Álvaro de Luna: ​“Gavasa es una bomba de actriz. Se merece todos los premios"

El actor estrena 'El hijo de la novia' junto a Tina Sáinz, Juanjo Artero, Dorleta Urretabizkaia y Mikel Laskurain en el Teatro de las Esquinas.

Álvaro de Luna y Luisa Gavasa, en la XXI edición de los Premios José María Forqué
Álvaro de Luna y Luisa Gavasa, en la XXI edición de los Premios José María Forqué
Efe

El Teatro de las Esquinas de Zaragoza acoge este viernes (20.30).el estreno de la adaptación teatral de 'El hijo de la novia', protagonizada por Juanjo Artero, Tina Sáinz, Álvaro de Luna, Dorleta Urretabizkaia y Mikel Laskurain.


La obra, basada en la película de Fernando Castets y Juan J. Campanella, aborda temas como la crisis económica, la crisis de valores y la historia de amor inolvidable de unos padres a pesar de la sombra del alzhéimer.


Álvaro de Luna (Madrid, 1935) lleva más de seis décadas actuando en cine, teatro y televisión. Su papel del Algarrobo en 'Curro Jiménez' y el de Batiste en 'La Barraca' le convirtieron en uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla.


Su carrera como actor sobrepasa los 180 títulos entre series y películas. Mientras su carrera continúa con nuevos proyectos y rodajes,el actor se sube una vez más al escenario para demostrar que a sus 80 años sigue en plena forma. 


-'¿Cómo preparó su personaje para 'El hijo de la novia', viendo la película o abstrayéndose de ella?

-Lo que primero me daba el filme era respeto porque el actor que interpreta al personaje que yo hago en la obra es uno de los grandes, Héctor Alterio. Además le tengo mucho cariño porque somos bastante amigos. Cuando me propusieron hacer esta obra no volví a ver la película pero sí tenía un buen recuerdo porque voté por ella en los premios Goya. Me llegó, francamente, porque el problema del alzhéimer, el problema del amor en las personas mayores, el respeto a toda una vida me ha tenido siempre un poco preocupado en el sentido de que esa bombilla de la convivencia se venga abajo en un determinado momento de la vida. Eso me hizo a mi entrar, ese fue el camino que yo elegí para entrar en el personaje de un hombre que sigue enamorado de Norma (Tina Sáinz) no en el recuerdo, no en la nostalgia, sino en la realidad del momento en que ocurre.


-Esa elección, ¿no tendrá que ver con que usted estudió Medicina en su juventud?

-No lo sé. Tal vez. Estuve en la facultad unos años pero creo que dejé Medicina porque me daba demasiado respeto entrar en el cuerpo de las personas. Luego he comprendido que estaba equivocado y eso me hacía de alguna forma no ser un buen estudiante. En el caso de 'El hijo de la novia', si es verdad que la medicina tiene algo que me ha hecho respetar todos los procesos. He estado leyendo traducciones de estudios sobre alzhéimer que me han explicado y me han convencido de que los pacientes de alzhéimer reconocen la ternura que tienen alrededor, las personas que se dedican a ellos. Otra cosa es que ellos sean capaces de expresar si están a gusto o no.


-Usted es el actor que siempre estuvo allí, desde 'Curro Jiménez' y 'La barraca' a series más recientes como 'Gran Reserva', 'Águila Roja', 'Olmos y Robles'...

En televisión, empecé a ser conocido por el público, más que reconocido, en 'La barraca'. Pero el mérito no era tanto de hacerme ver sino de que Blasco Ibáñez era un gran escritor. Se han hecho muchos western en Estados Unidos copiando y usando guiones e historias de este autor valenciano. También 'Curro Jiménez' tuvo mucho éxito porque, entre otras cosas, solo existía una cadena de televisión, que era Televisión Española. Además, éramos bastante romos en el conocimiento de lo que es la serranía andaluza, sus campos, sus olivares y paisajes escarpados que no eran tan conocidos y que creo que es algo que le llegó al público visualmente. También los guiones escritos por Antonio 'Taco' Larreta. Era un monstruo. Así que no resultaba muy difícil hacer bien aquello.


