición Universal de Zaragoza 2008, concebido como un espacio de uso público y expositivo y proyectado como forma de conciliar el edificio con el río.


Al conocerse su muerte a consecuencia de un ataque al corazón en Miami, donde supervisaba algunos de sus proyectos, algunas instituciones, como el Ayuntamiento de Bilbao, han mostrado sus condolencias por su pérdida. Su nombre estará "siempre unido" a esta ciudad y "su memoria estará viva cuando Zorrotzaurre sea ya una realidad", ha declarado el alcalde bilbaíno, Juan María Aburto.


Para desarrollar el Master Plan de Zorrotzaurre, la arquitecta visitó Bilbao en 2003 y se mostró "impresionada" por la "ambición" por la mejora urbanística que había percibido en la ciudad. La misma ciudad que años antes había encargado a otro arquitecto prestigioso, Frank Gehry, la construcción del Guggenheim, inaugurado en 1997.


No es el único proyecto desarrollado por la arquitecta angloiraquí en el País Vasco, ya que también diseñó allí la estación Euskotren en la localidad vizcaína de Durango. 


En Zaragoza, su impronta supuso que la vanguardia arquitectónica se instalara a orillas del Ebro. El emblema de la Expo, el Pabellón Puente, se tiende en oblicuo sobre el cauce del río Ebro. Es un grandioso viaducto peatonal de 7.000 metros cuadrados, cuyas formas se inspiran en un gladiolo y en las escamas de un pez.


También en Sevilla proyectó una gran obra, pero no se llevó a fin. Zaha Hadid fue la arquitecta que diseñó la Biblioteca de la Universidad de Sevilla, que comenzó a construirse en el Prado de San Sebastián, una zona verde cuya catalogación se cambió para permitir el equipamiento educativo.


La decisión fue recurrida por los vecinos de la zona, que ganaron la batalla legal en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y el 21 de agosto de 2012, las máquinas de demolición llegaron a las obras, que incluían ya el aparcamiento subterráneo y los pilares de la biblioteca, y en el que se habían invertido ya 4 millones de euros.


Tras la sentencia del TSJA Zaha Hadid dijo en declaraciones el 4 de septiembre de 2012: "Creo que es un escándalo". "No conozco los detalles; quizá alguien cometió un error; no tengo ni idea de la historia completa, pero en estas circunstancias, cuando España está pasando por serios problemas financieros, demoler un edificio que ya se está construyendo cuesta dinero y es simplemente inaceptable", expuso en aquella entrevista la arquitecta.


La arquitecta no cuenta con ningún edifico en Barcelona, pero estuvo a punto estuvo de tenerlo: la Torre Espiral, un edificio de 11 plantas que debería haber sido el símbolo del campus Besòs, junto al Fòrum, pero que finalmente la crisis se llevó por delante. Hadid proyectó esta espectacular torre, que estaba pensada como una superposición de estructuras romboidales, durante el mandato del alcalde de Barcelona Jordi Hereu.


Pero poco después de que se colocara la primera piedra en el año 2009, las obras se pararon. Se trataba de un ambicioso proyecto de 65 millones de euros que no cuajó por falta de presupuesto. 


También en Madrid ha dejado su impronta la prestigiosa arquitecta con proyectos para viviendas, hoteles y edificios públicos. Según el estudio de la arquitecta, en El Hotel Puerta América, cuyos habitaciones ha remodelado, se ha logrado crear un lenguaje domestico de la arquitectura y que la formas y las texturas dispares converjan.

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