-Aquella etapa fue decisiva en su carrera.

-Me sirvió no solo para que el público conociera a aquel actor que no llevaba muchos años en esto, aunque ya había hecho teatro, cine y televisión, sin que también fue un gran aprendizaje. No soy un actor que haya venido de las escuelas y lo hecho de menos. Recuerdo lo que aprendí de Mario Camús, Pilar Miró, los Romero Marchent y de todos aquellos directores que fueron capaces de apostar por jugar un partido difícil y ganarlo. Creo que toda esa etapa fue muy bonita.


-¿Eran buenos tiempos para un actor?

-Era la época de arrancar, de aprender a estar delante de una cámara. También fueron tiempos felices para algunos porque llegó la Transición, y con ella las libertades. Fue muy ilusionante. Durante los rodajes de 'Curro Jiménez' me iba con Sancho Gracia y con Pepe Sancho a discutir por las noches de todas estas cosas que ahora están otra vez en auge.


-¿Qué opina del actual escenario político?

-Creo que era necesario un escenario de dificultades par obligar a los políticos que han resultado ganadores en las elecciones, a todos, a las minorías y a las mayorías, que hay que hablar y entenderse. Los rodillos no conducen a nada. No estamos habituados, siempre ha habido dos bloques apoyados por partidos nacionalistas pero en este momento hay sobre todo dos grupos emergentes, que son Podemos y Ciudadanos, que apuntan a estar también en las dos partes. Cuando por miedo no se habla de la derecha y de la izquierda y solo de los de arriba y los de abajo no me gusta. Estamos en un momento difícil pero hay que superarlo. Este país ha salido de cosas mucho peores.


-¿Como la crisis?

-Hace más de 60 años que estoy en esta profesión y siempre he oído que estábamos en crisis. A los trabajadores del cine, del teatro y de la televisión, incluso a muchos empresarios. Siempre andamos moviéndonos con dificultades pero bueno, en el cine el ingenio y la calidad continúan en las nuevas generaciones de actores y directores. Recuerdo que cuando estuve un tiempo trabajando en Italia me decían que en España el cine estaba en crisis, que se iba a acabar. Yo siempre contestaba: “Los muertos que vos matáis gozan de muy buena salud”.


-En la apartada orilla televisiva, ¿cual será su próximo trabajo?

-Estoy rodando en Barcelona 'Sé quien eres', una serie muy interesante porque no es de género sino sobre nuestros problemas, los problemas de los seres humanos.


-¿Y en cine?

-Estoy inmerso en un proyecto de una directora barcelonesa que quiere contar la historia de unos personajes que sufrieron en Almería el bombardeo de un acorazado alemán en 1937. Hubo un ingeniero y unos arquitectos que construyeron unas galerías subterráneas donde la gente se escondió.


-El pasado lunes entregó junto a Luisa Gavasa uno de los galardones de las XXI edición de los Premios José María Forqué.

-Luisa Gavasa es una bomba de actriz y de mujer. Con esa belleza de la madurez... la quiero mucho y en 'La novia' está verdaderamente espléndida. Se merece todos los premios y es una importante candidata a llevarse el Goya. Su formación teatral es magnífica y tiene una técnica muy depurada. Además, coincidimos también en ese filme sobre el bombardeo de Almería. La primera escena de la película la rodamos juntos en mi casa.


-¿Que recuerdos tiene de su paso por Aragón a lo largo de su carrera?

-Aquí tengo muchos amigos, familia... mañana vendrán al estreno en Zaragoza mis amigos del Festival de Cine de Fuentes de Ebro, a quienes les tengo un cariño especial porque me dieron un premio de esos que una recuerda siempre. A la entrega acudieron muchos de mis amigos y fue maravilloso. En mis años de profesión he conocido a Luis Buñuel y he trabajado con Forqué, Palacios, Saura... Para mí, todo esto es Aragón.

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